El estrés es una forma de tensión acumulada en nuestro organismo y en nuestra mente, por la negatividad que vivimos soportando la mayor parte de los días de nuestra vida.
El estrés es un estado continuo de no sentirse bien, de no saber qué hacer para cambiar ese estado tan desagradable y de no saber cómo utilizar los recursos de nuestra magia personal que son los atributos y cualidades de nuestra mente consciente y sobre todo, de nuestra mente subconsciente.
Todos tenemos magia en el conocimiento y en el uso de nuestros pensamientos positivos y cuando digo magia, me refiero al encanto del aprendizaje y de la aplicación de dicho aprendizaje, ¿acaso hay algo más útil y bello que vivir aprendiendo y creciendo espiritualmente todos los días de nuestra vida?
Todos los estados emocionales y mentales que vamos experimentando a lo largo de cada uno de nuestros días de vida tienen un mensaje para nosotros. Los estados negativos tienen su mensaje y si no escuchamos, el resultado no deseado podría llegar. No hacer caso a los mensajes oportunos del subconsciente que se manifiesta en sensaciones, imágenes mentales, sonidos internos o en la boca de otras personas, podría producir la manifestación de un resultado que no quisiéramos experimentar. Los mensajes de los estados negativos tienen que ver con cosas que estamos haciendo mal. Si perseveramos en esas acciones o actitudes, el resultado negativo o desastroso de alguna manera sobrevendrá; por el contrario, cuando prestamos atención a esos mensajes, nos damos cuenta de que nuestra sabiduría interior nos quiere decir algo y algo nos quiere enseñar.
La herramienta de la meditación de la relajación de todos los músculos de nuestro cuerpo y del silenciamiento de nuestra mente reduce notablemente el estrés y la negatividad que nuestro cuerpo se ve obligado a soportar. Tener una herramienta de poder personal es siempre preferible a no tener opciones, pues el estrés es realmente peligroso cuando nos hacemos los sacrificados y creemos que podemos aguantar y que nada va a pasar. La verdad es que sí puede pasar y con consecuencias que podrían causar mucho dolor y sufrimiento a la familia entera. Lo mejor es tomar la decisión de capacitarse, de aprender; la adquisición de un conocimiento nuevo que se transforma en habilidad, puede darle la fuerza y el poder de detectar los momentos en que haya caído en estados de estrés corporal y mental y, por supuesto, la posibilidad de neutralizar dichos efectos en cuestión de media hora o un poco más.
La meditación de la relajación muscular y del silenciamiento de la mente es relativamente compleja y es por eso que se la debe aprender de manera personal. Una vez que se aprende esta habilidad no se la olvida nunca, pues proporciona paz mental, calma corporal, energía vital nueva, equilibrio en el estado de ánimo y la capacidad de visualizar nuestros objetivos como si ya se hubieran realizado. Nos vemos en el artículo de mañana.
Motivación para mejorar y cambiar: “Voy a vencer mis temores a lo desconocido y haré la llamada que tengo que hacer y la acción que haya decidido realizar”
Ejercicio decisional: Pronuncie y escriba “He decidido hacer todo lo que haga falta para restaurar la perfección de mi salud”
Nota importante: Los programas de cambio y mejoramiento de las conductas de doce días producen personas positivas y sensatas, capaces de responsabilizarse de sus vidas, estudios o asuntos con las habilidades mentales y corporales que se aprenden.
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