jueves, 18 de octubre de 2012

Unos amigos para el camino


En el capítulo III de este libro entregaremos, des­arrollándolas ampliamente, numerosas y multiformes vías de salvación.
    Pero, antes de penetrar en ese valle, me propongo depositar en las manos del lector, para el camino y provisoriamente, unos instrumentos de salvación que le acompañarán, como otros tantos amigos, mientras vamos recorriendo e inspeccionando los diversos manan­tiales de sufrimiento. De esta manera, y como sin darse cuenta, el lector ya está comenzando a ingresar en el deseado templo de la salvación. Estos amigos para el camino son los siguientes:

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