lunes, 31 de julio de 2017

Los diez hábitos más productivos



¿Termina la mayoría de los días sintiendo que no aprovechó bien el tiempo, que le quedan innumerables asuntos pendientes y que no le alcanzan las horas para cumplir con su trabajo, atender a sus seres queridos y disfrutar de sus aficiones cómo le hubiera gustado?

“Decía Gandhi que un minuto que pasas es irrecuperable y lo cierto es que malgastamos mucho tiempo de nuestras vidas en el ámbito laboral y profesional”, señalan Ignacio Buqueras, economista y adalid de la racionalización de los horarios, y Jorge Cagigas, profesional de amplia trayectoria en Recursos Humanos y presidente de la Fundación para el desarrollo de la Función de Recursos Humanos FUNDIPE (www.fundipe.es).

Buqueras y Cagigas publicaron el libro 'Dejemos de perder el tiempo' para cambiar la mentalidad de las empresas y los empleados, respecto a la utilización del tiempo y aportar ideas y consejos prácticos para conseguir los objetivos.

De esta manera proponen 10 medidas clave para gestionar el tiempo en el trabajo para obtener una mayor productividad y aumentar su satisfacción, motivación e integración en las empresas.

Además, Buqueras y Cagigas recomiendan aplicar este decálogo en todos los ámbitos y no solo en el profesional, ya que “se hace difícil imaginar personas que en el trabajo sean disciplinadas, ordenadas y buenos gestores de su tiempo y que en sus otras áreas de la vida (personal, familiar, etc.) no lo sean”.

1 Entre y salga a la hora

La gestión eficaz del tiempo de trabajo comienza por la puntualidad, una gran virtud que permite aprovechar mejor el tiempo, y es una muestra del respeto hacia el tiempo de los demás, a la vez que una manera de exigir respeto para el propio, según Buqueras y Cagigas.

Añaden que, ser escrupuloso con la hora de entrada al trabajo, da legitimidad para serlo también con la de salida.

2 Planifique y priorice

Al comienzo de cada jornada es conveniente anotar las tareas que se deben hacer en el día y, a continuación, ver cuáles son importantes y/o urgentes y cuáles no. Numerarlas según su prioridad y procurar atenderlas en ese orden, de acuerdo a los autores de libro 'Dejemos de perder el tiempo'.

“Así, si no da tiempo a realizarlas todas, al menos quedarán resueltas las primordiales”, señalan.

También sugieren empezar por las actividades más difíciles, “porque, aunque requieren más esfuerzo, la satisfacción de haberlas terminado da impulso para continuar con las demás”, indican.

3 Organícese

Para estos expertos, “es mejor dedicarse a las tareas de una en una, abordándolas de principio a fin, ya que querer hacerlo todo a la vez no funciona y es fuente de estrés”.

También aconsejan simplificar y desterrar la manía por la perfección innecesaria, “para no derrochar tiempo útil en hacer las cosas como nadie las ha pedido, y mantener la mesa de trabajo ordenada, porque la efectividad se reduce si está invadida permanentemente por papeles”, afirman.

4 Comprométase e ilusiónese

Para Buqueras y Cagigas hay que poner entusiasmo y hasta pasión y mostrarse orgulloso de pertenecer a la plantilla y no sentirse indiferente ante los éxitos o fracasos de la empresa.

“Uno debe implicarse en su trabajo, asumir responsabilidades, tomar iniciativas, tener motivación para aprender constantemente y tener la meta de un trabajo bien hecho, en el tiempo adecuado, y la propia realización y satisfacción”, destacan.

5 Aumente su ratio de productividad

Estos expertos en trabajo y empresa señala que “es preciso mentalizarse para aprovechar al máximo las horas que se pasan en el puesto, evitando dispersarse en distracciones, como charlas intrascendentes con compañeros, distendidas conversaciones telefónicas o consultas extralaborales en internet”.

“Si se realiza la tarea con eficiencia y concentración se puede reivindicar el derecho de salir a la hora convenida, sin necesidad de pasar en el trabajo más tiempo del necesario”, rematan.

6 Sepa decir “no”

“Muchas veces, por complacer a otras personas, se hacen cosas que no se deberían y después nos sentimos culpables por no haber cumplido con lo que teníamos pendiente”, según Buqueras y Cagigas, que recalcan que “es mejor decir no y llegar hasta donde se dice, que decir siempre sí y llegar solo hasta donde se puede”.

7 Utilice racionalmente las tecnologías

Estos autores sugieren planificar espacios en los que cerrar el correo electrónico para realizar las tareas concentrado y sereno.

“Una vez abiertos, los emails que lo requieran deben ser contestados en el momento, dejando para más adelante los que precisen una respuesta reflexiva y eliminando los que no interesen o hayan sido ya resueltos”, añaden.

En cuanto a los emails que se envían, Buqueras y Cagigas señalan que tienen que ser “concisos y claros” y estar identificados “con un título preciso, por si hay que rescatarlos del archivo, ya que así se pierde menos tiempo buscándolos”.

