viernes, 24 de agosto de 2012

Valores y principios

La verdad es que en los tiempos que corren, este asunto fundamental de los valores y principios suelen ser marginados y remplazados por actitudes y posiciones que con frecuencia no corresponden a una conducta cristiana, la escuché decir a una maestra en una clase donde les comentaba a sus alumnos que antes se enseñaba religión.

Si analizamos esa explicación, aunque sea rápidamente, llegaremos a la conclusión de que, aunque expresada en términos simples, está sustentada en una triste realidad tan contundente que se refleja en los noticieros de cada día: violaciones, robos, asaltos, drogadicción, disolución de matrimonios que parecían sólidos y la justicia comunitaria que cobra vidas a título, observen ustedes y valga la redundancia, de la misma justicia. Es como retomar la bíblica ley del Talión, del ojo por ojo, como si fuera un principio.

Amigas y amigos que leen esta nota, debemos considerar que en el sentido moral llamamos principio a ese juicio práctico que deriva de la aceptación del valor más básico, el de toda vida humana, es decir, el de la dignidad y el del respeto.
La aplicación de la justicia comunitaria en la población de San Matías ofrece mucha tela para cortar en el campo de los derechos humanos, que se asientan en los principios y valores universarles enseñados por Jesús, el hombre de Nazaret.

Pero, lamentablemente, los humanos más nos unimos en torno a la ira que del amor. ¿Una prueba? Llamen a los vecinos para flagelar a un supuesto ladrón. Habrá mayoría cegada por la rabia. Convoquen a brindar ayuda a los huérfanos, serán pocos los que respondan, aunque claro, con más calidad.
Espero sus comentarios.

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