jueves, 27 de abril de 2017

A un mal día dile ¡buen día!

Tu despertador no sonó, se acabó la pasta dental y cuando por fin encuentras la camisa que querías vestir hoy, está manchada… Los hechos no auguran un buen día y en tu mente retumba la frase popular…. “Te levantaste con el pie izquierdo” y de seguro tu jornada va cuesta arriba. La pregunta es por qué se da un mal día y cómo puedes gestionar las situaciones para sobrellevarlas con buen ánimo. Según el psicólogo Roberto Peña, la clave está en identificar qué es lo que te molesta. “Siempre habrá situaciones negativas y personas con mala actitud, pero lo importante es no contaminarse con lo que pasa o con lo que hacen o dicen”, sugiere.

La psicóloga Lizette Gallegos sabe que “existen días en los que se siente que el mundo confabula en contra”, aunque las preocupaciones o situaciones pueden sacar de las casillas a unos y no a otros; todos, “tanto hombres como mujeres, se enojan y sufren con un día gris. Pero existen algunas ideas para superarlo”.

Entre ellas apunta el evitar pensar en lo negativo, en lo que pasa o pasó, en el hecho o la persona. “Si el conflicto sigue en la cabeza, es bueno tratar de resolverlo antes de dormir, siempre y cuando el enojo haya disminuido. También es recomendable realizar una actividad que entretenga y sea gratificante”. Evita hablar una y otra vez del tema. Es cierto que uno quiere desahogarse contando su pesar, pero esto, por la energía y emoción que se pone a cada narración, no ayuda a que la situación pase ni el malestar se vaya.

Desde el campo alternativo, la terapeuta Fernanda Peñarrieta precia que para superar lo que pasa hoy, hay que remitirse a lo que se arrastra del pasado. “Debes analizar cómo te sientes y qué emociones tienes”. Tal vez no es la pasta dental o la camisa sucia lo que ocasiona esa rabia y con ella, el mal día. Puede que sea un acumulo del inconsciente. “Si estoy enojada con alguien, con la vida o conmigo misma y trato de obviarlo, cualquier cosa me afectará. En realidad ese enojo que se proyecta en los otros y en situaciones externas viene desde lo interno”.

La terapia alternativa, en sus diferentes líneas, se fundamenta en que la vibración (positiva o negativa) que se emite, determina —por ley de la atracción y la de correspondencia— qué situaciones se vivirán. “Según lo que vibro atraigo sea a gente con la misma vibración o situaciones, y nos haremos el servicio de mostrarnos lo negativo de cada quien a fin de trabajarlo para evolucionar”, dice.

Así que cambia de diálogo y de actitud. Reconoce qué te molesta y déjalo ir. Por lo general, es algo que no se perdona sea chiquito o grande.

Desde lo psicológico, los especialistas también recomiendan no darle tanta importancia, tanta energía, a las situaciones desagradables que pueden ir desde perder unas monedas hasta una pelea amorosa o un conflicto laboral. Eso no quiere decir que se viva ignorando los eventos ingratos, que muestran alguna situación interna e invitan a hacer un giro.

Eso sí, “lo peor que puedes hacer cuando tienes un mal día es usar frases como: ‘A mí siempre me pasan cosas malas’, ‘tengo mala suerte’, ‘todo me va mal aunque me esfuerce’ o ‘no sirvo para nada’”, según Gallegos, quien comenta que las palabras tienen poder y con ellas uno no debe cargar más negatividad.Mejor respira, literalmente, porque el inspirar y expirar ayuda a cambiar de vibración, además de eliminar las tensiones, y “busca la causa real de lo que pasa”, sugiere Peñarrieta.

Es cierto que en ocasiones no se pueden controlar las situaciones externas o las actitudes de los otros, pero es necesario que la persona pueda controlarse a sí misma. En ese empoderamiento puedes cambiar de actitud, de vibración, aprender de la situación, rectificar el error y decirle al mal día, que solo es un momento, buen día.


Terapia para salir de la negatividad”


Los estados mentales negativos y la costumbre de vivir en los mismos “como si esto fuera normal”, provienen generalmente de la etapa de nuestra niñez.

La negatividad inconsciente de los progenitores y su falta de conocimientos de estos aspectos de la vida hace que los hijos adquieran la manera negativa de pensar que produce varios efectos que también son negativos, por ejemplo un mal carácter, una actitud mental negativa o desagradable, falta de inteligencia autoconsciente, miedos y fobias incontrolables, complejos de inferioridad, incapacidad de sentir paz o bienestar en las actividades normales de la vida y muchas otras fallas más.

La terquedad de las personas de aferrarse a su punto de vista es otra de las causas de las peleas y discusiones en el hogar que marcan para siempre a nuestros hijos y los dejan con deformaciones mentales y morales que cuesta mucho reformar.

