Las palabras tienen un poder múltiple, producen varios efectos en nuestro cuerpo, en nuestra mente, en nuestras relaciones y en nuestro mundo en general.
Si las palabras que utilizamos de alguna manera se han vuelto negativas por la incesante repetición, esas palabras nos mantienen esclavizados mentalmente si no cambiamos su uso y las sustituimos por palabras más precisas que sean veraces y positivas.
Las palabras negativas pueden producirnos daños muy severos y dolorosos en nuestra vida y en nuestros resultados y eso pasa con todo ser humano, por lo tanto, las personas que se consideren listas para aprender, de seguro aprenderán.
Un vocabulario negativo y cargado de falsedad podría provocar daños al ser humano, a su familia y, sobre todo, a su salud y es por eso que tenemos que aprender a revisar nuestro vocabulario habitual y no sólo las palabras, sino la manera en que las decimos y la frecuencia con que las repetimos entendiendo que las palabras son fuerzas creadoras y si crean falsedades, las falsedades terminan por desintegrarse como castillos de naipes soplados por la brisa; en cambio las creaciones veraces, se sostienen en el tiempo por su funcionalidad y por su productividad equilibrada y ecológica.
La naturaleza funciona siempre eficientemente y todo lo que no es eficiente termina por convertirse en objeto obsoleto que es carcomido por el tiempo, por esta razón debemos aprender a hacer las cosas como las hace la naturaleza y añadirle la inteligencia de la buena fe que tengamos en el corazón.
A modo de ejercicio podremos iniciar una revisión de las palabras que utilizamos con mayor frecuencia y, sobre todo, con sentido negativo y elaborar la lista de esas palabras para dejar de utilizar dichas palabras que causan daños, molestias y dolor pues esas palabras están en contra del sentido de la vida y lo que hay que hacer es aprender nuevas palabras que tengan un sentido que esté a favor de la vida, a favor del universo y a favor del concepto de la evolución del ser humano y de la especie.
A manera de ejercicio concreto vamos escribir algunas afirmaciones para mejorar nuestro vocabulario habitual: “Por mis errores y por mis aciertos, la responsabilidad es mía, solo mía”; “La humanidad es una y todos avanzamos para aprender y para mejorar”.
Solo tiene que escribir diez veces cada afirmación y si le encuentra algún sentido o beneficio, puede hacer más repeticiones escritas hasta que se vean y se noten las mejoras en su vida y en su actitud en general.
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