lunes, 13 de febrero de 2017

5 minutos para ganar energía



¿Terminas agotada y lo primero que haces al llegar a casa es mirar tu móvil y ver qué está sucediendo en tus redes sociales? Esto no trae ni un tipo de beneficio, ni a tu salud física ni mental ni emocional. Lo mejor que puedes hacer es éste ejercicio, que te puede reportar unos cuantos beneficios, tanto en el plano físico como emocional. Se trata de dedicar 5 minutos a hacer un ejercicio de agradecimiento para valorar todo lo bueno que te ha ocurrido en el día. Sí, hacer esto te puede ayudar a mejorar tu tolerancia al estrés y tu capacidad de hacer frente a situaciones adversas. Y lo que es mejor, te ayudará a tener más energía durante el día y a dormir mejor. Así lo explica Roser de Tienda, quiropráctica, escritora y coach, que hace referencia a las conclusiones de un estudio llevado a cabo por la Universidad de California y Miami por dos psicólogos, Emmons y McCollough, que analizaron las consecuencias que tiene la gratitud en nuestro bienestar físico y emocional. La gratitud incluso tiene su propio día mundial, el de ‘dar las gracias’, que se celebró la semana pasada (el 4 de febrero). “Nuestra mente lo controla todo. Cuando estamos en un estado de agradecimiento y felicidad nuestro cuerpo se vuelve más resistente a la enfermedad”, cuenta Roser. Y añade: “Nuestras células se mueven al ritmo de nuestros pensamientos internos”.

Haz una lista de agradecimiento

La experta propone hacer un sencillo ejercicio al final del día: escribir en un papel una cosa o varias que hayas hecho bien o por las que estás agradecida y meter ese papel en un jarrón. Otra opción es, escribir una pequeña lista en un cuaderno o papel que puedas tener siempre a mano. “En los días en los que estás de bajón emocional puedes volver a leer estos papeles y recordar algo que a veces nos cuesta mucho: que somos buenas personas haciendo cosas buenas por los demás o por nosotros mismos”, explica Roser de Tienda.

Las cosas pequeñas son las que cuentan

Pero para hacer este ejercicio es necesario ser muy concretas. Es decir, no hay que divagar en cosas generales ni en el pasado. Hay que centrarse en el presente y tener en cuenta las cosas más pequeñas que te han ocurrido durante el día. “Cuanto más concretos seamos, mejor. Las generalidades son algo vago y menos tangible. No calan con la misma profundidad en nuestro organismo ni tienen el mismo efecto de bienestar que cuando pensamos en un hecho concreto por el que dar las gracias y que, probablemente, nos saque una sonrisa”, explica Roser, que hace referencia a esas cosas tan pequeñas pero que nos llenan el alma. Un ejemplo es ese chiste que le contaste a alguien que pasaba un mal momento y que le hizo sonreír.

En los días malos...

Todas tenemos días malos en los que no somos capaces de encontrar algo positivo por lo que ser agradecida. En estos casos la experta recomienda algo un poco radical, pero sin duda efectivo. Pregúntate: “Si hoy fuese el último día de tu vida, ¿lo vivirías así de negativo? ¿Qué harías o qué no harías hoy? Los problemas se relativizan si los sitúas al lado de algo más grave”, asegura Roser de Tienda, que asegura que con la práctica constante de este ejercicio consigues alcanzar un estado de ánimo positivo que te permitirá identificar los mejores instantes de tu vida incluso en un día gris. Eso a largo plazo, porque los beneficios inmediatos son una mayor conexión con los demás, una valoración optimista de uno mismo y una gran ayuda para focalizar nuestros objetivos personales y laborales.