8 Desconecte

Mientras que internet, el correo electrónico, el teléfono fijo y el móvil han de ayudar y no interrumpir el trabajo, fuera del ámbito laboral hay que gestionar bien el uso del teléfono móvil y del portátil, “porque no se trata de estar conectado a la empresa 24 horas al día todos los días, ni tampoco de llevarse trabajo a casa”, advierten estos autores.

9 Emplee menos tiempo en las comidas

“Si el tipo de actividad y la empresa lo permiten, es preferible almorzar en la mitad de tiempo e invertir el resto en trabajar y venir de casa ya desayunado, ya que ese tiempo se ganará para salir antes y poder atender a la vida personal y familiar”, indican.

10 Deje espacio a la familia y a sí mismo

“Para hallar el equilibrio necesario para estar sanos psicológica, emocional e intelectualmente tenemos que dedicar tanto tiempo a nuestra persona y nuestra familia como al trabajo”, aseguran Buqueras y Cagigas.

“Se trabaja para vivir, no se vive sólo para trabajar, y no hace falta estar de vacaciones para poder disfrutar de aspectos esenciales y enriquecedores de la vida, como el ocio, la formación, la convivencia familiar, las relaciones sociales, el descanso...”, concluyen. •

sábado, 29 de julio de 2017

¿Qué es la felicidad?

No hay nadie en el mundo que no se haya preguntado alguna vez que es la felicidad. De la misma forma que preguntarse qué es la infelicidad, el ser humano y la razón de este es la que cuestiona algo tan sencillo y maravilloso.

La vida es como una montaña rusa y para todos, el trayecto no es igual, podría ser exactamente el mismo viaje, como el de una atracción de feria, pero cada uno obtendrá diferentes conclusiones y sensaciones de un mismo recorrido.

La felicidad no está en las circunstancias en las que nos encontramos sumergidos, sino sencillamente en nuestro estado de ánimo y en nuestra cantidad de ilusión hacia el mundo que nos rodea.

Algo tan hermoso como tener hambre e ir a comer, no a todo el mundo le hace feliz de la misma forma, sin embargo somos muchos los que el hecho de ir a comer nos hace las personas más felices del mundo.

Son pequeños detalles y pequeños gestos de amor a la vida junto con pequeñas ilusiones, una al lado de la otra, mezcladas con la sencillez y un alto grado de agradecimiento por cualquier cosa, aunque parezcan insignificantes y aburridas.

Si pasaras una travesía de 5 días por el desierto sin comer y llegaras con vida al final, no te haría feliz un coche nuevo o un anillo del mejor oro del mundo. Un trocito de pan fresco sería el mejor placer de la vida y una felicidad inmensa te llenaría de lágrimas.

Estamos aburridos con la vida y las pequeñas cosas que hemos estado acostumbrados a tener siempre, las que realmente hacen feliz, por desgracia ya no las valoramos.

Felicidad es vivir sencillo, es agradecer el aire en la mañana, es mantener una conversación interesante con alguien, es dar sin esperar nada a cambio, es amar sin aferración, es reconocer la infelicidad por momentos, pero no identificarse con ella, es jugar sin pensar que estás jugando, es ser como un colibrí que sale a buscar el néctar sin pensar si caerá la lluvia en sus plumas frenándolo por miedo alguno.

Todo en realidad es la felicidad, solo depende de cómo quieras ver las cosas y de cómo las agradezcas. Siempre podría ser peor, pero incluso de allí sacaremos lo mejor y también seremos felices de las malas circunstancias porque de ellas sacaremos el aprendizaje y la sabiduría.

La felicidad no es un objeto que se gana y se posee en el bolsillo para acariciarla cuando nos rota. No se obtiene esperándola como si estuviéramos a la espera de un tren hacia ningún lugar. La felicidad no depende de nadie, ni de las personas que nos rodean en nuestras vidas. Es algo que no tiene precio, forma ni materia.

La felicidad vive muy cerca de nosotros, está dentro de nuestro ser y la tenemos a nuestro alcance todo el tiempo que la necesitemos.

La felicidad es el desapego de la mente, es la libertad de la escucha de nuestros pensamientos y solamente es cuestión de liberarnos de la insatisfacción e ingratitud que nos domina y no nos deja vivir felices y en paz.

Nuestra mente es como un lago en el cuál van cayendo las piedras de nuestros pensamientos y de nuestras insatisfacciones de la vida.

Al acercarnos para vernos reflejados en su agua, no conseguimos obtener el reflejo de nosotros mismos porque dichas piedras causan el desorden y las olas que nos provocan la inestabilidad y la confusión.

Para ser felices tenemos que dejar de crear, creer y escuchar estos pensamientos con el fin de calmar el lago y poder vernos reflejados en su totalidad.

Si conseguimos esto, podremos acercarnos al lago de nuestra mente y espíritu y podremos ver nuestros ojos y nuestra mirada, nuestra boca y nuestra sonrisa, nuestro rostro y nuestra expresión. Llegados aquí, podremos cambiar muchas cosas en nuestras vidas y seremos dueños de nuestro futuro.