La negatividad y la rebeldía negativa provienen en general del desconocimiento de los papás del hecho de que cada persona tiene su propio mapa del mundo y tiene también, un punto de vista personal que no es universal y menos social, cada punto de vista es único y puede ser cambiado por la fuerza de la necesidad o en el marco de una terapia de aprendizaje o

de entrenamiento personal; cuando aprendemos a cambiar estos puntos de vista inconscientes por puntos de vista conscientes, logramos el poder de controlar nuestra mente consciente a voluntad.

Es como si la humanidad estuviera dividida en dos partes, los que controlan su mente consciente y los que no la controlan.

En la terapia, para salir de la negatividad se aprende las nuevas presuposiciones o creencias tomadas de la PNL (Programación Neurolingüística) que nos permiten entrar en estados profundos de concentración sin perder la conciencia y también, hacer ensayos con la

imaginación para modificar nuestros puntos de vista habituales.

La parte más bonita de la sesión de aprendizaje es la que consta de la audición de cds de recarga de positividad que tienen música relajante de fondo.

Los efectos que se consiguen de esta manera son la recarga masiva de datos positivos en el subconsciente y un cierto grado de control consciente para que podamos nosotros mismos mantenernos en un proceso pensante de pensamientos positivos y constructivos y de esa manera se va saliendo gradualmente de todos los estados hasta recuperar nuestra forma positiva de pensar y actuar.

Afirmación para adquirir bienestar: “La escritura repetitiva tiene poder creador”.

martes, 25 de abril de 2017

Cada vez más personas en EEUU sufren trastornos graves

Una proporción cada vez mayor de la población de Estados Unidos sufre trastornos psicológicos graves, según un estudio que también revela la incapacidad del país para hacer frente a la creciente demanda de atención de salud mental.

Los investigadores analizaron las estadísticas federales de 2006 a 2014 y concluyeron que 3,4% de los estadounidenses, más de 8,3 millones de personas, sufren problemas psicológicos que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) definen como sentimientos de tristeza, inquietud e irritabilidad que pueden afectar el bienestar físico.

Un estudio llevado a cabo hace 10 años indicaba que 3% o menos de los estadounidenses los sufrían, recuerdan los autores, cuyo estudio fue publicado en línea en la revista Psychiatric Services.

"Estimamos que millones de estadounidenses tienen niveles de angustia emocional que reducen su calidad de vida y acortan su esperanza de vida”, resume la doctora Judith Weissman, una investigadora del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, su principal autora.

"Nuestro estudio también podría ayudar a explicar por qué la tasa de suicidios está en aumento hasta alcanzar los 43.000” casos por año, agregó.

Según una investigación publicada a finales de 2015 por Angus Deaton, Premio Nobel de Economía, la tasa de mortalidad entre los estadounidenses blancos de mediana edad, que estaba en declive desde 1978, comenzó a aumentar desde hacía 15 años debido al abuso del alcohol, las drogas y el suicidio, especialmente en las poblaciones más desfavorecidas.

El estudio indica que se ha visto reducido el acceso a los servicios de salud mental para los que sufren angustia emocional.

Entre otras razones, los investigadores citan un déficit de profesionales, un aumento de los costos que no están cubiertos por el seguro de salud y los efectos de la crisis económica de 2008. Weissman subrayó que la situación parece haber empeorado a pesar de la aprobación en 2008 de una ley específica (Ley de Paridad de Salud Mental y Adicciones) y en 2010 del Obamacare, una medida clave de la presidencia de Barack Obama que su sucesor, Donald Trump, quiere revocar.

Casi uno de cada diez estadounidenses (9,5%) con trastornos psicológicos graves no tenía cobertura médica que le diera acceso a un psiquiatra o psicólogo en 2014, comparado con el 9% en 2006. Y un 9,9% no contaba con los medios en 2014 para pagar sus medicamentos contra el 8,7% en 2006.

"Neuro-gym": fuerza mental



¿Se siente mal desde hace un tiempo? ¿Siente con frecuencia ansiedad, tristeza, culpa, rabia o miedo? ¿Está así, sobre todo, a partir de sufrir cambios importantes en su vida? ¿Se nota desbordado por todo y por nada al mismo tiempo?

Pedro Moreno, que ejerce como psicólogo clínico en el Servicio Murciano de Salud al Este de España, conoce bien lo que significa sentirse así, no solo por su experiencia profesional sino también porque él mismo tuvo que enfrentarse, hace unos años, a uno de los momentos más difíciles de su vida: el fallecimiento de su madre debido a una presunta negligencia médica.

Pedro Moreno encontró que la salida de su tormenta emocional no estaba en cerrarse a la vida, sino precisamente en abrirse a ella, aprendiendo a cultivar una actitud amable y compasiva hacia el momento presente y las emociones que lo acompañan, por amenazantes que puedan parecer.

