viernes, 5 de julio de 2013

... ¡ Y ALGO MÁS! ¿CÓMO SE PUEDE APLICAR? - II

La Fuerza del Hábito Cósmico puede definirse simplemente como el uso de la ley universal, tanto si usted la conoce como si no. Es fácil comprender, por ejemplo, que, cuando un objeto cae al suelo, se está aplicando la ley de la gravedad. Y, por consiguiente, cuando usted desea que un objeto caiga desde una determinada altura, utiliza la Fuerza del Hábito Cósmico. Y, en este caso concreto, la ley de la gravedad. Sin embargo, la ley de la gravedad, o cualquier otra ley, no es en si misma un poder. No obstante, cuando usted utiliza adecuadamente el principio, el poder se emplea de acuerdo con la ley universal. Y así, la desintegración del átomo, todos los inventos, todas las fórmulas químicas, todos los fenómenos psíquicos, todas las acciones y reacciones individuales -ya sean de carácter físico, mental o espiritual son el resultado de la utilización de la ley natural. Porque todos los resultados obedecen a una causa. Y el resultado se consigue mediante la utilización de la Fuerza del Hábito Cósmico. Una vez más, el hombre es una mente con un cuerpo. Y puede pensar. A través del pensamiento, aprende a utilizar la Fuerza del Hábito Cósmico. Y su pensamiento puede convertir sus ideas en realidad. Este concepto no es difícil de entender porque en 1905 Albert Einstein ofreció al mundo su célebre fórmula: E = me2, que explica la relación existente entre la energía y la materia. Cuando la materia se aproxima a la velocidad de la luz, la llamamos energía, y a medida que la velocidad disminuye hasta reducirse a cero, vuelve a ser materia. En la fórmula mencionada, "E" es la energía, "m" es la masa o materia y uc" representa la velocidad de la luz. Vemos por tanto que la fórmula de Einstein es un símbolo gráfico de una de las leyes de la Fuerza del Hábito Cósmico. Mediante la comprensión y la aplicación de esta fórmula, el hombre ha podido convertir la materia en energía y la energía en materia, y utilizar la fuerza atómica con propósitos constructivos tales como iluminar una ciudad, producir energía para un barco e incluso detalles cotidianos tales como generar calor para la cocina. ...Y algo más... Ahora podemos comprender que, puesto que la materia y la energía son una misma cosa, todo lo que hay en el Universo está relacionado entre sí. ¿Tiene usted un problema? ¡Estupendo! En el próximo capítulo aprenderá de qué manera puede adaptar a su propia vida muchas de las lecciones aprendidas en este capítulo. Y entonces podrá afrontar con éxito los problemas creados por la ley universal del cambio, la cual -como toda ley natural- es el resultado de la Fuerza del Hábito Cósmico.

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