¿Sabías que amor y odio no son emociones diferentes?

Amor y odio no son dos cosas diferentes, el odio es según muchos expertos en emociones, ni más ni menos que otro aspecto del amor. Así, la ira es el otro aspecto de la compasión, y la violencia lo es de la no violencia. Hay que aceptar ambos aspectos puesto que no son dos y, a través de esa aceptación viene inmediatamente la trascendencia.

La mente tiene que amar y odiar, y debe luchar constantemente entre estas dos cosas. Pero lo que ocurre si no odias ni amas, es que vas más allá de la mente.

Como afirma Sosan (Maestro Zen, año 606): "Ni amor ni odio. Simplemente hay que saber ver la realidad del otro". Esto quiere decir, ver al otro tal como es, ver sólo la realidad del otro; no soñar, no intentar encajar al otro de acuerdo a la imagen de uno.

Esto lo sabemos todos, pero somos tan inconscientes como para no reconocer los hechos. El amor se transforma en odio en unos pocos segundos: en un momento amas y en el siguiente odias a la misma persona. Es un juego continuo de amor y odio.

El Tantra afirma que esta división ficticia es introducida por la mente, uno crea primero la división, surge el conflicto, y entonces la persona empieza a luchar provocando que aparezca el problema.

Freud afirmaba desde el psicoanálisis que amor y odio no son simétricos. El yo persigue con fines destructivos aquellos objetos y sujetos que suponen el origen de su insatisfacción porque, constituyen la privación de su satisfacción sexual o una amenaza a su instinto de conservación.

Incluso podría afirmarse que la auténtica relación de odio no procede de la vida sexual del individuo, sino de la lucha del yo por su afirmación y reconocimiento.

El que se ama a sí mismo, ama a los demás porque al relacionarse con los demás, es uno mismo el que se refleja. El otro es solo un espejo. Por lo tanto, lo que sucede en una relación, ha sucedido previamente en el interior de cada persona. No se puede crear, solo es posible revelarlo y manifestarlo.

"Si te amas a ti mismo, amas a los demás. Si tienes miedo de ti mismo, tienes miedo de los demás, porque al entrar en contacto con los demás empezarás a manifestar tu ser… En este mundo el odio nunca ha disipado al odio. Solo el amor disipa al odio. Esta es la ley ancestral e inagotable".

domingo, 23 de julio de 2017

El poder del perdón como estilo de vida

Necesitamos el poder del perdón para obtener la paz que necesitamos en nuestra vida. Los seres humanos vivimos muchas circunstancias en la vida y nos vemos frecuentemente inmersos en dramas y emociones que alteran nuestra vida y nos afectan en muchas áreas.

Esas circunstancias nos producen dolor y frustraciones. A veces somos nosotros los que provocamos esos sentimientos a otras personas, con las que más nos exponemos a herir y ser heridos son aquellas que están más cerca de nosotros, comenzando con el cónyuge, los hijos y familiares.

Es imposible en esta vida no herir o ser herido, esta realidad nos alcanza a todos, unos más que otros; pero al fin todos sufrimos. Las ofensas son vectores venenosos que atacan a una persona y depositan en ella una cantidad de frustración, rechazo, rencor, dolor y venganza.

Si ese veneno no es sacado del sistema emocional de la persona herida; esa persona va a ser influenciada por esos sentimientos negativos que la van conducir a rebelarse y prepararse para una venganza o para una depresión severa.

Es evidente que todos los seres humanos ofendemos muchas veces y muchas de ellas inconscientemente; pero la instrucción de Dios es absolutamente mandatoria: debemos perdonar sí o sí. Dios no nos da ninguna otra opción.

La segunda instrucción es que debemos perdonar siempre, o sea que perdonar debe ser una actitud, un estilo de vida. Si la naturaleza humana tiene la debilidad de ofender muchas veces, necesitamos desarrollar una actitud perdonadora porque esta actitud es el reflejo de Jesucristo el hijo de Dios.

EL vino a enseñarnos a perdonar incondicionalmente y hasta la muerte. Por tanto necesitamos decidir imitarlo a Él para que nuestra vida se fortalezca y maduremos espiritualmente. No es fácil, pero es posible. Por eso la palabra de Dios nos dice: todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Fil: 4:13)

En el mundo actual podemos ver más que nunca en la historia de la humanidad una banda humana cada día más llena de rencores, odio, tristeza y depresión. Necesitamos el poder del perdón, la única manera de obtener ese nivel de perdón, es conectados a la fuente: Cristo Jesús, mediante una relación cercana a Él, buscando su presencia cada día, leyendo su palabra, asistiendo a la Iglesia y tomando la decisión de obedecerle incondicionalmente. Entonces vendrá a nosotros el poder del perdón y esa paz que tanto anhelamos.

Si necesitas el poder del perdón, comienza por pedirle perdón a Dios por haber guardado rencor y haber endurecido tu corazón. Hay cosas muy difíciles de perdonar, no obstante el mandato es incondicional, porque es la única forma de obtener la paz que necesitamos. Una vez que estamos libres del rencor, podremos lidiar con los problemas de una manera diferente, más edificante.