Este doctor en psicología (www.clinicamoreno.com) ayuda desde entonces a sus pacientes siguiendo este enfoque, en la terapia individual o en los cursos que organiza sobre cómo recuperar el equilibrio emocional.

El experto ha escrito el libro 'Abrirse a la vida', en el que indica que la felicidad auténtica es el estado de plenitud que surge de calmar y comprender nuestra propia mente y, en la medida en la que estabilizamos esa calma y comprensión mental, a modo de gimnasia mental o "neuro-gym", aprendemos a navegar sobre las dificultades de la vida sin ahogarnos en ellas.

“Entonces podemos ser felices en la salud y en la enfermedad, en los momentos duros y en los momentos amables. Esa es la felicidad auténtica, la que no depende de las circunstancias que te toca vivir”, señala Moreno.

Según este psicólogo, las emociones tienen su origen “en la mente, que debemos entrenar para el equilibrio emocional, ya que de otro modo la felicidad auténtica será imposible, porque estaremos en una montaña rusa de emociones, con altibajos continuos, según nos vaya en la vida”.

Una de las formas que propone Moreno para entrenar la mente, aprender a estabilizarla y comprender su funcionamiento, y de ese modo conseguir que las emociones se canalicen por sí mismas, consiste en practicar una serie de ejercicios prácticos, de los que aporta algunos ejemplos. •

Registro cotidiano de las emociones

Según explica Moreno, para hacer este ejercicio denominado ‘diario emocional’ tan solo hay que anotar en un cuaderno lo que nos ocurre cuando nos encontramos mal —no importa por el motivo que sea— respondiendo a estas preguntas:

Situación: ¿Dónde estabas, con quién, que hacías y qué estaba pasando ‘justo antes’ de sentirte mal?

Pensamientos: ¿Qué pensamientos han venido a tu mente después de lo que ha pasado? ¿te venía alguna imagen mental? ¿te reprochabas algo? ¿pensabas que algo podía ir mal?

Emociones: ¿Te sentías triste, nervioso, con miedo, enfadado, culpable? ¿te asustaba alguna sensación de tu cuerpo? ¿te imaginabas algo que te hacía sentir aún peor?

Mi reacción a la experiencia: ¿Intentabas bloquear, suprimir o modificar de alguna forma lo que sentías o pensabas en ese momento?.

“Este ejercicio es fundamental para conocernos mejor a nosotros mismos y tener una posibilidad de modificar cosas importantes de nuestra forma de hacer frente a los momentos difíciles”, enfatiza el doctor Moreno.

Un diario a la gratitud

“Podemos dar las gracias cada día por muchas más cosas de las que nos imaginamos, aunque lo típico es que esas cosas positivas las demos por merecidas, sin más, y no les demos valor, pero son muy valiosas y muchas veces solo lo reconocemos cuando ya no están” señala Moreno.

Este doctor en Psicología expone algunos ejemplos cotidianos de cosas muy valiosas que podemos agradecer cada día:

Agua para beber y asearse.

Comida para el mediodía, desayuno y cena.

Dedos en las manos.

Piernas para caminar.

Brazos para abrazar.

Ojos en la cara para ver las cosas bonitas a tu alrededor.

Oídos para escuchar música.

Música para escucharla.

Pulmones para respirar.

Aire con oxígeno suficiente para seguir vivo.

Corazón para llevar el oxígeno a todo tu cuerpo.

Un cerebro sano.

La capacidad de leer.

Inteligencia para buscar la felicidad.

Moreno recomienda agradecer cada día todas aquellas cosas que, si no las tuviéramos, haría que nuestra vida fuera peor, como los gestos amables que recibimos de otras personas, las sonrisas y los ofrecimientos de ayuda, aunque sean tan sencillos como acercarte el pan durante la comida.

Un 'paseo del abuelo' en la naturaleza

Pedro Moreno recomienda -si no hay un problema de salud que lo impida- caminar 30 minutos diarios para desconectar de las rutinas emocionales que tenemos, aunque “si queremos que este ejercicio nos regenere emocionalmente, no vale salir a caminar de cualquier manera”, aclara.

Moreno aconseja salir a pasear por algún parque o jardín lo suficientemente grande y aislado como para desconectarnos del ajetreo de la ciudad, inmersos en la naturaleza y dejando atrás las preocupaciones y tareas pendientes.

Para dar este ‘paseo del abuelo’, Moreno recomienda:.

Poner la alarma para que suene al cabo de 30 minutos y no volver a mirar el reloj.

Permitir que nuestro cuerpo marque el ritmo de la marcha.

Dejar fuera todo lo que no sea el contacto con la naturaleza.

Poner atención en lo que hacemos a cada momento, paso a paso.

Notar las sensaciones corporales: cada pisada, los sonidos que nos rodean, los colores y formas de los árboles, así como los olores.

