En la temporada de fin y principios del nuevo de año los síntomas depresivos aumentan en algunas personas, debido a que se genera un sentimiento de nostalgia y presión frente a nuevos desafíos o porque se obligan a encuentros familiares no deseables.Especialistas señalan que factores sociales, culturales y climatológicos influyen en esta condición.
Presentar síntomas depresivos no es lo mismo que tener ya un trastorno crónico de depresión, pero sí deben ser atendidos porque pueden llegar a dañar la salud de las personas al modificar hábitos como el apego a tratamiento médico por otra enfermedad y alterar la dieta, entre otros.
“Es una época en la que la sintomatología depresiva puede recrudecerse y dentro de la familia hay que prestarle atención. Los factores que pueden alertarnos son retraimiento, sentir dolor en alguna parte del cuerpo como la espalda o descompensación”, explicó la directora del Instituto Psiquiátrico Gregorio Pacheco, Sandra Camacho.
Asimismo, expresó que en Año Nuevo, al igual que en Navidad, hay elementos de corte social, cultural y hasta climatológico que inciden en un cambio de ánimo tendiente a la depresión.
Mencionó que en estas fiestas hay más reuniones con la familia o amigos, lo cual favorece la añoranza por lo compartido y se genera nostalgia que es como un dolor por algo que pasó y que ya no se va a tener.
Agregó que la cercanía con la familia provoca también desencuentros y peleas, una reunión obligada por la Navidad o Año Nuevo puede generar que la gente vaya con disgusto,o se genere un vacío. También en estas fechas aumenta el consumo de alcohol que ayuda a crear un ambiente distinto al habitual, y si se llevan más allá de lo tolerable, genera estados que facilitan la depresión.
“Podemos aprovechar esta etapa, si no es molesto, para que sea a nuestro favor”, complementó la profesional.
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