domingo, 31 de julio de 2016

Lecturas sutiles ¿Se puede reestructurar los pensamientos?

Tal vez muchos de nosotros hemos escuchado alguna vez la frase “si quieres cambiar tu vida, tienes que cambiar tu forma de pensar”, y la verdad es que tiene mucho sentido, ya que cambiar la forma de pensar tiene que ver con el hecho de conocer cómo nuestro sistema cognitivo procesa la información del entorno, donde dicho procesamiento nos va a permitir interpretar la realidad de una manera y no de otra.

Así, podrán acontecer las denominadas distorsiones cognitivas o formas erróneas de procesar la información, lo cual nos llevará a interpretar la realidad de una manera disfuncional experimentando la mayor parte del tiempo sentimientos de frustración y malestar emocional.

En este sentido, la terapia Cognitivo Conductual tendrá por objetivo identificar dichas distorsiones cognitivas para luego, a través de determinadas técnicas y estrategias, buscar la forma de reestructurar el pensamiento, es decir que es posible que las personas aprendan a cambiar sus formas de pensamiento distorsionadas por otras más adaptativas o funcionales.

Un punto importante para comenzar el proceso de reestructuración cognitiva es lograr identificar los pensamientos automáticos presentes en nuestras vidas. Los pensamientos automáticos son una forma de ideas que todas las personas experimentamos de manera involuntaria en determinadas situaciones, son pensamientos involuntarios porque solamente aparecen de acuerdo a las circunstancias, no necesitamos hacer algún esfuerzo para que se hagan presentes.

Por ejemplo, existen personas que cuando suena el teléfono y están esperando a su hijo/a o a alguien significativo, tienen el pensamiento automático “seguro tuvo un accidente” o “algo muy malo le sucedió”, pero luego se sorprenden cuando contestan el teléfono y constatan que solo era un número equivocado o era la simple llamada de un familiar para saludar.

Es importante saber que nuestros pensamientos automáticos pueden pasar desapercibidos, pues muchas veces estamos inmersos en una rutina de vida que no nos permite tomar conciencia de todo lo que pensamos o hacemos, es decir vivimos de manera automática.

Por otro lado, nuestras emociones no son algo que pasen desapercibido, pues experimentar la mayor parte del tiempo tristeza, miedo, ansiedad y enojo no es muy agradable. Así, una forma para poder detectar los pensamientos automáticos será a través de las emociones. Entonces cada vez que experimentemos alguna emoción negativa será importante preguntarnos inmediatamente qué es lo que se acaba de pensar o qué idea o pensamiento pasó por la cabeza. En el ejemplo citado anteriormente es seguro que las personas primero experimentaron ansiedad o miedo, o malestar en el estómago o dolor de cabeza antes de ser totalmente concientes del tipo de pensamiento automático que estaba produciendo ese malestar emocional y físico.

De esta manera conocer nuestros pensamientos automáticos será solo el primer paso para comenzar el proceso de reestructuración de pensamiento, el siguiente paso consistirá en encontrar creencias o esquemas de pensamiento que deberán someterse a prueba para poder lograr una verdadera y profunda reestructuración de pensamiento.

Para terminar, no olvidemos que será importante identificar nuestros pensamientos automáticos para poder comprender porqué nos sentimos mal en ciertas ocasiones, ese será un paso importante para comenzar a cambiar nuestras vidas.

NOTA: Para cualquier consulta o comentario sobre la columna, contactarse con Claudia Méndez del Carpio al correo

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