Volver a dirigir nuestra atención a lo que vemos, oímos, olemos y al contacto con el entorno, si nuestra mente vuelve a inquietarse.

Según Moreno, la importancia de estos ejercicios, que son el principio del programa de entrenamiento mental básico de ocho semanas explicado en su libro ‘Abrirse a la vida’, “es difícil de explicar con palabras, y se puede pensar que son tan simples que no merece la pena ponerlos en práctica, pero realmente funcionan y su único secreto es precisamente ¡practicarlos!”.

“Los ejercicios del programa entrenan diferentes aspectos de la consciencia y del enfoque de la mente que están directamente relacionados con la gestión de las emociones de forma saludable”, señala.

“Dichos ejercicios van variando cada semana, duran desde unos pocos minutos -a veces, solo un minuto o 30 segundos- hasta unos 10 o 15 minutos, y están pensados para que se puedan realizar en nuestras vidas cotidianas, por complicadas que sean”, explica Moreno.

Este experto recomienda practicar cada día los ejercicios que corresponden a cada semana de entrenamiento, “pero si algún día estamos perezosos o no nos encontramos en condiciones de realizarlos, se puede saltar ese día y continuar con el programa al día siguiente”.

Moreno recomienda realizar la mayoría de los ejercicios de su programa, “ya que se exploran diferentes aspectos del entrenamiento de nuestra mente para el cultivo del equilibrio emocional y la felicidad”.

“No obstante, algunos de los ejercicios son opcionales y están indicados para determinadas situaciones personales”, apunta.

“Por ejemplo, algunos ejercicios se relacionan con el trabajo de los sentimientos de culpa o el perdón de personas que nos han dañado y, lógicamente, son para que los realicen aquellas personas que estén pasando por dificultades relacionadas con la culpa o el enfado”, concluye el doctor Pedro Moreno.


lunes, 24 de abril de 2017

Así reacciona el cerebro ante las frustraciones


Un grupo de neurocientíficos del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), liderados por el brasileño Fabricio Do Monte y el estadounidense Gregory Quirk, revelaron cómo reacciona el cerebro ante un evento frustrante.

Según informó el RCM en un comunicado de prensa, los investigadores encontraron que la reacción a la frustración se produce en una región subcortical del cerebro, llamada núcleo paraventricular del tálamo (PVT, por su sigla en inglés). Los investigadores fueron más allá al determinar las estructuras exactas a las que el PVT envía información durante el evento frustrante.

"El PVT manda información hacia una región que almacena asociaciones de experiencias positivas, llamada nucleus accumbens, para disminuir la ansiedad durante situaciones aversivas", explicó Do Monte, un médico veterinario que también se destaca como investigador en la Universidad de Texas en Houston.

Detalló además, que el PVT también envía información hacia otra región que almacena asociaciones emocionales particularmente negativas, llamada amígdala, para aumentar la ansiedad.

Los resultados se obtuvieron luego de un experimento de acondicionamiento practicado en ratas, donde los neurocientíficos entrenaron a los roedores a apretar una barra para obtener un terrón de azúcar como recompensa, disponible a la señal de una luz.

Luego, realizaron una prueba de comportamiento para evaluar cómo las ratas reaccionaban cuando la señal de la luz se les presentaba, pero la comida no estaba disponible.

"Las ratas que experimentaban este evento frustrante apretaban la barra de comida repetidamente. Además, las pruebas de estrés realizadas luego de la omisión de la recompensa revelaron que las ratas estaban más ansiosas tras el evento frustrante", enfatizó Quirk, profesor e investigador en los Departamentos de Psiquiatría y Anatomía y Neurobiología del RCM.

Otros estudios, según se indicó en el comunicado de prensa, han demostrado que la omisión inadvertida de una recompensa también causa ciertos comportamientos relacionados con agresión, adicción y depresión en animales.

Los científicos consideran que la continuación de este tipo de estudios puede arrojar luz sobre circuitos del cerebro que integran información de eventos que tienen repercusiones emocionales para así desarrollar tratamientos más efectivos y mejorar la calidad de vida de las personas que sufren dichos trastornos mentales.

Los resultados del estudio liderado por Do Monte y Quirk se publicaron como parte de la última edición de la revista científica Neuron, especializada en la neurociencia.

domingo, 23 de abril de 2017

Esta es la diferencia entre tristeza y depresión



Para sentirnos tristes, tenemos que vivir experiencias dolorosas, frustrantes, desafortunadas, estresantes: la pérdida de un familiar, un divorcio, el desempleo, una grave enfermedad, la enemistad….Pero para sentirnos deprimidos, no es necesario que se haya cruzado un hecho dramático, lamentable, hiriente. La depresión es resultado de la interacción de varios factores: genético, cambios neurobiológicos y ambientales. “La tristeza es una emoción básica que experimentamos por situaciones negativas: cuando muere un ser querido, no se cumplen las expectativas personales… Es como el miedo, la rabia, el asco", explica Luis Caballero, vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría.

