miércoles, 29 de agosto de 2012

Se nos escurre la vida

Nosotros los optimistas, los que vemos un obstáculo como una oportunidad para aprender a resolver problemas y usamos la experiencia como una catapulta para acercarnos a nuestras metas, nos detenemos a pensar en el ritmo en el que estamos viviendo y llegamos a la conclusión de que estamos muy acelerados. Así también pareciera el tiempo, ya que ayer estábamos recibiendo el año 2000 y ahora estamos en pleno 2012.
Mi objetivo es que el lector vea este artículo como una señal hexagonal, roja, que dice: pare. Piense en la vida y su entorno inmediato, analice la forma en que ha estado viviendo y observe los resultados que ha obtenido. Que revise sus probables metas y, si no las tiene, determine qué quiere lograr en la vida.
El famoso sabio: El Rey Salomón, escribió como metas ideales: riqueza, honra y vida, aconsejándonos que no estemos detrás de las riquezas que se obtienen rápido, porque por lo general no tienen un origen digno (alguien es perjudicado), que seamos íntegros y pensemos antes de hacer las cosas, que tratemos de tener buena reputación con los hombres y con Dios.
Disfrutemos de cada momento de la vida que tenemos, recordando que más feliz es el que da, que el que recibe. También que los detalles son importantes y que las cosas simples tienen mucho sabor. No olvidemos de tener incluido el ingrediente infaltable: el amor, sin el cual todo es cero al cociente, no vale nada.
(Dr. José Callaú Barbery)

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