Cuando era un joven,
Beethoven decidió escribir algunas improvisaciones sobre la música de
Pergolesi. Se dedicó durante meses al trabajo, y finalmente tuvo el valor de
divulgarlo.
Un crítico publicó
una página entera en un diario alemán, atacando con ferocidad la música del
compositor.
Beethoven, sin
embargo, no se alteró con los comentarios. Cuando sus amigos le insistieron
para que le respondiese al crítico, él simplemente comentó:
- Lo que tengo que
hacer es seguir trabajando. Si la música que compongo es todo lo buena que
creo, va a sobrevivir al periodista. Si logra la profundidad que espero que
tenga, va a sobrevivir al diario mismo. Entonces, si este ataque feroz de ahora
es recordado en el futuro, sólo será para utilizarlo como ejemplo de la
imbecilidad de los críticos.
Beethoven tuvo toda
la razón. Más de cien años después, la tal crítica fue recordada en un programa
de radio de San Pablo.
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