lunes, 15 de mayo de 2017

No salir de casa en todo el fin de semana rebaja la ansiedad e ilumina la mente

“Nuestras vidas están tan ocupadas y el mundo a veces puede parecer tan espantoso por las preocupaciones económicas, políticas y ecológicas, que la casa se está volviendo un lugar donde realmente poder relajarnos, un antídoto. Y permanecerá así durante muchos años”. Quien habla es Lisa White, directora del departamento de Lifestyle & Interiors de la consultoría internacional WGSN, que ya en 2015 apuntó al housewarming (algo así como “calentarse en casa”), como una corriente de largo recorrido en la que los consumidores buscan redescubrir el arte de vivir el momento, de gozar de su espacio y de los seres que lo habitan o son bienvenidos a él. Fue el sector de la decoración el primero en clamar sobre esta tendencia sociológica, en la que la necesidad imperiosa de un refugio seguro en el mundo occidental, empuja a reivindicar el papel acogedor y reconfortante de la casa. Y a disfrutarlo, sea esta fija o temporal. Gemma Riberti, experta en adecuación de viviendas de la misma compañía, anunció con estas palabras una tendencia relacionada para 2017 en una conferencia anual del sector en Hong Kong, el grounded living (“estar conectado a la tierra”): “La gente quiere sentirse en casa allá donde esté. Ha dejado de ser un lugar, es un sentimiento. Y el objetivo de su diseño es crear un espacio calmo al que siempre guste volver”. Y cueste mucho abandonar.

Hacer bizcochos o trasplantar macetas te hará más feliz

En este contexto, la actitud FOMO (miedo a perderse cualquier ocasión social) está siendo sustituida por el JOMO (la alegría de perderse) y el FOGO (el temor a salir), un recogimiento que, fundamentalmente, contribuye a potenciar un organismo más saludable. “Somos una máquina biológica, pero a diferencia de las electrónicas o mecánicas, no disponemos de recambios para su reparación o renovación”, explica el doctor Vicente Saavedra, de la clínica Medicina Integral de Barcelona: “Nuestras células y órganos necesitan del descanso para repararse. Un cierto grado de diversión es necesario. Pero si se vuelve una forma de vida es absolutamente insano, física y mentalmente. Cada persona tiene su propio punto de equilibrio. Para encontrarlo es necesario el autoconocimiento, pero la sociedad actual (con valores cada vez más alienantes y materialistas, de consumismo y prisas), no nos encamina a desarrollar la propia responsabilidad sobre nuestra salud. Somos infelices y ansiosos”.

El nesting busca combatir esta dolorosa realidad, potenciando eso que los anglosajones llaman “Me time”: reservar momentos para uno y dedicarlos a la cotidianidad del hogar. La cocina ya es una herramienta terapéutica popular en países como EE UU o Reino Unido. De hecho, de todas las terapias ocupacionales para combatir la depresión, la repostería ha demostrado ser una de las más eficaces, según un estudio publicado en British Journal of Occupational Therapy. Por su parte, entregarse al placer de una buena novela reduce el riesgo de demencia, según BMJ. Pero si lo que le roba la paz es el estrés del día día, un estudio de Journal of Health Psychology se inclina por recomendar la jardinería en la terraza, que baja los niveles de cortisol (hormona que lo provoca) en mayor medida que la lectura. Cualquier cosa vale, incluso aburrirse, un sentimiento que lejos de adormecer la mente, vuelve al individuo más altruista y empático, según una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Limerick (Irlanda). “Pararnos en medio de este mundo de locos, conectar con nosotros mismos, con nuestros sentimientos y pensamientos para poder ver hacia dónde vamos y orientar nuestra vida correctamente, es una absoluta necesidad humana para tener buenas relaciones, disfrutar las cosas sencillas y gratis que ofrece la vida (la mayoría), así como para cuidar de nosotros, de los nuestros y afrontar los problemas eficientemente con una buena actitud”, concluye el doctor Saavedra.

Una buena decoración ayuda

Esta querencia hogareña tiene en la actualidad otras vertientes más allá del autocuidado, porque posee, paralelamente, una dimensión decorativa potenciada por blogs y redes sociales, donde gurús del orden como Marie Kondo, o webs como Apartment Therapy o Gardenista, ayudan a redescubrir el placer de crear nidos prácticos y amables a través del embellecimiento y la organización. “Definitivamente, la crisis económica y los sitios web como el nuestro han contribuido a este creciente interés. Nosotros nos centramos en mostrar cómo vive realmente la gente, no hacemos un estilismo especial para nuestras fotos. Durante la última década a los ciudadanos no les incomoda compartir su estilo con el mundo a través de plataformas como Instagram o Pinterest. Y atestiguar los efectos positivos de transformar cualquier rincón en un lugar más agradable anima a otros a hacer lo mismo: el intercambio de inspiración a través de imágenes auténticas es clave”, opina Janel Laban, directora ejecutiva de Apartment Therapy, que anota estas ideas para lograr un oasis de serenidad: maximizar la luz, deshacernos de todo lo que no necesitamos, agregar autenticidad a través de objetos hermosos que evoquen buenos recuerdos y mantener un orden y limpieza regulares.

Muchas firmas globales abordan este nuevo concepto de mi casa es mi mundo, como la canadiense Stay at Home Club, cuyo lema es “El club que nunca se reúne” (porque no sale de casa) y que ha hecho del nesting su seña empresarial. Olive Mew, su creadora, confiesa que desde joven siempre prefirió parapetarse en su hogar antes que salir de marcha. “Descansar adecuadamente es vital para levantarse con energía”, comenta Beatriz Peralta, fundadora de Seda Sana, otra marca, en este caso española y ecológica y de ropa de cama. “Esto requiere un entorno adecuado con materiales libres de sustancias nocivas que permitan el proceso natural de regeneración. Una buena inversión en artículos del hogar de larga duración mejora la calidad de vida”, matiza. Ojo, esto incluye los calcetines de estar por casa, que traen consigo beneficios sobre las relaciones sexuales, que aumentan durante el nesting (más ventajas). “Cuando la temperatura de nuestros pies es lo suficientemente cálida y confortable, mantenemos la autorregulación de nuestro cuerpo y, de este modo, la sangre irriga de manera directa al clítoris y los genitales masculinos”, suscribe Cristina Callao, psicóloga especializada en Sexología Clínica y Salud Sexual. Es decir, orgasmos más potentes. Pues no todo va a ser ver de un tirón alguna temporada en Netflix.



Cualquier cosa vale, incluso aburrirse, un sentimiento que lejos de adormecer la mente, vuelve al individuo más altruista y empático, según la Universidad de Limerick.

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