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viernes, 29 de abril de 2016
Aprende a amarte
Piensa en tres personas que amas. Sin trampa, no te saltes este paso... ¿Lo hiciste? Seguro que entre esos nombres no está el tuyo, pues normalmente, esa idea de amor hacia uno mismo, no pasa por tu cabeza. Sin embargo, tu relación contigo y tus experiencias serían gratas si te amaras.
La pregunta es cómo, más si en el fondo vives entre dos aguas. “Cada persona tiene una autopercepción que oscila entre extremos: uno, “dudo de mí”, y dos, “creo en mí”, explica Natalia Cordero, del centro de meditación Brahma Kumaris, en La Paz.
En el primer concepto, la mirada hacia uno se basa en vivencias negativas del pasado, como equivocaciones y errores que se han cometido. También en cómo se percibe uno a través de los conceptos de padres y profesores, personas que influyen en la infancia y en la construcción de la autoimagen y, por ende, de la autoestima.
“Si de niño uno recibe calificativos como tonto, torpe, inútil —lo que no es cierto— se forma una opinión pobre de sí. Eso se graba en el subconsciente como una tendencia de personalidad”.
En cambio, el segundo concepto se origina en parámetros positivos como “logro lo que me propongo”, “alcanzo el éxito”, “soy feliz”, “soy capaz” y otros. Esas ideas también se forman en la infancia y construyen una personalidad fuerte, que puede ser reafirmada por los adultos importantes que han alentado y apoyado al entonces niño. “Por tanto, la persona tiene una buena opinión de sí mismo, de su entorno, de la vida”, dice María de la Luz Krebes, facilitadora en Constelaciones Familiares, Santiago.
Para lograr una autoaceptación y una buena autovaloración que terminen con los altibajos entre los dos extremos mencionados, debes saber que la naturaleza humana es el amor. “Si no soy capaz de amarme, primero a mí y luego a los demás, quiere decir que se ha producido una herida en el alma”, advierte Cordero, quien valora la fe en Dios para este propósito.
Entonces, es momento de regalarte tiempo para sanar y aprender a amarte. “La vida sin la experiencia del amor parece una uva sin jugo. Por eso se lo busca tanto al tratar de restaurar la integridad del corazón del ser”, se lee en la página oficial de la Universidad Brahama Kumaris de México, una institución mundial que reconoce la bondad intrínseca de los seres humanos.
Para amarte considera:
1.- Entender quién eres. El conocimiento espiritual enseña la verdadera identidad, que es lo interior y no el cuerpo (lo exterior) que es un vehículo de expresión para el alma y para interactuar con los demás. “Debemos comprender que somos seres espirituales con experiencias humanas y no seres humanos con experiencias espirituales”, se enseña.
2. Reconoce lo bueno que eres. Todo ser tiene algo positivo, desde sentimientos hasta virtudes. “Somos en esencia paz, amor, felicidad y pureza. Si no actúas como lo que eres es que tus cualidades están dormidas”, dice Cordero.
3. Reconoce qué debes cambiar o mejorar. “Es responsabilidad de cada persona determinar sus aspectos negativos, en lo emocional o conductual; solo así podrá cambiarlos”, recomienda Krebes.
Por medio de la autoobservación y meditación puedes detectar cómo son tus pensamientos, sentimientos, palabras y actitudes. “En esa introspección sabrás qué es lo que crea conflictos y malos entendidos, incluso dolor y sufrimiento para ti mismo”, detalla Cordero.
Con valentía, uno debe admitir y afrontar los grises de su personalidad, sin culpa ni autocastigo, “pero sí con responsabilidad, teniendo la disposición de cambiar”, sugiere Krebes.
“Si optas por aceptar que eres responsable de tus experiencias, tanto de las buenas como de las supuestamente malas, tendrás la oportunidad de superar y dejar atrás el efecto del pasado. Puedes cambiar; puedes ser libre”, escribe Louise Hay en su best seller Ámate a ti mismo. Así, te sentirás a gusto contigo mismo y pondrás color a tu vida.
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