viernes, 24 de agosto de 2012

Cómo afrontar las , derrotas

Llanto, pesar, rabia, frustración, desolación y muchos otros sentimientos son los que producen la derrota o el fracaso de no lograr los objetivos que nos trazamos. El más claro ejemplo de ello son las derrotas deportivas y las más cercanas muestras de ello fueron las pasadas Olimpiadas de Londres. El otro lado del podio mostró caras tristes y gestos de desconsuelo de aquellos atletas que dedicaron cientos de horas, entrenamientos sacrificados y años de preparación que quedaron en el camino.

Sin embargo, el gran reto de todo deportista y de cualquier persona en otros ámbitos de la vida es lograr superar esos sentimientos y salir adelante. ¿Cómo lograrlo? es una tarea que no resulta sencilla, que muchas veces cuesta, pero que se puede lograr si se siguen algunos consejos y recomendaciones.

“Es muy importante entender que la derrota o el fracaso provoca en las personas una sensación similar a la del duelo y como todo duelo tiene un proceso. Entonces no hay un pase mágico ni una receta para hacer que en segundos se supere. No hay cómo evitar las sensaciones de no creer que sea verdad, rabia, tristeza o de renegar incluso de Dios. Lo importante es lograr superar ese duelo y seguir adelante”, sostiene la sicóloga Jeannette Paredes.

Coincide con esas apreciacionnes el sicólogo deportivo Israel Terrazas que no es un tema que se pueda superar de la noche a la mañana “Es como cuando fallece algún familiar o persona cercana. El duelo no se supera de la noche a la mañana y a veces puede llevar años en superarlo. Lo importante en el deporte y en otras situaciones de la vida es contar con las herramientas para afrontar esa situación”, dice Terrazas.

Esas herramientas se van fortaleciendo desde la niñez y en el deporte, explica el sicólogo, se debe trabajar en el triángulo que forman el deportista, su entrenador y los padres. “El padre es el que generalmente trae al niño a una actividad deportiva y él tiene que ser su primer sostén y apoyo emocional, sobre todo quitándole presión y haciendo que el niño sienta que se divierte. Lamentablemente muchas veces los padres tratan de que sus hijos realicen sus sueños frustrados o los condicionan diciéndoles de que si ganan les regalarán una cosa u otra. Ellos deben ser más comprensivos y minimizar el efecto que tenga una derrota, escucharlos y ponerse en el lugar del niño”, explica el también docente del Instituto Superior de Actividad Física (Insaf)

El maestro, el entrenador y el padre tienen espacios diferentes, pero deben interactuar con el niño sobre todo en términos afectivos, aconseja Paredes “Un profesor o entrenador que tiene la sensibilidad, las habilidades sociales y además la madurez emocional va a tratar de crear de esta experiencia un estado reflexivo, de abocarse no tanto en la derrota, sino en la persona que es el alumno. Si es hábil, puede hacer una gran diferencia, porque va a orientar hacia las próximas metas, hacia las capacidades y no se va a atorar en la derrota; es por eso que son vitales en la formación de la personalidad que en el futuro esa persona tenga. No saber intervenir adecuadamente en ese momento puede ser una derrota para siempre”, enfatiza Paredes.

Por eso es que una preparación deportiva adecuada empieza trabajando antes y después de una competencia problemas como la ansiedad y la frustración. “Antes que pensar en ganar un campeonato o grandes metas es importante planificar objetivos por cumplir, que pueden ser simples o pequeños, como por ejemplo mejorar el saque en el tenís o tratar de convertir un gol en el fútbol, pero que una vez cumplidos, o no, analizar qué se hizo bien o que cosas se cree que se pueden mejorar. El proceso de adaptación a las derrotas, superarlas y afrontarlas es que la persona pueda decir ‘no lo pude conseguir hoy, pero lo puedo lograr en la próxima competencia”, dice Terrazas.
El problema es que la mayoría de las personas somos muy poco tolerantes al fracaso y esto puede llevar a un bajón anímico muy grande, sobre todo en aquellos que se valoran a sí mismos más por sus logros que por su forma de ser, lo que puede derivar en depresiones, inapetencia, imsonio e incluso alterar las relaciones con la pareja, familiares y amigos.
Para evitar llegar a esas situaciones es importante “Primero respetar el proceso de duelo. Luego de que esto pasa viene la etapa de resignación, pero a veces puede persistir la tristeza. Para eso es importante la red social (pareja, amigos, familiares, colegas, etc) que tengamos. No puedo trabajar solo. Si esa red, que no se debe confundir con las redes de la Internet, son fuertes y contenedoras nos ayudarán a superar esa etapa”, indica la sicóloga.

“Es importante también que se convierta en un hábito hacerse autoevaluaciones, no para criticarse y buscar defectos, sino buscando los puntos positivos. Hay que recordar que se avanza mejor de peldaño en peldaño que intentando subir diez de un solo paso”, recomienda Terrazas. A lo que Paredes agrega que no hay que olvidar de que trabajar en la superación personal no evita que volvamos a pasar momentos difíciles, pero sirve para “acolcharnos la vida, y el dolor y la frustración serán menos dolorosos y la frustración será más leve.

CONSEJOS

- Tomar en cuenta que los fracasos o derrotas son también una buena oportunidad para aprender y corregir errores y al hacerlo se puede afrontar otros retos con mejores posibilidades de triunfar.
- No trate de escapar ni trate de negar la derrota, tampoco trate de buscar culpables. Afronte el problema y eso le fortalecerá el espíritu.
- Trate de encontrar métodos de relajación mental. Actividades como el yoga y otras técnicas de meditación ayudan antes y despues de competir o rendir una prueba.
- Una actitud positiva y siempre dar lo mejor de cada uno es buen camino para conseguir excelentes resultados
- Que el pasado no lo paralice. Siempre inténtelo de nuevo.

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