sábado, 10 de septiembre de 2016

Consejos para manejar el estrés laboral

Ha llegado septiembre , te da la impresión de que todo el año se te viene encima y tienes demasiadas cosas que hacer…Las responsabilidades desbordan tu agenda y apenas te queda tiempo para respirar: estás realmente estresado -y no es la primera vez que te sientes de esta manera. Esta situación no puede seguir así: es hora de tomar medidas y de realizar algunos cambios para manejar el estrés laboral.

Lo mejor de ti

Si el estrés se convierte en crónico puede llegar a aplastar la autoconfianza, disminuir la concentración y atentar contra el bienestar general. Por eso, es importante controlarlo. Debes tener en cuenta que el estrés surge cuando sientes que las cosas se escapan de tu control. Por esta razón, es importante identificar qué puedes controlar -tus acciones, tus respuestas- y qué no.

Luego de que lo hayas hecho, concéntrate en las primeras y haz tu máximo para desprenderte de las segundas. De esta manera, estarás dando lo mejor de ti misma.

Respira profundamente

Si te sientes abrumado, tenso y necesitas despejar tu cabeza: respira profundamente. Esta práctica te ayudará a recuperar tu equilibrio interior. Inhala durante 5 segundos, mantén el aire y exhala en la misma cantidad de tiempo. Te sorprenderá constatar los grandes beneficios que tiene esta técnica de respiración para reducir el estrés.

Elimina las interrupciones

Cuando estamos trabajando, mails, llamadas urgentes y mensajes de texto nos bombardean constantemente. Esto atenta tanto contra nuestra concentración, como contra la calidad de nuestro trabajo. Por eso, intenta controlar cómo reaccionas ante estas distracciones: evita todas las que puedas y crea estrategias para que no incidan en tu trabajo. Puedes, por ejemplo, fijarte horarios para consultar tu celular y tu correo.

Date pausas

En general, solemos pensar que cuanto más trabajo acumulemos, más productivos seremos. Esto no es cierto: sucede exactamente lo contrario. Así, a medida que transcurren las horas nuestro nivel de concentración va disminuyendo. Por eso, para maximizar nuestra productividad es imprescindible tener intérvalos de descanso. Cada 90 minutos, tómate 10 de descanso; aprovecha, por ejemplo, para estirar tus músculos contracturados. De esta manera, aliviarás el estrés y recuperarás energías.

Identifica al estrés autoimpuesto

Solemos estar constantemente buscando la aprobación de los demás; esto no es sano. Deja de enfocarte en las cambiantes percepciones de quienes te rodean y concéntrate en fortalecer la confianza en ti mismo. Lo cierto es que, paradójicamente, ni bien dejes de preocuparte por la imagen que los demás tienen de ti, ésta mejorará y será más plausible que impresiones a quienes te rodean. Recuerda: la estima que los demás te tienen es equivalente a tu autoestima.


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