jueves, 2 de agosto de 2012

La violación deja traumas, secretos para ayudar

La semana pasada abordamos la importancia y la manera de prevenir los abusos sexuales en los menores, sin embargo cuando sucede este hecho, también hay maneras de sobrellevar la situación que ayudarán al menor afectado como a la familia. Según la psicóloga de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, Pilar Ludueña, las víctimas deberán recibir un apoyo psicológico terapéutico.

A quién acudir. La Defensoría, explica Ludueña, dentro de la Unidad de Víctimas Especiales, (donde deben acudir las víctimas y familiares) cuenta con seis equipos de trabajo, cada uno compuesto por un fiscal, un abogado, una trabajadora social y una psicóloga, quienes son las personas que aportan todos los elementos y pruebas para hacer justicia, para perseguir el delito. Paralelamente a eso, la Defensoría tiene un convenio con la Fundación “Fénix” que brinda apoyo psicológico terapéutico gratuito a las víctimas de abuso sexual, y también a las víctimas secundarias que son los familiares, indicó la psicóloga. Esta situación de abuso sexual tiene su onda expansiva hacia toda la familia, y le cambia la vida, no solo en el proceso judicial, sino más aún cuando el abuso fue de parte de un familiar, acotó.

Las terapias. El primer objetivo de las terapias es sacar de la mente la historia del abuso, trabajando el fortalecimiento de la autoestima, puesto que se ve muy diezmada. Se trabaja con un proyecto de vida, con seguridad para que sea capaz de lograr relaciones sociales asertivas, para que un futuro pueda afrontar una relación con una persona del sexo opuesto en condiciones saludables. Claro que ninguna terapia logra hacer olvidar totalmente la situación del abuso. Sino más bien de que pueda desarrollar una vida, y aprenda a convivir con ello sin que le afecte negativamente. La víctima recibe atención por separado, además se trabaja por edades, sexo, y por grupos, en sesiones ambulatorias, indicó. Informes al 344-4582.

Indicadores. Por su parte, la psicóloga clínica, Martha Heredia, recomienda estar atentos ante posibles indicadores para detectar el abuso en los niños y poder acudir hacia la ayuda necesaria. Los padres deben observar cualquier cambio en la conducta del niño. Por ejemplo confusión, culpa, temor, y la sensación de que guardan un secreto. También se puede observar lesiones físicas en la zona genital, dificultad para caminar o sentarse, secreción vaginal, quejas por dolor anal o vaginal, enfermedad de transmisión sexual, enrojecimiento en la zona genital, ropa interior manchada o ensangrentada. En cuanto a indicadores emocionales, puede mostrar un lenguaje que no corresponde a su edad. Relato de actos sexuales que dan cuenta de una vivencia. Conductas sexuales inesperadas para su edad.

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