Toma la decisión hoy mismo de vivir una actitud perdonadora con tu pareja. No cuestiones más su naturaleza imperfecta. Toma la decisión de conectarte a Dios, perdonar a la manera de Dios y obtendrás la paz a la manera de Dios.

Si no logras perdonar, busca apoyo con un líder espiritual capacitado, pero no te quedes con el veneno porque es mortal y acabará con tu vida y la de las personas a tu alrededor. Para perdonar a la manera de Dios debes ir a hablar con cada una de las personas que te ofendió y expresarle tu dolor con el único propósito de perdonar y sanar.

sábado, 22 de julio de 2017

Me aburre mi trabajo, solo tengo tres amigos y no tengo pareja, ¿pasa algo?



Puede que sea porque la crisis económica ha supuesto también una crisis del bienestar. Quizás es que nuestra sociedad de consumo siente un especial vacío existencial que ya no sabe cómo rellenar. O, tal vez, simplemente todo lo que antes parecía algo casi natural, como tener compañeros de trabajo, familiares o parejas de larga duración, hoy sea una forma de presión social. El caso es que vivimos un boom de libros de autoayuda. Tanto, que nos estamos obsesionando con la idea de ser perfectos, en todos los ámbitos de la vida.

¿Y si es en vez de leer un cúmulo de exigencias de lo que deberíamos ser, aprendemos a cometer errores? Porque, seamos sinceros, nadie es perfecto, y si lo fuera, sería aburrido. Esa es la idea con la que surgen un nuevo tipo de libros: los manuales antiayuda.

No podemos ser siempre positivos

Esta moda, como casi todas, comienza al otro lado del Atlántico, con libros como “El sutil arte de no dar una mierda: Un enfoque contra-intuitivo para vivir una buena vida”, de Mark Manson, que explica cómo disfrutar de la vida, sin olvidar que no siempre es bonita, y por eso no podemos ser positivos todo el tiempo. Con un enfoque parecido, el de no darlo todo por los demás, Sarah Knight escribía “Cómo dejar de gastar tiempo que no tienes, en hacer cosas que no quieres hacer, con personas que no te gustan”, explicando que si de verdad queremos ser felices, quizás debamos liberarnos de todas esas obligaciones autoimpuestas. Ambos lideraron la lista de los más vendidos en Estados Unidos. Un fenómeno similar, en este caso europeo, es el libro del profesor de psicología en Dinamarca, Svend Brinkmann, que se convirtió en una estrella mediática gracias a su “Mantente firme: resistiendo la manía del auto-mejoramiento”, que anima a rechazar el mantra de la autoayuda. El autor afirma: "Nuestra era secular está plagada de incertidumbre existencial fundamental y angustia, y esto hace que sea difícil mantenerse firme”, adelantando que, ante esa situación, es importante aprender que “el secreto de una vida más feliz no radica en encontrar tu yo interior, sino en llegar a un acuerdo contigo mismo, para coexistir pacíficamente con los demás”.

Una estantería a la altura

En los últimos meses, los libros antiayuda también han inspirado a autores españoles. Uno de los ejemplos que podemos encontrar en Amazon es “El libro definitivo de antiayuda y desmotivación”, de Eva García Fornet, que comienza explicando que seguramente “usted se ha dejado el dinero en distintos cursos de autoayuda, donde le intentaban enseñar a relajarse, a ser positivo, a visualizar el éxito o a ligar, y ha visto que nada de eso ha funcionado. Esta es la guía para que encuentre soluciones realistas, aplicadas al mundo en el que vive”. Así, su índice versa sobre cuestiones como “no eres famoso, no eres un triunfador, eres totalmente prescindible en tu trabajo, estás soltero, no eres hípster o no vives en Suecia ni en Noruega”. En la misma línea, “Manual de autodepresión: Guía práctica para arruinarse la vida”, de Julio César Toledo, surge porque, según el autor “la abundancia de libros de autoayuda, superación personal, desarrollo humano, o como usted quiera llamarle, debería considerarse un índice alarmante de la vida moderna. Cada vez más personas buscan quién les muestre el camino correcto y los saque del agujero en el que creen encontrarse”. Es por ello que su guía pretende que el lector sea capaz de “tranquilizarse y soportar sus páginas llenas de realidades, las mismas que se ha pasado toda la vida evadiendo”.

