miércoles, 5 de agosto de 2015

Ten cuidado de ti mismo….”

Muchos autores han escrito libros que nos han permitido reflexionar sobre situaciones diarias en nuestras vidas, más allá de nuestros contextos particulares; es decir, seamos hombres o mujeres, jóvenes o adultos, rurales o urbanos, letrados o no... todos tenemos inquietudes, aspiraciones, sueños, esperanzas e ilusiones. Y así como todos tenemos – o deberíamos tener – estas motivaciones, también contamos con “conductas de sabotaje propio” (como alguien muy bien lo llamó); en este panorama, entendemos más claramente lo que quiso decir J.C. Smuts – Primer Ministro de Sudáfrica- en un discurso enfático: “el hombre no es derrotado por sus enemigos sino por sí mismo”.

El creer que no puedo es uno de los primeros sabotajes; es decir, entorpecer intencionalmente no solo un proyecto; sino incluso tan solo una idea es parte de la estrategia para llegar de manera más directa al fracaso; mismo que puede ser entendido de muchas formas; no obstante, el esperarlo tarde o temprano hará que lo vivamos; a esto algunos lo han llamado la Ley del Comportamiento Humano experimentada hace miles de años por Job, quien de manera parafraseada dijo: “lo que temía me aconteció”.

Pero bueno, de una u otra manera, todos hemos experimentado fracasos en nuestras vidas, desde el intento de mantenernos sobre patines hasta la pérdida de una amistad por no habernos dado cuenta de su valor.

Es ahí donde vale la pena actuar en favor de nosotros y darnos cuenta que hay mucha diferencia entre fracasar y ser un fracasado….personalmente me rehúso a etiquetarme y prefiero separar al hecho de mi ser y sencillamente darle un buen uso….¿qué tal si logramos verlo como peldaño?

Kiyosaki autor de Padre Rico Padre Pobre, escribió atinadamente” a veces ganas y a veces aprendes”, entonces no se abre la posibilidad de perder.

La gente que tememos a los errores, nos negamos a asumir riesgos y con ello nos privamos de apropiarnos de conocimiento significativo para la vida….en otras palabras…..decidimos no aprender. Y qué es la vida si no un transitar de aprendizaje continuo y no tan solo lamentarse por estar en el suelo, que finalmente si lo estamos puede no ser nuestra culpa pero está en nosotros el levantarnos y esa sí es una responsabilidad que debe ser asumida con entereza porque mañana podrá ser demandada con dureza.

“Ten cuidado de ti mismo”, sabia recomendación en tono de advertencia de un hombre maduro (Pablo el apóstol) a un joven tímido e impaciente (Timoteo) quien al parecer permitió que otros lo menospreciaran por su juventud….a Timoteo por su juventud, al hombre que tiene 70 por su vejez, a la mujer que no cedió por sus principios, al adolescente que resistió por su buena educación, al niño que no golpeó por su convicción y así sucesivamente….no obstante, la recomendación está dada….el que tenga oídos para oír…oiga o mejor actúe y dejemos de sabotearnos a nosotros mismos…peldaño tras peldaño nos llevará a la cima y bien valdrá la pena habernos caído.

No hay comentarios:

Publicar un comentario