"En cambio, la depresión es una enfermedad, en el sentido psiquiátrico, en la que hay una tristeza patológica que es intensa y más duradera y que está asociada a otros síntomas. Estos son la anhedonia (la incapacidad para sentir placer), la abulia (notable falta de energía), la pérdida de peso y apetito, trastornos del sueño, fatiga, dificultades para concentrarse, y sucesión de ideas reiteradas de sentimiento de culpa, preocupación excesiva por la salud y fantasías suicidas”, agrega el experto.

La depresión puede desencadenarse por los hechos trágicos enumerados al principio. Pero también, sin causa externa que la justifique. “Puede surgir en una vida normal, sin pasar por situaciones estresantes”, expone Caballero, que, además, es jefe del servicio de psiquiatría y psicología clínica del grupo HM Hospitales CINAC.

Un aspecto para diferenciar la tristeza de la depresión es la duración. El estado de ánimo depresivo con pérdida de interés y agotamiento, dura, como mínimo, dos semanas.

Los cambios químicos del cuerpo influyen en el estado de ánimo, y los procesos de pensamiento y factores biológicos contribuyen en algunos casos de depresión. Un trastorno, que según indica José Ángel Arbesú, coordinador del Grupo de Trabajo de Salud Mental de SEMERGEN, cuando se manifiesta con intensidad afecta a la funcionalidad de la persona que lo sufre –tanto personal como familiar y social.

Para este especialista, “se ha frivolizado con la palabra depresión”; y entre las causas, menciona que se confunde también con otros problemas de salud mental. Por ejemplo, el trastorno adaptativo. “Es un proceso de tristeza que dura unos seis meses y que presenta síntomas depresivos, pero no lo es realmente, como ocurre con la pena cuando perdemos un trabajo o a un ser querido”.

Existen señales sutiles que pueden ayudar a identificar la depresión, según indica la American Psychological Association (APA), como la pérdida de identidad o de autoestima.

Una genética predispuesta

¿Ha influido en un repunte de consultas por cuadros depresivos? "Ha podido desencadenar cuadros mixtos de ansiedad y depresión en personas predispuestas a ello, porque la depresión siempre se produce por la interacción de varios factores, genéticos y externos”, incide el doctor Caballero.

¿Y cómo incide el factor genético? “Convierte a una persona en vulnerable ante situaciones adversas”, señala José Ángel Arbesú. También, existe la depresión endógena, en la que el componente biológico y genético pesa tanto que el trastorno se puede hacer crónico y más profundo.

La depresión afecta a entre el 4 y 5% de la población en España, y el riesgo de padecer un episodio es el doble entre las mujeres debido a factores sociales y hormonales.

Otra diferencia con la tristeza es el daño físico. Según Luis Caballero, la enfermedad se enmascara en ocasiones con síntomas que son la punta del iceberg. De hecho, hay veces que, por error, "se trata un cuadro de pérdida de peso, fatiga crónica o problemas de colon irritable, pero no se aborda la depresión, que es lo que está de fondo”, advierte el doctor.

Identificar las causas que conducen a la depresión es el primer paso para tratarla, con ayuda profesional y la esperanza de una luz al final del túnel. Cuando el enemigo es la tristeza, hay estrategias más sencillas, como llamar a un amigo una desabrida tarde de domingo.

viernes, 21 de abril de 2017

La depresión, historias y luchas de tarijeñas



“Sufro de depresión desde por lo menos mis 16 años. La primera crisis ocurrió cuando empecé a tener problemas con una persona con la que mantenía una relación afectiva.

