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martes, 23 de agosto de 2016
¿Cómo saber si estoy deprimido?
A lo largo de la vida, los seres humanos pueden experimentar sentimientos de tristeza, soledad, angustia, desesperanza o ansiedad por diversas razones, lo cual no necesariamente quiere decir que la persona se encuentre deprimida. Para poder hablar de un cuadro depresivo, hay que tomar en cuenta diversos aspectos como la intensidad y duración de los síntomas, contexto en el que surgieron por primera vez y grado de interferencia en las actividades cotidianas de la persona.
Responder a la pregunta ¿qué es la depresión?, puede tener respuestas variadas, esto debido principalmente a los múltiples abordajes y ámbitos de estudio que ponen énfasis en aspectos diversos; por ejemplo, para la psicología conductista, la depresión podría ser concebida como el funcionamiento defectuoso de los mecanismos de reforzamiento y condicionamiento; para la psicología cognitiva podría tratarse de una alteración cognitiva que incide en una percepción negativa de uno mismo y de las circunstancias que le rodean, desde un modelo más biomédico las causas de la depresión están más bien atribuidas a desequilibrios bioquímicos en el cerebro, por lo que el tratamiento de la misma sería individual y a través del uso de psicofármacos, situando así al individuo como el portador exclusivo del problema.
Comprensión y tratamiento
Pensar la depresión y su sintomatología como un problema netamente individual, limita la comprensión y tratamiento de la misma, ya que la persona desarrolla estos síntomas justamente en un contexto social, familiar, biográfico y cultural donde cobran sentido. Considerando lo anterior, la depresión podría entonces (también) ser entendida como la manifestación de un desequilibrio en las relaciones dentro de un contexto particular.
Es así que desde un enfoque relacional, se puede pensar en diversos problemas capaces de desencadenar (y mantener) una depresión, como por ejemplo los duelos patológicos, desacuerdos profundos con personas significativas (colegas de trabajo, hijos, amigos, etc.), situaciones vitales de transición de rol (emancipación de los hijos, desempleo, viudez, jubilación, etc.) y las dificultades para iniciar o mantener relaciones interpersonales.
En lo que se refiere al tratamiento de la depresión, existen diferentes tipos de intervención psicológica (que pueden ser individuales, de pareja, familiares o grupales) y farmacológica, cabe referir que la medicación es utilizada como una ayuda pero no como la solución. Desde un enfoque sistémico, el trabajo psicoterapéutico, estará orientado a la construcción de nuevas narrativas acerca del futuro, re significación de eventos de la historia familiar, individual o conyugal. En todo momento, el proceso terapéutico deberá tomar en cuenta las particularidades de los individuos, parejas o familias consultantes para lograr cambios significativos y duraderos.
SÍNTOMAS
Cabe mencionar que la información que se proporcionará en los párrafos siguientes, tiene un objetivo informativo y en ningún caso reemplaza la consulta con un profesional.
• Manifestaciones emocionales:
Tristeza, anhedonia (incapacidad para sentir placer o felicidad en respuesta a actividades comúnmente placenteras), pérdida de interés en cosas que antes disfrutaba, la mayor parte del día y casi todos los días sentimientos de culpabilidad, ansiedad, disminución de la capacidad de concentración y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
Autoreproches y/o sentimientos de inutilidad presentes casi todos los días y dificultad para tomar decisiones, entre otros.
• Manifestaciones orgánicas:
Alteraciones del sueño y/o del apetito, pérdida o aumento visible de peso, en un período determinado de tiempo y sin que la persona se lo haya propuesto, fatiga o poca energía, agitación psicomotriz o dolores de la espalda, hombros y cuello.
En niños y adolescentes, además de (alguno o varios) los síntomas referidos anteriormente, se puede observar un estado anímico irascible, por ejemplo, fuertes rabietas cuya intensidad y duración son desproporcionadas respecto a la situación o provocación. También pueden manifestar agresión a otras personas, animales o propiedades, sus reacciones son incoherentes con su edad y etapa del desarrollo. Las conductas se manifiestan en diferentes espacios y con distintas personas.
PSICÓLOGA
Jimena Araos Silva, es Psicóloga Clínica, Magíster en Psicología Clínica con Mención en Psicoterapia sistémica por la Universidad Católica del Norte (Chile), Licenciada en Psicología en la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba.
Diplomada en Educación superior por la Universidad Mayor de San Simón. Diplomada en Derechos Humanos: Atención integral a víctimas de trata y tráfico por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas
Ha sido docente en postgrados en la Universidad Católica San Pablo Cochabamba y Universidad Mayor de San Simón.
Se ha desempeñado como psicóloga en diversas organizaciones no gubernamentales donde trabajó con temáticas de derechos humanos, género, familia, niñez, prevención de la violencia y no discriminación. Fue coordinadora de la oficina del Servicio Jesuita a Migrantes de la Ciudad de Antofagasta, Chile, donde trabajó con familias de refugiados e inmigrantes.
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