Otro de los títulos que podemos encontrar en esta línea es “Cómo criar hijos tiranos: Manual de antiayuda para padres de niños y adolescentes”, de los terapeutas familiares Margarita Herrero y Mark Beyebach. Sobre el mismo, Beyebach explica que la perspectiva de escribir un libro antiayuda se basa en “que todos los consejos son paradójicos”. Es decir, que las verdaderas recomendaciones quedan implícitas y que identificarlas, depende de la pericia de los lectores. La idea por tanto no es marcar lo que se debe hacer, sino hacer hincapié en todo lo que solemos hacer mal por inercia. Para explicarlo, Beyebach pone como ejemplo la metáfora del mapa náutico, “que te indica dónde hay rocas y arrecifes, qué zonas debes evitar en la navegación, pero no te impone un único rumbo. En otras palabras, hay muchas formas diferentes de acertar en la educación de los hijos, mientras que las formas de naufragar son más limitadas. Por eso decimos que este manual es una carta náutica sobre cómo (no) criar hijos tiranos, porque al cuestionar las conductas contraproducentes, esos errores habituales, estamos simplemente invitando a hacer algo distinto, sin pretender imponer una única forma de actuar”. Una idea que parece que empieza a impactar positivamente en los lectores, que hartos de recibir órdenes, comentan que este tipo de lecturas “les resultan divertidas, a pesar de ser provocadoras y dar algunos aguijonazos”, reflexiona Beyebach.



MENOS CONSEJOS Y MÁS COMPAÑÍA

A modo de conclusión, el psicólogo Miguel Ángel Rizaldos aclara: “el afán perfeccionista hace que a muchos les desborde la ansiedad. En nuestras consultas, son asiduas las personas que quieren hacer todo perfecto, tener todo controlado y que en su entorno todo esté bien”. Ante esta situación, defiende que “hay que aprender a convivir con la incertidumbre, nunca vas a tener todo controlado, quizás lo consigas en algún momento, pero eso supondrá un gran estrés y sufrimiento”.

Aportando un poco de realismo a la situación, el psicólogo relata: “hoy parece que está prohibido estar mal, tener ansiedad, sufrir y deprimirse. Tenemos que estar siempre bien y gozar de una felicidad plena”, que es un poco el lema de todos estos libros. Rizaldos apunta a que otro de los motivos es que “la sociedad en que vivimos es competitiva y muy individualista. Hay un determinado estilo de vida que hay que alcanzar como sea, y si no lo logras, eres un pobre infeliz y fracasado. Eres un bicho raro”. Algo que sucede a menudo, teniendo en cuenta nuestra coyuntura. El experto pone como ejemplo que "si pierdes el trabajo y te deprimes es que eres un débil; y si no encuentras trabajo o tu jefe te maltrata y te quedas bloqueado y realmente fastidiado, es que no sabes poner buena cara a la vida. Esto es la dictadura de la felicidad”.

"Si bien existen libros de autoayuda escritos por colegas, profesionales de la salud mental, que pueden ser de gran ayuda y de hecho se recomiendan como complemento a lo que trabajamos en terapia, hay que recordar que en muchas ocasiones, por no decir

todas, las personas lo que necesitamos no es que nos den consejos. Solo queremos que nos escuchen, que nos comprendan, que nos acompañen y que estén a nuestro lado”.

viernes, 21 de julio de 2017

Genere positividad y entusiasmo

Podría decirse que nuestra vida es una sucesión de momentos presentes en los cuales o somos felices o estamos negativos y nada más.

Sé que esto es una simplificación deliberada; sin embargo, podemos aprender a configurar, modificar y experimentar un estado de ánimo mental que sea positivo, feliz y constructivo.

Nuestra vida es una sucesión de momentos presentes que pueden ser felices o infelices de muchas maneras; la mayor parte de nuestros momentos presentes son negativos e infelices por la calidad de los pensamientos que de muchas maneras suelen ser negativos.

Los pensamientos negativos tienen que ver con los temores, con la ausencia de una filosofía de vida positiva, con personas que se resisten a la invitación de la vida respecto al hecho de vivir aprendiendo cada día algo valioso, algo importante; también los pensamientos tienen que ver con querer cambiar las cosas de manera negativa siendo que cuando así se hace, solo se llega a producir un gran desastre para el pensador que está queriendo crear de esta manera.

Vemos este ejemplo a veces en nuestros hijos que se empeñan en cometer errores a pesar de las advertencias y de las peticiones para hacer las cosas correctas. Ellos no se dan cuenta de que la sumatoria de los errores llega a producir un efecto especial conocido también como, metafóricamente

hablando, “el momento en que la pita se rompe” y así se ven nuestros hijos enfrentados a la suma de sus errores y no les queda más remedio que tomar la decisión de aprender o de seguir mintiéndose a sí mismos.

De una o de otra forma, lo que nos interesa es aprender a convertir muchos momentos presentes en momentos felices, en momentos positivos y en momentos veraces porque sólo la verdad libera y edifica de manera perdurable. Ahora vamos al método, comience por enderezar su cuerpo, rote los hombros por favor y levante las cejas tres veces; ahora imagine que todo el aire se ha vuelto de color naranja y haga una gran inhalación profunda y luego exlale lentamente. A continuación, diga en voz alta: “Este es mi momento presente y lo declaro puro, perfecto y feliz; estoy lleno de buena salud y de actitud positiva; todo está mejor que antes y eso también se aplica a mis hijos. Por lo tanto, podré generar puntos de vista positivos que me permitan respirar profundo y con alivio y me permitan saber que la ley de atracción ha funcionado en el pasado, sigue funcionando en el presente y va a seguir funcionando en el futuro, por lo tanto me declaro un ser feliz, creativo y lleno de positividad; estoy en paz y sé que todo va a seguir mejorando en mi vida, en la vida de mi familia y en la vida de todos”.