Vivía con una tristeza terrible y un sentimiento de soledad que me afectaron profundamente cuando rompimos; incluso perdí mi trabajo por eso”, relata Carla, quien ahora tiene 37 años.
Ella al igual que 300 millones de personas en el mundo, según un dato de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sufre de depresión y asegura que el estar deprimido es una enfermedad que hace que la persona no rinda, no se concentre, tenga dificultades para cumplir tareas y para soportar ciertas situaciones. Una prima a la que le contó las cosas que le pasaban por la cabeza decidió ayudarle y le ofreció trabajo, que es por el momento su salida a los momentos de depresión en los que suele caer habitualmente.
Jenny, otra mujer afectada con este problema, es una madre de familia de 30 años de edad que se separó de su pareja hace cinco años. Ella admite que cuando se separó del padre de sus hijos vivió por el lapso de un año en una total depresión, por lo que su aliado para salir de este cuadro de angustia fue la comida. Motivo de ese exceso de comida aumentó considerablemente de peso, su aspecto físico cambió y eso se sumó a su desánimo.
“Aprendí a vivir con la depresión finalmente uno se termina por dar cuenta que se encuentra sola, ni los hijos, ni la familia, nada puede sacarte de la depresión a menos que uno decida superarla. Tengo amistades que pensaban que yo era la mujer más feliz del mundo, no voy manifestando mi tristeza, pero ahora la hice más llevadera y me doy mis momentos de alegría”, relata.
Ella durante su etapa crítica de depresión se aisló en casa de sus padres, no tenía trabajo porque además no lo buscaba y terminó encontrando ese consuelo en la comida pero tocó fondo, luego se recuperó y decidió seguir adelante acostumbrándose a su nueva vida.
Consultada sobre cómo se dio el motivo de su depresión, ella dice: “Los cambios drásticos son traumáticos, duele, yo pensé que nunca me separaría de mi familia, hice de todo luche por conservar al padre de mis hijos, peleé y hasta fui sumisa, pero no sirvió de mucho, no encontré la fórmula para que funcione. Llegar al fracaso pese a mis esfuerzos me destruyó totalmente”, afirma.
Soraya es otra mujer que padece de depresión y cuenta que cuando está con el ánimo bajo, ella reacciona con mal humor. “Grito a todo el mundo y cuando llego a la cúspide lloro un largo rato”, relata. Asegura que sus crisis de depresión surgen por la frustración que le ocasiona el no poder resolver determinadas situaciones de su vida, organizar su hogar, no conseguir trabajo o el no poder ayudar a alguien cercano.
“Soy una persona acostumbrada a resolver los problemas de todos, yo siempre resuelvo todo ultrarápido y cuando no me salen las cosas como quiero me deprimo”, dice.
Así como Jenny, Carla y Sorara, en Tarija existen cientos de personas que padecen de depresión, una enfermedad que puede tornarse muy peligrosa y que incluso está catalogada como la responsable, en el futuro, de más muertes en el mundo.
Por esta situación, el País eN consultó a la psicoterapeuta Margot Zubieta sobre la presencia de este problema en Tarija y ella afirma que la depresión se presenta en esta ciudad generalmente por el duelo ante la pérdida de un ser querido, por melancolías, frustraciones en lo laboral, con la pareja, la familia, o tristezas por el rechazo de la persona amada.
Sin embargo, para ella hay un elemento que es sumamente importante para la prevención y cura de este mal, que es la autoestima de la persona. “No es lo mismo cuando la vida golpea a alguien que tiene una buena relación con su cuerpo, con su familia, y sus amigos, que cuando golpea a alguien que se siente completamente invadido por la situación y no sabe, o no tiene, a quien recurrir para darse fuerzas”, dice.
Según la especialista, el sufrimiento es normal e incluso saludable cuando al superarlo aportamos experiencia y aprendizaje a la vida, sin embargo, advierte que cuando la persona ya desarrolla una opinión negativa y autocrítica sobre uno mismo. Se compara con los demás y siempre sale perdiendo, cuando se califica negativamente y se culpa por no ser como debería ser, todo cambia y la vida de uno puede complicarse hasta incluso, llegar a la muerte.
“La depresión no es algo que se elige, es algo que se siente y que también puede darse por falta de ciertos productos químicos en el organismo es por eso que se debe consultar con un terapeuta. Si la depresión es ligera dura de 3 a 4 semanas se puede recurrir a familiares o amigos de confianza. Es importante considerar que la depresión no asistida puede conducir al suicidio”, aclara.

El origen
Especialistas afirman que la tristeza y la melancolía son dos sentimientos presentes en algún momento de la vida de todas las personas, al igual que la alegría y el placer. Los dos primeros no son en sí patológicos, pero en algunas ocasiones pueden llegar a serlo para ciertas personas.
Cuando el estado de ánimo de un individuo en un determinado momento de su vida sufre sentimientos severos y prolongados de tristeza o síntomas relacionados que afectan a su capacidad para relacionarse con otros, trabajar o afrontar el día, la tristeza se convierte en una enfermedad, que se conoce como depresión.
Las causas de la depresión son variadas, pero la bioquímica puede ayudar a explicar algunos casos. Las personas deprimidas muestran niveles muy altos de cortisol (una hormona) y de varios agentes químicos que actúan en el cerebro, como los neurotransmisores serotonina, dopamina y noradrenalina. Estos niveles pueden estar elevados por motivos hereditarios. Explicaciones dadas al origen familiar de la depresión son que los niños reciban una visión triste del mundo por el comportamiento de sus padres, o crecer en un ambiente que no es totalmente enriquecedor.
Respecto a la depresión que no está causada por motivos familiares, las pérdidas emocionales muy profundas pueden causar cambios bioquímicos que impulsen la depresión. Estos cambios pueden provocar la enfermedad no de una forma inmediata, sino más adelante. Otros factores pueden ser la pérdida de un trabajo, o la falta de capacidad de adaptación a determinados cambios. A pesar de que no se sabe exactamente qué provoca la depresión existen diversos factores identificados como los desequilibrios de los neurotransmisores del cerebro. Los fármacos antidepresivos pueden ayudar a solucionar este problema.

