Familia y amigos

Al dejar su cargo, el expresidente de una transnacional dirigió a sus ex compañeros de trabajo el siguiente discurso:
Imagínense la vida como un juego de malabares con cinco pelotas en el aire. Para cada uno de ustedes estas son:
- Tu trabajo,
- Tu familia,
- Tu salud,
- Tus amigos y
- Tu vida espiritual,
Y cada uno mantiene todas estas pelotas en el aire.
Pronto se dan cuenta que el trabajo es como una pelota de goma. Si se la deja caer, rebotará y regresará.
Pero las otras cuatro pelotas: familia, salud, amigos y espíritu son frágiles, como de cristal.
Si dejan caer una de estas, irrevocablemente saldrá astillada, marcada, mellada, dañada e incluso rota. Nunca volverá a ser lo mismo.
Por lo tanto, escuchen este consejo y síganlo: Deben apreciar y esforzarse por conseguir y cuidar lo más valioso. O sea, trabajar eficientemente en el horario regular de oficina y dejar el trabajo a tiempo. Hay que darle el tiempo requerido a la familia y a los amigos.
Hagan ejercicios, coman y descansen adecuadamente. Y, sobre todo, crezcan en vida interior, en lo espiritual, que es lo más trascendental, porque es eterno.
A propósito de este, me recuerdo que Shakespeare decía: Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución. Lo único que no se resuelve es la muerte. (Recibido por Internet)