Este ensayo sirve para darse cuenta de que su momento presente, de alguna manera se ha vuelto más positivo, más lleno de esperanza y de que tiene el poder de revisar todos sus momentos presentes y hacerles ciertos cambios para que sean más felices, pues se trata de momentos que de alguna forma, son su propia vida. Al aprender a revisar sus momentos presentes también puede revisar la polaridad de los pensamientos que piensa y la

liberación que está emitiendo con su campo áurico que es el campo que activa su ley de atracción.

Afirmación constructiva para escribir diez veces o más: “Me concentro en la abundancia de sensatez en mi vida”.

Prohibido quejarse en casa

Hay gente que se queja, que se lamenta y se refunfuña por todo, desde la hora que se levanta hasta la hora de dormir. La queja es una actitud que se aprende primero en el hogar, con padres que llegan a casa quejándose del trabajo, del tránsito… de que no pueden dormirse hasta más tarde, de la comida que a él o a ella le ha salido mal, de las tareas del hogar, de la falta de dinero… pero no hacen nada para mejorar las cosas a su alrededor. Una norma que debemos imponer en casa: Prohibido quejarse, si algo no te gusta, mejóralo.

CÓMO NACEN LAS QUEJAS

Hay gente que pierde mucho tiempo quejándose en lugar de buscar una solución. ¿Quién no ha convivido en el trabajo con alguna persona que refunfuña todo el tiempo? Tener a una persona así a tu lado, día a día, es una tortura, es como tener una piedra en el zapato. ¡Imagínate en casa! Seguro que alguien en tu familia se queja más que los demás. En mi casa, hemos puesto una regla hace tiempo: Prohibido quejarse. Si no te gusta, hazlo mejor. Claro que eso, no nos prohíbe no estar de acuerdo o no llevar la contraria. Claro que podemos protestar, discutir… pero la queja, en tono meramente negativo, sin soluciones... ¡nada de nada!

¿Cómo nace un quejica? Pues creo que nace especialmente del ejemplo que tenga a su lado, de su padre, de su madre, de su pareja, etc. Luego, creo que de la impotencia o el miedo. Es más fácil quejarse que encontrar una salida, que enfrentarse a una situación para la que crees no estar preparado o capacitado para realizarla. Y ¿por qué es conveniente acabar con las quejas? Pienso que la queja no lleva a ningún sitio, no soluciona nada. Es más, puede convertirnos en personas negativas, aburridas, desanimadas, egocéntricas, ingratas y demasiado exigentes. Y lo peor, en una persona siempre frustrada. Soy de la opinión que quien busca, encuentra. Si estás todo el tiempo buscando solo no que está mal, lo encontrarás. Sin embargo, mejor buscar lo bueno, ¿no?

CÓMO CONSEGUIR QUE TU HIJO NO SEA QUEJICA

¿Qué hacer para que la queja no sea un vicio en tu hogar? Existen muchas ideas para evitar que la queja o las reclamaciones sean un hábito en la familia. Sigue algunas:

1. Ser un ejemplo para los hijos. Si estás todo el rato quejándote de todo, primero cambia esa actitud. Sin eso, será difícil convencer a tus hijos a que no se quejen. El cambio empieza en ti. Hay que controlarse.

2. Involucra a tu hijo en las tareas domésticas, según la capacidad y la habilidad que tenga. Niños que se responsabilizan por ordenar los juguetes, organizar su habitación, por poner o recoger la mesa, doblar la ropa limpia, secar la vajilla, llevar la bolsa de la basura, comprar el pan, etc., darán mucho más valor a lo que hacen todos.

3. Enseña a tu hijo a reconocer y agradecer por lo que tiene, y no me refiero solo a las cosas materiales. El tener a una familia también se debe incluir en su gratitud.

4. Controla la actitud quejica (reclamación sin solución), de tus hijos, con un ‘juego’. Pon una alcancía en algún lugar de la casa y determina que cada vez que alguien haga una queja, sin buscar o presentar solución, debe poner una moneda en la alcancía. Antes, debes concertar la cantidad. Cuando la alcancía esté llena, el dinero puede ser donado a alguna institución de caridad.

5. Evita que tu hijo tenga mucho tiempo libre. El exceso de tiempo libre es peligroso, donde haya un vacío, el negativismo aparecerá para llenarlo. Eso no quiere decir que los niños tengan que estar siempre haciendo algo, pero es importante que ellos tengan conciencia del tiempo libre que tienen y llenarlo con actividades positivas.

6. Anima a tu hijo a que practique un deporte. El deporte es una actividad que le enseñará a competir, a superar, a trabajar en equipo, etc. Lo mismo ocurre con la música, el baile, son actividades que trabajan el emocional.