Síntomas
Son varios los síntomas que presenta una persona deprimida, como por ejemplo: estado de ánimo depresivo la mayor parte del día puede ser irritable, disminución acusada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades, pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso, Insomnio o hipersomnia, agitación o enlentecimiento psicomotores, fatiga o pérdida de energía casi cada día, sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados, disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión y lo más preocupante, pensamientos recurrentes de muerte.
Existen varios tipos de depresión que requieren un abordaje diferente:
La distimia, es un tipo de depresión menos grave. Los síntomas se mantienen a largo plazo, pero no evitan la actividad de las personas. También puede ser recurrente, es decir aparecer más de una vez en la vida.
El desorden bipolar o enfermedad maniaco-depresiva se caracteriza por cambios de humor, y los estados de ánimo muy altos se ven sucedidos por otros muy bajos. Estos cambios son bruscos a veces, pero lo más frecuente es que sean graduales.
En el ciclo maniaco, pueden sentirse hiperactivos, excesivamente locuaz y con demasiada energía. A veces la manía afecta al pensamiento, el juicio y el comportamiento social del individuo. Si la manía se deja sin tratar puede llevar a un estado psicótico.
Depresion post-parto, alrededor del 10 o 15 por ciento de las nuevas madres lloran constantemente, se sienten terriblemente ansiosas, no pueden dormir e, incluso no son capaces de tomar decisiones sencillas. Es lo que se conoce como depresión post-parto. Las razones por las que se produce no están muy claras. Puede ser el estrés, el desajuste hormonal producido durante el embarazo y el posterior parto. Entre los principales síntomas de la depresión post-parto destacan la tristeza profunda, el insomnio, el letargo y la irritabilidad.

Prevención
La doctora recomienda que aparte del tratamiento farmacológico o psicoterapéutico que se pueda recetar para sobrellevar un estado de depresión fuerte, es importante tomar en cuenta ciertos consejos o modos de vida: tener pensamientos positivos, cuidar la salud física, mantener un calendario diario uniforme, reanudar las responsabilidades forma lenta y gradual, aceptarse a uno mismo, no compararse con otras personas que considera favorecidas, expresar las emociones, comer una dieta equilibrada y hacer ejercicio físico.

jueves, 20 de abril de 2017

Las emociones pueden afectar tu salud

Toda persona tiene una conexión entre mente y cuerpo. Si por alguna razón se enferma uno afecta al otro. Las personas que gozan de buena salud emocional en pensamientos, sentimientos y comportamiento han aprendido a lidiar con el estrés y los problemas cotidianos, pero no en todos los casos sucede esto.

“El ser humano es una combinación de elementos biológicos, naturales, sociales y culturales, por tanto cualquier enfermedad física va tener un impacto emocional y viceversa. Antiguamente se hablaba de enfermedades psicosomáticas ahora ya no, sino de la relación que existe en mente y cuerpo”, dice la psicóloga Margaret Hurtado.

Consultada la profesional si existe una relación entre una determinada emoción con una zona específica del cuerpo, asegura que esta corriente corresponde a Louise Hay, quien ha realizado estudios al respecto, pero que no son científicos y que, desde luego, no pertenecen a la psicología académica ni a la psicología clínica.

“Muy diferente es que una emoción violenta como el rencor tenga un impacto en la cabeza y el estómago, en el sentido de que no existe una relación directa entre un tipo de emoción y una representación física. Sin embargo cualquier emoción violenta puede provocar que la tensión arterial suba y desencadene en un dolor de cabeza y en el segundo caso que aumente la secreción de ácidos en el estómago que cause ardor o dolor en esta zona”, afirma Hurtado.

La psicóloga dice que si las emociones no se expresan ya sea por cultura, educación o clase social, la persona tiene mayor tendencia a reducir la demostración de afecto y a reprimir estas emociones que conducen al individuo a un circuito de estrés y que se va alojar en alguna parte del cuerpo, pero no existe un mapa específico donde se diga que causará un problema como una embolia o parálisis facial.

“Culturalmente se facilita un poco más la expresión de las emociones en la mujer, pero en el varón ya sea que tenga poca o mucha educación se reprime la expresión de ciertas emociones como el llanto lo que lo conduce a acelerar el proceso de estrés que lo lleva a una disforia, referida a una depresión de carácter agresivo cuando reacciona mal o contesta con torpeza”, asegura la psicóloga.

Según Hurtado el no expresar las emociones conduce a elevar los niveles de estrés y estos son los responsables de una serie de trastornos a nivel físico que va desde el más leve con el insomnio hasta los más graves con dolor de cabeza, gastritis, calambres o sensación de ansiedad.

