jueves, 27 de abril de 2017

A un mal día dile ¡buen día!

Tu despertador no sonó, se acabó la pasta dental y cuando por fin encuentras la camisa que querías vestir hoy, está manchada… Los hechos no auguran un buen día y en tu mente retumba la frase popular…. “Te levantaste con el pie izquierdo” y de seguro tu jornada va cuesta arriba. La pregunta es por qué se da un mal día y cómo puedes gestionar las situaciones para sobrellevarlas con buen ánimo. Según el psicólogo Roberto Peña, la clave está en identificar qué es lo que te molesta. “Siempre habrá situaciones negativas y personas con mala actitud, pero lo importante es no contaminarse con lo que pasa o con lo que hacen o dicen”, sugiere.

La psicóloga Lizette Gallegos sabe que “existen días en los que se siente que el mundo confabula en contra”, aunque las preocupaciones o situaciones pueden sacar de las casillas a unos y no a otros; todos, “tanto hombres como mujeres, se enojan y sufren con un día gris. Pero existen algunas ideas para superarlo”.

Entre ellas apunta el evitar pensar en lo negativo, en lo que pasa o pasó, en el hecho o la persona. “Si el conflicto sigue en la cabeza, es bueno tratar de resolverlo antes de dormir, siempre y cuando el enojo haya disminuido. También es recomendable realizar una actividad que entretenga y sea gratificante”. Evita hablar una y otra vez del tema. Es cierto que uno quiere desahogarse contando su pesar, pero esto, por la energía y emoción que se pone a cada narración, no ayuda a que la situación pase ni el malestar se vaya.

Desde el campo alternativo, la terapeuta Fernanda Peñarrieta precia que para superar lo que pasa hoy, hay que remitirse a lo que se arrastra del pasado. “Debes analizar cómo te sientes y qué emociones tienes”. Tal vez no es la pasta dental o la camisa sucia lo que ocasiona esa rabia y con ella, el mal día. Puede que sea un acumulo del inconsciente. “Si estoy enojada con alguien, con la vida o conmigo misma y trato de obviarlo, cualquier cosa me afectará. En realidad ese enojo que se proyecta en los otros y en situaciones externas viene desde lo interno”.

La terapia alternativa, en sus diferentes líneas, se fundamenta en que la vibración (positiva o negativa) que se emite, determina —por ley de la atracción y la de correspondencia— qué situaciones se vivirán. “Según lo que vibro atraigo sea a gente con la misma vibración o situaciones, y nos haremos el servicio de mostrarnos lo negativo de cada quien a fin de trabajarlo para evolucionar”, dice.

Así que cambia de diálogo y de actitud. Reconoce qué te molesta y déjalo ir. Por lo general, es algo que no se perdona sea chiquito o grande.

Desde lo psicológico, los especialistas también recomiendan no darle tanta importancia, tanta energía, a las situaciones desagradables que pueden ir desde perder unas monedas hasta una pelea amorosa o un conflicto laboral. Eso no quiere decir que se viva ignorando los eventos ingratos, que muestran alguna situación interna e invitan a hacer un giro.

Eso sí, “lo peor que puedes hacer cuando tienes un mal día es usar frases como: ‘A mí siempre me pasan cosas malas’, ‘tengo mala suerte’, ‘todo me va mal aunque me esfuerce’ o ‘no sirvo para nada’”, según Gallegos, quien comenta que las palabras tienen poder y con ellas uno no debe cargar más negatividad.Mejor respira, literalmente, porque el inspirar y expirar ayuda a cambiar de vibración, además de eliminar las tensiones, y “busca la causa real de lo que pasa”, sugiere Peñarrieta.

Es cierto que en ocasiones no se pueden controlar las situaciones externas o las actitudes de los otros, pero es necesario que la persona pueda controlarse a sí misma. En ese empoderamiento puedes cambiar de actitud, de vibración, aprender de la situación, rectificar el error y decirle al mal día, que solo es un momento, buen día.


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