7. Enséñale que nadie quiere estar cerca a una persona que está siempre quejándose. Que es importante cuidarnos de lo que transmitimos a los demás. Que ganamos mucho más siendo positivos.

jueves, 13 de julio de 2017

Escribir para aquietar las emociones



Muchas mujeres tienen una vida tan acelerada que en lo último que piensan es en la salud mental y emocional, que son las que dan señales de cómo se sienten. Batallar con la ansiedad, el estrés, el miedo o la tristeza puede ser muy difícil, especialmente cuando una no sabe exactamente qué le pasa y menos cómo controlar esa explosión emocional o a quién dirigirse para pedir ayuda.

En esta columna van algunas sugerencias para deshacerse de esas emociones negativas con una terapia simple y que regala paz: escribir.

Algunas personas encuentran que hacer ejercicio, dibujar o tocar algún instrumento es una manera efectiva para aquietar la mente. Sin embargo, un beneficio fácil y eficaz es escribir tus pensamientos en un diario, una actividad conocida como Journaling (registro por diario), que se basa en llevar un journal o registro de diario en el que se almacena la información necesaria, la cual te ayuda a eliminar pensamientos negativos y a mejorar la memoria. Tu diario también es un ayudante para simplificar ideas, organizar la mente y resolver mejor los problemas.

Establece un horario: Escoge un momento del día para relajarte y escribir por 10 a 15 minutos. Muchos expertos recomiendan hacerlo al finalizar la jornada y otros, al despertar, ya que la mente funciona mejor cuando no está cansada.

Vuela tu mente: En esta actividad no existen reglas, así que puedes escribir lo que se te viene a la cabeza. Hay días en los que escribirás una oración y otros, una palabra. Deja que tus emociones se reflejen en lo que apuntas.

Inspírate: Encontrar sobre qué escribir puede ser difícil, sobre todo cuando empiezas. Cuando sientas que tu mente está bloqueada, comienza anotando tres cosas por las que estás agradecida, tu frase favorita, lo que te motiva o algo interesante de ti. Necesitas que tu mente se relaje para que poco a poco puedas expresar todo lo que sientes.

Elige tu diario: Lo ideal es que el cuaderno sea pequeño para que siempre lo puedas llevar contigo. Si te acomoda más lo digital, existen varias aplicaciones que te permiten subir fotos y escribir protegiendo todo con una contraseña. No importa el formato que escojas, la idea es que siempre te acuerdes y te motives a llevar apuntes. Sin embargo, para este tipo de trabajos, no hay nada mejor que hacerlo a mano.

Vuelve a tus primeras anotaciones: Una vez que te hayas convertido en una experta del Journaling vuelve a leer tus primeros textos y reflexiona lo que has cambiado y progresado. Piensa si te siguen preocupando las mismas cosas, si cumpliste con alguno de tus objetivos o si tienes alguna razón para sentirte orgullosa. Te vas a sorprender con lo que has avanzado.

Cada semana, la presentadora de Tv Camila Canabal nos acompaña en Mía. Síguela en su web: http://www.asilovecamila.com/

Consejos para facilitar tu vida

¿Sabes que es un “life hack”? Este concepto corresponde a todos esos tips que pueden facilitar tu vida, haciendo que todos los procesos que tienes en tu día a día sean más simples o más rápidos. Así, estos consejos pueden llegar a diferentes áreas, desde el orden y la cocina, hasta incluso el mundo de la tecnología.

ENCONTRAR CLAVES DE WIFI

Si estás en la calle (quizás en otro país) y quieres conectarte sí o sí a WiFi, no es necesario que entres a un local y debas consumir algo. En cambio, solamente debes entrar a plataformas como Foursquare y revisar los comentarios de restaurantes, cafés o tiendas para encontrar fácilmente sus claves para conectarse a internet.

SACAR MEJORES FOTOS CON ZOOM

La mejor forma de captar imágenes con zoom es no utilizar el aumento de la cámara de tu teléfono. En cambio, saca la fotografía en su formato normal y posteriormente agranda la imagen para crear el encuadre que querías en un comienzo o para revisar algo que quisieras ver en la foto.

RECORDATORIOS A LA MANO

Cuando olvidas recurrentemente las cosas que tienes que hacer en tu día a día, una buena opción es utilizar aplicaciones que transformen voz a texto para así crear listas de cosas por hacer. Esto te permitirá crear alarmas, con día y hora, para cada una de estas tareas.

RECUERDA TUS LLAVES, POR FAVOR

Si siempre olvidas tus cosas antes de salir de casa, hay un opción para que esto no pase. Puedes, por un lado, mandarte un texto a ti mismo, que no abras hasta el día siguiente y te recuerde qué debes incluir en tu mochila. O, simplemente, puedes guardar una alarma, programada justo en el horario en que estés por salir de tu hogar y con el nombre de lo que tengas que llevar.

viernes, 7 de julio de 2017

Adicción a la tecnología está relacionada con la gratificación personal


La adicción al uso de la tecnología es un fenómeno mundial que mantiene atrapados principalmente a adolescentes y jóvenes, y a las personas de hogares con altos ingresos económicos, según una encuesta realizada a fines de junio a usuarios de internet de 17 países por GFK, la compañía de investigación de mercados más grande de Alemania y una de las más importantes del mundo.

