Como acaba de empezar la primavera, estación que cada año remoza los conceptos del amor y de la belleza, además de otras inspiraciones sobre las flores y los sentimientos positivos, me permito pedirles que centremos nuestra atención en un aspecto muy particular: la amistad.
De la amistad se dice mucho y existe una amplia variedad de criterios. Entre otros se dice, por ejemplo, y es un dicho muy común, que amigos hay pocos, pero conocidos hay harto, y que cuando se encuentra uno hay que saber conservarlo.
Está claro que la amistad es un valor universal. En un libro de texto para estudiantes de secundaria leí lo siguiente: para que la amistad sea verdadera, debe existir algo en común y, sobre todo, estabilidad. El interés común puede ser un pasatiempo, por citar algo.
Bueno, por otro lado, hay que considerar que, a a pesar de todo lo que se diga o de las creencias, es incontrovertible el hecho de que la misma vida nos va dando amistades, unas sólidas y otras menos. Y esto se puede entender mejor sobre la base del contenido del refrán que dice: Aficiones y caminos hacen amigos.
Para concluir estas reflexión primaveral hay que admitir que ser amigo de verdad no es fácil. Pero sí es hermoso tener amistades verdaderas para dialogar, ayudarse mutuamente, disfrutar y caminar en la vida, ¿no es cierto?
Recuerdo a un profesor que sobre este aspecto expresó: “Aunque cueste, vale la pena el esfuerzo que requiere ser y tener una real amistad, cuidándose de aquellas que buscan intereses egoístas”.
Oswaldo
No hay comentarios:
Publicar un comentario