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lunes, 7 de diciembre de 2015
Prevención y Consejos: Cómo reducir el estrés en los momentos de caos
Los desastres naturales, movimientos sociales y colapsos económicos amenazan día a día con quitarnos la tranquilidad con la que vivimos, sin embargo, existen formas de poder mantenernos en nuestro centro ante situaciones adversas y poder salir de ellas con mayor rapidez.
Cada día que los problemas parecen estar más cerca de nosotros, más parecen afectarnos y sentimos que ante el caos que vemos alrededor es poco lo que podemos hacer.
Es como si pensáramos que no hay elección cuando vemos que las noticias están llenas de inundaciones, terremotos, marchas, protestas, guerras y la economía va en picada; tanto que a veces me he preguntado cómo es que no estamos completamente estresados como sociedad (¿O sí lo estamos?)
Bueno, la verdad es que la incertidumbre en el caos nos tensiona y nos pone ansiosos, pero aquí les comparto algunos trucos para poder reducir el estrés en los momentos de caos en tu vida:
1) Reconoce tus emociones:
A través de las emociones nos vinculamos como seres humanos, y aunque nos identifican, si dejamos que ellas guíen en un 100 por ciento nuestras conductas, es probable que no aportemos a una solución y en realidad estemos echando más bencina al fuego. Toma un papel y lápiz y haz una lista de las emociones que te nacen al ver el caos, intenta describir cada emoción con una sola palabra.
2) Respira:
Cierra los ojos y respira profundo en una breve meditación, enfócate en controlar tu inhalación y exhalación en cuatro tiempos.
3) Descárgate conscientemente:
Si aún crees que necesitas dejar salir lo que sientes, hazlo por un tiempo limitado con una persona de confianza. Date 10 minutos para estar realmente enojado y poder conversarlo de esa forma con alguien que no te juzgue.
4) Practica la empatía:
Ponte en la posición de los distintos actores que hay en la situación, aunque no estés en nada de acuerdo con ellos, sin descalificarlos. Generalmente todos los bandos creen tener una buena razón del por qué actúan de esa forma.
5) Mantén la neutralidad:
No tomes una posición a menos que sea absolutamente necesario hacerlo en ese momento.
6) Actúa:
Ve si después de todo esto puedes (o sientes que debes) hacer algo al respecto de la situación más que dar tu opinión. Si es así, anda y hazlo, si no mantén tu centro.
Cuando logramos llegar a un estado donde no enjuiciamos (no le ponemos la etiqueta de bueno o malo) a las cosas, las emociones se calman y la mente se libera de la reacción automática de quejarse por lo que no le gusta, y podemos lograr una paz interior que evita el estrés.
De este modo una vez que decidas actuar lo podrás hacer de manera constructiva y apuntando a lograr que la situación se ordene.
Al estar tranquilo es mucho más fácil construir y dialogar para resolver las situaciones que nos molestan de manera más eficaz.
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