Otro ejemplo real es lo que
le sucedió a un escritor hace algunas décadas, al que llamaré OMAR. Omar llegó
muy tarde esa noche y sumamente cansado a casa; sólo deseaba acostarse y
dormir. El aire de la habitación estaba pesado, enrarecido y no lo dejaba
relajarse. Quiso abrir la única ventana de la pieza, pero ésta se resistió a
todos los forcejeos de Omar.
Como el agotamiento era demasiado, se acostó e intentó dormir; pero con ese
aire enrarecido sólo daba vueltas y vueltas en la cama, sin poder conciliar el
sueño. Los pensamientos que le revoleteaba en la cabeza era: NO PODRÉ DORMIR,
con este aire tan pesado, NO PODRÉ DORMIR y tanto que necesito descansar y no
tengo ánimo de luchar con la ventana para abrirla... NO PODRÉ DORMIR. Con esos
pensamientos, estaba colocando en su mente que se desvelaría ¿Verdad?... ¿Quién
pudiera dormir con esa orden al Cerebro?
Dentro de su desesperada situación, se le ocurrió una idea para salvar la
situación: Tomó uno de sus zapatones y lo lanzó con fuerza sobre la ventana.
Los vidrios saltaron por todas partes y el aire fresco comenzó a entrar en la
habitación. ¡Por fin podría DORMIR!... al día siguiente solucionaría el
problema del vidrio roto; ahora solo pensaba en el plácido sueño que le
esperaba y que se tenía bien merecido.
Paulatinamente se fue renovando la atmósfera y Omar notó cómo el aire fresco
llenaba sus pulmones, produciendo el relajamiento necesario, que lo llevó a
conseguir un sueño sumamente reparador. La noche se le hizo corta de tan bien
que durmió; incluso él consideró que fue una de las mejores noches reparadoras
que tuvo en su vida.
Al despertar al otro día se acordó del vidrio roto en la ventana y meditó sobre
el hecho de tener que comprar un vidrio nuevo; y, de paso, ver la manera de
arreglar la ventana para que fuese sencillo abrirla o cerrarla. Pero su
sorpresa fue mayúscula cuando descubrió que la ventana estaba tan cerrada como
la noche anterior, con el vidrio sano.
Lo que había sucedido es que el zapato fue a dar al vidrio de la vitrina que se
encontraba al lado de la ventana y lo destrozó. Omar escuchó la quebrazón y
creyó que era el de la ventana. Su imaginación le permitió Sentir el aire
fresco y se metió en la cabeza que dormiría muy bien. Su Cerebro tomó la
información e hizo actual a su cuerpo como si fuese verdad: DURMIÓ REGIO.
¿Te das cuenta cómo podemos aprovechar esos DONES que nos regaló el AMOROSO
CREADOR y tratar de ser más felices? A continuación te contaré otro ejemplo de
la vida real y que te aclarará sobre la magnitud en cuanto al alcance de lo que
te estoy comentando, cuando el tema es más importante que dormir bien una
noche.
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miércoles, 22 de agosto de 2012
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