Por la mañana

Aunque el mejor momento para practicar este ejercicio de agradecimiento es por la noche, los expertos también recomiendan hacer una versión más corta del mismo al levantarnos por la mañana. Basta con dedicarle tan solo 1 o 2 minutos, antes de levantarte de la cama. “Se trata de despertarnos conscientemente, sentir nuestro cuerpo y mentalmente agradecer que tenemos otro día para vivir y para cumplir nuestros sueños, dar las gracias por el confort de las pequeñas cosas, por nuestro trabajo, por nuestras familias… ¡hasta por nuestra cafetera!”, dice la experta. /



8 COSAS QUE TE DAN MÁS ENERGÍA EN LA MAÑANA

Los amantes del café no concebimos esos primeros momentos del día sin una taza. Es más, puede que tomarlo sea uno de los momentos del día más placenteros. Eso es así. Y aunque no queremos restar méritos a las bondades del café, hay otras muchas cosas que puedes hacer para tener más energía gracias a las conclusiones obtenidas en diversos estudios realizados al respecto.

3 Respiraciones al levantarte. Tres respiraciones lentas y profundas por la nariz antes de levantarnos para así enviar oxígeno al cerebro y al cuerpo para que se vaya activando, es esencial para comenzar el día recargada. Y es que cuando dormimos nuestra respiración es involuntaria, la controla el cerebro, y se mantiene funcionando durante toda la noche sin problema con una intensidad menor a la normal. Asimismo, se oxigenan las células, órganos y sangre y se permite que el sistema nervioso funcione mejor. Para hacerlo toma tres respiraciones lentas y profundas en cinco tiempos cada una. Mantén después ese aire en otros cinco tiempos para darle tiempo al oxígeno a que se reparta por todo el cuerpo. Termina exhalando en un tiempo.

Así activarás poco a poco tu organismo y aumentarás tu energía para entrar en movimiento.

Adiós “snooze”. Lo de “cinco minutitos más” y apagar el despertador para que luego vuelva a sonar cinco minutos después, no es buena idea. Y puede afectar de manera directa a tu estado de ánimo y a tu energía. Y es que si haces eso, confundes a tu cerebro.

Que entre luz natural. Según han probado diversos estudios la luz natural es capaz de estimular poco a poco la secreción de cortisol, la hormona responsable de nuestro despertar. Y eso se traduce en un despertar espontáneo y gradual. En cambio, cuando el despertar es brusco, el cortisol sigue estando bajo y esto puede acarrear estrés y ansiedad.

Bebe agua. La deshidratación puede dificultar la puesta en marcha de nuestro organismo por las mañanas, sobre todo teniendo en cuenta que durante la noche nuestro cuerpo lleva unas cuantas horas ayunando y sin agua. Por eso expertos recomiendan beber un vaso de agua con limón apenas nos levantamos.

Desayuna bien. Aunque el desayuno perfecto va a depender del día que vayas a tener por delante, es importante hacer un desayuno energético a partir de un zumo verde que contenga espinaca, lechuga romana, manzana o pera, apio, limón y medio plátano (opcional), y acompáñalo con avena, con semillas de chía, acai y pasas, o una tostada acompañada de aceite de coco, tomate y aguacate.

No mires el móvil. Si eres de las que lo primero que hace es chequear el correo electrónico, conectarte a Facebook o mirar Instagram, lo haces mal. Cámbialo por poner música o leer una frase motivadora. Como evitar la tentación no es fácil –si tienes el móvil a mano lo vas a mirar–es mejor dejar el teléfono fuera de la habitación por la noche. Así no será lo primero que mires nada más levantarte y conseguirás que las ondas electromagnéticas que transmite cualquier aparato electrónico no afecten a tu campo magnético y, por tanto, no afecten a tu descanso ni te reste energía.

Abraza, abraza y abraza. A tu pareja, a tus hijos, a tus compañeros de piso... Y es comenzar el día con alegría y conexión puede resultar más gratificante de lo que crees. De hecho, son varios los expertos que confirman los beneficios de poner en práctica la terapia de abrazar árboles: Cuanto más grande sea el árbol, mejor. Abraza un árbol unos minutos. Eso te llenará de energía vibrante de la naturaleza.

¡Muévete! Ya sea con un paseo, con música y baile, unos ejercicios de estiramiento…. El punto es que la energía fluya. Además, al poner en movimiento nuestro cuerpo aumenta el nivel de oxigenación en la sangre y se reducen los niveles de estrés.


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