Para lograr que su creatividad fluya existen dos etapas. La primera propone, simplemente, que cambie algo pequeño de esa seguidilla de pasos que hace a diario y casi sin pensar. Por ejemplo, cambiar los ingredientes del desayuno, el camino a su trabajo, ponerse algo que hace mucho que no usa o ir a probarse ropa que jamás se pondría. En definitiva, variar algo de la estandarización de su rutina. Algo pequeño que hará comenzar a fluir su creatividad.
La segunda parte sugiere que analice su capacidad creativa. Para esto, tiene que detectar el tipo de inteligencia que predomina en usted. A grandes rasgos podemos mencionar dos tipos de inteligencia: la inteligencia receptiva y la analítica. El objetivo es compensar su capacidad para que su creatividad fluya./
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