domingo, 18 de noviembre de 2012

Las obsesiones -Ejemplos - I


Las representaciones obsesivas se dan en la más va­riada gama de matices, tonalidades e intensidad.
    El pueblo se expresa con una frase plenamente certe­ra y feliz cuando dice: se le pone, se le puso.
    Una mujer vivió durante muchos años cuidando de su padre, enfermo, y lo hizo con esmero y cariño. Me­ses después de fallecido el progenitor, se le puso en la cabeza a la hija que no había cuidado con suficiente solicitud a su padre mientras vivió. Se daba cuenta de que este pensamiento no tenía base alguna, pero no podía evitar que la dominara; y la dominó hasta el punto de que, cuando yo la conocí, vivía en una angus­tia mortal, al borde de la depresión.
            Hay personas a las que, en lo mejor de una fiesta o en el día más feliz, se les pone la idea de que aquello va a acabar; y esta idea las domina de tal manera que las incapacita totalmente para disfrutar.

            He conocido personas a quienes le sucede lo siguien­te: al acostarse, por la noche, se les pone la obsesión de que, si se duermen, la muerte les va a sorprender en pleno sueño y van a morir sin darse cuenta. Y esta idea fija les provoca una ansiedad tal que les impide dormir.

            En los preparativos del viaje abren siete veces las ma­letas para comprobar si han metido algún objeto importante, u otras tantas veces vuelven a casa o se levan­tan de la cama para averiguar si la puerta estaba bien cerrada, o necesitan lavarse las manos o los dientes una y otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario