TODA ADVERSIDAD LLEVA LA SEMILLA DE UN BENEFICIO EQUIVALENTE O TAL VEZ MAYOR. «Pero,
¿y si tengo un defecto físico? ¿De qué manera me va a ayudar un cambio de actitud?», podría usted preguntar.
Tal vez la respuesta se la pueda dar la historia de Tom Dempsey, un muchacho inválido de nacimiento.
Tom nació sin medio pie derecho y con sólo un muñón por brazo derecho. De niño hubiera querido participar
en actividades deportivas como los demás muchachos. Sentía un ardiente deseo de jugar al fútbol americano.
Como consecuencia de este deseo, sus padres le mandaron hacer un pie artificial de madera.
El pie de madera
fue acoplado a una bota especial de fútbol. Hora tras hora, día tras día, Tom hacía prácticas, dándole al balón
con su pie de madera. Intentaba una y otra vez efectuar tiros libres a distancias cada vez mayores. Llegó a ser
tan hábil que fue contratado por el equipo de los Santos de Nueva Orleans.
Los gritos de 66.910 aficionados pudieron escucharse en todos los Estados Unidos cuando, en los últimos
dos segundos del partido, Tom Dempsey -con su pierna tullida- batió un récord, efectuando un tiro libre a 63
yardas de distancia (unos 60 metros). Era el tiro libre más largo jamás efectuado por un jugador profesional de
fútbol americano.
Ello permitió a los Santos ganar por un tanteo de 19-17 a los Leones de Detroit.
«Hemos sido derrotados por un milagro», comentó el entrenador del equipo de Detroit Joseph Schmidt. Y,
para muchos, fue un milagro... una respuesta a una plegaria.
«Tom Dempsey no ha lanzado este tiro libre, lo ha lanzado Dios», dijo el zaguero de los Leones, Wayne
Walker.
«Interesante. Pero, ¿qué significa para mí la historia de Tom Dempsey?», podría usted preguntar. Nuestra
respuesta sería: «Muy poco... a menos que usted adquiera la costumbre de reconocer, establecer un nexo,
asimilar y utilizar los principios universales, adoptándolos como propios. Y después emprenda una acción
conveniente».
¿Y cuáles son los principios contenidos en la historia de Tom Dempsey que usted podría aplicar, tanto si es
un disminuido físico como si no? Dichos principios los pueden aprender y aplicar tanto los niños como los
mayores:
- La grandeza está reservada para aquellos que adquieren un ardiente deseo de alcanzar altos objetivos.
- El éxito lo alcanzan y lo conservan quienes lo intentan y lo siguen intentando con una AMP.
- Para convertirse en un experto en cualquier actividad humana hace falta práctica... práctica... práctica.
- El esfuerzo y el trabajo pueden resultar divertidos cuando se fijan unos determinados objetivos deseables.
- En toda adversidad hay la semilla de un beneficio equivalente o tal vez mayor para aquellos a quienes una
AMP les induce a convertirse en personas de éxito.
- La mayor fuerza del hombre estriba en la fuerza de la plegaria.
Para aprender y aplicar estos principios, vuelva hacia arriba su talismán invisible por la cara de la AMP.
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