El sondeo, divulgado por el portal PR Newswire, se hizo entre 22.000 internautas de más de 15 años. Entre los datos más importante resalta que una tercera parte de las personas encuestadas (34%) en línea se muestran firmemente de acuerdo con la afirmación: “Me es difícil tomarme un descanso de la tecnología (teléfono celular, tablet, computadora, tv, etc).

Los hallazgos de los expertos en investigación mundial muestran que, en la escala internacional, el sexo de las personas encuestadas no hace ninguna diferencia cuando se trata de las dificultades para apagar los dispositivos o ‘desconectarse’ de la tecnología.

Grupo con mayor dificultad
Los jóvenes de entre 15 y 19 años son el grupo con mayor probabilidad de tener problemas de adicción a la tecnología, pues un 44% afirma decididamente que se les dificulta tomarse un descanso tecnológico, aun cuando saben que deberían hacerlo. La cifra baja a 41% en el grupo etario de quienes están en la franja de los 20 años, y a 38% entre quienes están en los 30.

El porcentaje cae significativamente en los grupos de mayor edad: 29% entre los que están en la franja de los 40,23% entre los de 50 y 15% para el grupo de 60 años y más. En el caso de las personas de hogares con altos ingresos, a 39% se les dificulta ‘desconectarse’ estando consciente de que deberían hacerlo, mientras que a un 11% se les facilita. La cifra contrasta con la situación de los hogares de bajos ingresos, donde un 30% está de acuerdo con la dificultad de descansar de la tecnología y un 20% dice no tener dificultad para apagar los aparatos.

El sicólogo conductual Germán Burgoa manifestó que las personas de mayores ingresos económicos obviamente tienen más facilidad para adquirir tecnología, desde teléfonos de alta gama, tablets y computadoras, objetos que la gente de bajos ingresos no puede y tiene que recurrir a centros como cafés internet o acceder a tecnología de más baja calidad.

Respecto al rango de edad, la ‘conectividad’ va bajando porque a medida que el adolescente se convierte en joven las obligaciones de la universidad o el trabajo no permiten tener el mismo acceso a la tecnología que tenía antes.

El uso continúa bajando paulatinamente a medida que la persona es adulta, el vínculo con la familia y otras obligaciones. “En el caso de los adultos mayores, generalmente lo que ocurre es que hay una actualización en cuanto al uso de la tecnología, que avanza muy rápido y la mayoría de estas personas no siguen el ritmo. Por lo tanto, como no saben manejar las herramientas, baja su tiempo de uso”, explicó Burgoa.

El sicólogo ha detectado que en las familias de altos ingresos generalmente hay muy poco control en el uso de la tecnología de parte de sus hijos, porque ambos padres trabajan en horarios de oficina y tiene poco tiempo para poder vigilar a los chicos que pasan prendidos de la pantalla muchas horas continuas, presentando un problema de adicción.

Burgoa también ve que niños de dos o tres años están empezando a tener contacto con celulares o tablets, lo cual constituye un riesgo de adicción.

“Tienen una facilidad increíble para manejar el celular. Los padres ven en el celular la mejor niñera porque los chicos pueden estar una hora a dos sin molestar. Entonces, los niños están teniendo un acceso a la tecnología sin control a muy temprana edad, lo que aumente muchísimo las posibilidades de desarrollar una adicción”, concluyó.

Para Marcelo Durán, consultor en tecnología de la firma BIT Humano, la adicción no es per se a la tecnología sino al beneficio de estar informado o enterado de lo que publican los amigos o contactos. “Ese beneficio se traduce en pequeñas dosis de dopamina que se generan en el cerebro cuando se reciben gratificaciones, como por ejemplo, si alguien publica una foto, sus amigos comentan y le dicen ‘qué bien te ves’, ‘qué linda estás’; esos pequeños detalles son los que vuelven adicto. Es un tema basado en hormonas que se alborotan y que están muy asociadas a la felicidad”, indicó Durán.

Este experto señala que en Bolivia un 52% de usuarios de Facebook tiene entre 13 y 24 años. “Sus motivaciones del por qué están en redes sociales es por un factor de aspiración, porque están sus amigos y finalmente porque han nacido dentro de este contexto. Para nosotros, los migrantes digitales, tal vez es más fácil desconectarnos, porque venimos de otra cultura comunicacional, donde se escribía una carta, o se podía esperar dos horas en una reunión. En cambio esta generación digitalizada no tiene esa tolerancia a la frustración”, manifestó.

El filósofo y docente Herland Rafael Vaca no cree que la tecnología o en todo caso la internet sean las culpables de la adicción digital, pues otros estudios revelan que “los usuarios de internet leen más literatura, asisten a más acontecimientos artísticos, van más al cine, asisten a más espectáculos deportivos y hacen más deportes que los no usuarios”, pues todo va ligado a la predisposición del sujeto y de la apropiación de tal tecnología.

Vaca concluye que en Santa Cruz, en los distritos consolidados, la conexión a las redes sociales es una práctica naturalizada. Los jóvenes de distritos populares, por su parte, acceden un par de veces al día en momentos específicos.