domingo, 29 de mayo de 2016

¡Los años se pasan volando!

1. TEORÍAS SOBRE EXPERIENCIAS MEMORABLES
Esta teoría indica que tenemos una tendencia a medir el tiempo según nuestras experiencias “memorables”. Cuantas más vivencias relevantes,
o dignas de recordar tengamos, más nos “cundirá” el tiempo.
Todos nos acordamos de nuestras primeras veces: el primer beso, el primer día de la universidad, nuestro primer viaje… Cuando somos pequeños todo es nuevo e inolvidable. A medida que nos hacemos adultos, la vida es más rutinaria. Pero lo cierto es, que cuando hacemos una escapada de fin de semana, o nos salimos de nuestro círculo de confort, parece que el tiempo
pasa más rápido.

2. TEOR ÍA DEL GASTO ENERGÉTICO CEREBRAL
En relación con la teoría anterior, cuando una experiencia es nueva, cuando nos salimos de la rutina, nuestro cerebro gasta más energía: tiene que estar más alerta y procesar mayor volumen de información y datos que cuando la experiencia es repetida. Este esfuerzo mental, produce la sensación de que el tiempo se alarga.
Llevar una rutina, representa una ventaja adaptativa porque permite que nuestro cerebro funcione de forma más automática y “ahorre” energía. Sin embargo, ese “ahorro” es justo lo que acelera nuestra percepción del tiempo.

3. TEORÍAS SOBRE LA
RELATIVIDAD DEL TIEMPO
Esta teoría, descrita por Paul Janet, defiende que no podemos percibir a todas las edades el tiempo del mismo modo, porque no hemos vivido lo mismo. Para un bebé, un año es el 100 por ciento de su vida. Para un niño de 10 años, supone el 10 por ciento y para un adulto de 50 años solo 2 por ciento .

4. TEORÍA DE LA PRESIÓN DEL TIEMPO
Esta es una de las teorías que mejor explican por qué percibimos el tiempo más rápido a medida que cumplimos años: se ha demostrado que la percepción del tiempo se acelera cuando sentimos la “presión del tiempo”. Esa sensación que todos hemos tenido de “no llegar a todo”.
Se ha visto que esa tensión, ese estrés, se da sobre todo entre personas de 20 a 59 años. Y, es lógico, puesto que en esas edades es cuando más responsabilidades solemos abarcar.

5. TEORÍAS EMOCIONALES
Últimamente se está hablando del papel de las emociones en la percepción subjetiva del tiempo. Parece que sentirse triste ralentiza el tiempo. Conseguir estar relajado y tranquilo también.

¿Qué puedes hacer para que tu percepción del tiempo se alargue?
Lánzate a la aventura: vivir nuevas experiencias, de alguna forma, ralentiza la percepción del tiempo. ¡Vive la vida y haz cosas que nunca has probado! Prueba ese plato picante, vete de vacaciones a un lugar nuevo, sal a pasear durante el amanecer, entabla conversación con alguien, apúntate a algún curso…
Aprende técnicas de relajación: ayuda a reducir el estrés y disminuye la presión del tiempo.
Practica meditación: estás prácticas nos ayudan a vivir en el presente y mejoran los circuitos neuronales implicados en la atención, memoria y funciones ejecutivas que se han relacionado con la percepción del tiempo
Aprende a ser más organizado: la organización también reduce la presión del tiempo. Puedes seguir algunos de estos consejos: crear listas de tareas, hacer un calendario con todo lo que hay que hacer, gestionar bien el tiempo y delegar responsabilidades cuando sea necesario.

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