El presidente de una empresa del Medio Oeste de ámbito internacional
estaba visitando su delegación de San Francisco. Vio una fotografía suya de gran tamaño en la pared del despacho
de Dorothy Jones, unas secretaria particular. «Dotti, es una fotografía más bien grande para el tamaño de esta
habitación, ¿no le parece?»
«Cuando tengo un problema, ¿sabe lo que hago?», replicó Dorothy. Sin aguardar la espuesta, lo demostró
prácticamente, colocando los codos sobre el escritorio, apoyando la cabeza sobre los dedos de sus manos
dobladas y levantando los ojos hacia la fotografía. «Jefe, ¿cómo demonios resolvería usted este
problema?», dijo.
Los comentarios de Dotti parecen un poco chistosos. Y, sin embargo, la esencia de su idea es
sorprendente. Tal vez tenga usted una fotografía en su des pacho, en su casa o en su cartera, capaz de
darle la respuesta adecuada a una importante pregunta de su vida. Puede ser la fotografía de su madre,
de su padre, de su esposa, de su marido... de Benjamín Franklin o de Abraham Lincoln. Puede ser la
representación de un santo.
¿Qué le dirá la fotografía? Hay un medio de averiguarlo. Cuando se enfrente con un serio problema o
decisión, diríjale la pregunta a la fotografía. Y preste atención a la respuesta.
Otro ingrediente esencial para cambiar su mundo consiste en tener precisión de objetivos, uno de
los 17 principios del éxito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario