La irresponsabilidad en nuestro diario hablar produce el estado actual de nuestra salud y de nuestro desarrollo personal o la falta de él.
Normalmente no nos damos cuenta de cuán negativo es nuestro hablar ni de los efectos que produce en nuestro estado de ánimo y en nuestra alegría de vivir.
Este fenómeno se produce porque no tenemos un criterio de clasificación o un pensamiento que nos permita discriminar los pensamientos y poder de esta manera clasificarlos para poder tomar decisiones al respecto.
Como no tenemos un entrenamiento regular en el arte de pensar y de hablar en positivo, sucede simplemente lo que tiene que suceder, pensamos y hablamos en negativo y vamos creando el estado actual de nuestra salud y de nuestro cuerpo, el estado actual de nuestras relaciones y de los resultados que vamos logrando en la vida, buenos o desagradables y cada cual si analiza su vida lo sabe.
Podemos cambiar el estado de nuestro estado de ánimo aprendiendo a pensar positivamente y eso significa aprender a incorporar en nuestro lenguaje habitual nuevas palabras como “éxito”, “logro”, “meta”, “objetivo”, “sinceridad”, “perdón”, “aprendizaje y muchas otras más que irán llegando a nuestra vida.
Debemos dejar de abusar de la palabra “no” y usarla solo cuando sea necesario, además, debemos hablar en nuestro interior de las cosas que queremos en positivo y con entusiasmo, no de las cosas que no queremos porque la ley de atracción se activa con nuestro diálogo interno sentido.
A modo de comenzar por algo, anote todas sus expresiones que denotan pesimismo, crítica, opinión negativa y actitud adversa hacia otro; escúchese a sí mismo o a sí misma y cuando descubra un pensamiento destructivo, negativo o de mala calidad, después de anotarlo redacte o invéntese un pensamiento positivo que le gustaría que se manifieste en su mundo y en su experiencia personal.
“Experimentas lo que dices”, le decía esta mañana a mi esposa para que escuche lo que estaba diciendo y para que cree y ensaye un pensamiento mejor o simplemente un pensamiento positivo y con un poco de calma y paciencia lo logró, su actitud se volvió positiva al instante.
El universos se adapta de inmediato a nuestro hablar, por lo tanto, aprendamos a prestar atención a lo que decimos habitualmente y si no nos gusta la manifestación de nuestras palabras, hagamos el cambio aprendiendo lentamente a pronunciar nuevas palabras, nuevas oraciones y nuevos pensamientos que sean positivos, constructivos y edificantes.
Atención: Charla de Inteligencia Emocional: El jueves quince de marzo habrá una charla de Inteligencia Emocional con los siguientes temas: Resentimiento y rencor que enferman: cómo desprogramarlos; Control del habla habitual para desintegrar la mentalidad negativa; Experiencia de regresión para reducir dolores corporales y dolores emocionales; informaciones en los teléfonos del autor (2844284-72513317).
Nota importante: Los programas de cambio y mejoramiento de las conductas de veintidós días producen personas positivas y sensatas capaces de responsabilizarse de sus vidas y de sus estudios o de sus asuntos con las habilidades mentales y corporales que se aprenden.
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viernes, 9 de marzo de 2012
El hablar negativo: una de las causas de nuestra mala salud
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