CONTRARRESTAR

En la actualidad hay diversas formas para contrarrestar las diferentes situaciones que puedan presentarse en la vida y que puedan afectar la salud emocional de las personas, se habla de la inteligencia emocional y de la empatía que nos lleva a crear conciencia sobre cada uno de nosotros y a alfabetizarnos acerca de las emociones.

“Por esta razón hay emociones que son evaluadas como positivas y otras negativas. Entre las positivas están la alegría, la gratitud, el amor, el interés y otras que consideran opuestas como: la tristeza, la ira, la envidia y el rencor entre otras. Por esta razón es importante reconocerlas, trabajarlas y hacerse cargo de ellas para vivir con menos estrés y ansiedad”, agrega Hurtado.

- La alegría Ocurre en instantes cuando se encuentra en un ambiente familiar y seguro. Aparecen los momentos perfectos (un feriado en familia o una felicitación inesperada) que hacen que se sienta que las cosas están como deberían estar.

- La gratitud.- Se trata de momentos en los que te da cuenta que lo alguien hizo mucho por ti era más de lo necesario, tal vez un vecino o un amigo. La gratitud activa el botón de la reciprocidad genuina que nos mueve a hacer algo por aquella persono que nos hizo tanto bien.

- El amor.- Una emoción positiva muy frecuente, en el cuerpo tiene una reacción biológica que incrementa los niveles de oxitocina y progesterona, incrementando la sensación de bienestar y reduciendo el nivel de estrés, lo que sin lugar a dudas mejora nuestra salud y calidad de vida.

Por el contrario existen otras emociones que son consideradas negativas y que son rechazadas como la tristeza, la ira o el rencor.

- La tristeza: Es una emoción básica del ser humano, este estado de decaimiento se observa cuando las expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida resultan dolorosas.

- La ira.- Una emoción orientada a la supervivencia que cuando se focaliza de forma inadecuada puede dañar. Si la ira se canaliza adecuadamente se transforma en creatividad y capacidad de acción.

lunes, 17 de abril de 2017

Entrenar la bondad para tener un cerebro sano

Yo investigaba los mecanismos cerebrales implicados en la depresión y en la ansiedad.

...Y acabó fundando el Centro de Investigación de Mentes Saludables. Cuando estaba en mi segundo año en Harvard, se cruzó en mi camino la meditación y me fui a la India a investigar cómo entrenar mi mente. Obviamente mis profesores me dijeron que estaba loco, pero aquel viaje marcó mi futuro.

...Así empiezan las grandes historias. Descubrí que una mente en calma puede producir bienestar en cualquier tipo de situación. Cuando desde la neurociencia me dediqué a investigar las bases de las emociones, me sorprendió ver cómo las estructuras del cerebro pueden cambiar en tan solo dos horas.

¡En dos horas! Hoy podemos medirlo con precisión. Llevamos a meditadores al laboratorio; antes y después de meditar les tomamos una muestra de sangre para analizar la expresión de los genes.

¿Y la expresión de los genes cambia? Sí, y vemos como en las zonas en las que había inflamación o tendencia a ella, esta desciende abruptamente. Fueron descubrimientos muy útiles para tratar la depresión. Pero en 1992 ¬conocí al Dalái Lama y mi vida cambió.

Un hombre muy nutridor. “Admiro su trabajo, me dijo, pero considero que está muy centrado en el estrés, la ansiedad y la depresión; ¿no te has planteado enfocar tus estudios neurocientíficos en la amabilidad, la ternura y la compasión?”.

Un enfoque sutil y radicalmente distinto. Le hice la promesa al Dalái Lama de que haría todo lo posible para que la amabilidad, la ternura y la compasión estuvieran en el centro de la investigación. Palabras jamás nombradas en ningún estudio científico.

¿Qué ha descubierto? Que hay una diferencia sustancial entre empatía y compasión. La empatía es la capacidad de sentir lo que sienten los demás. La compasión es un estadio superior, es tener el compromiso y las herramientas para aliviar el sufrimiento.

¿Y qué tiene que ver eso con el cerebro? Los circuitos neurológicos que llevan a la empatía o a la compasión son diferentes.

¿Y la ternura? Forma parte del circuito de la compasión. Una de las cosas más importantes que he descubierto sobre la amabilidad y la ternura es que se pueden entrenar a cualquier edad. Los estudios nos dicen que estimulando la ternura en niños y adolescentes mejoran sus resultados académicos, su bienestar emocional y su salud.

¿Y cómo se entrena? Les hacemos llevar a su mente a una persona próxima a la que aman, revivir una época en la que esta sufrió y cultivar la aspiración de librarla de ese sufrimiento. Luego ampliamos el foco a personas que no les importan y finalmente a aquellas que les irritan. Estos ejercicios reducen sustancialmente el bullying en las escuelas.

De meditar a actuar hay un trecho. Una de las cosas más interesantes que he visto en los circuitos neuronales de la compasión es que la zona motora del cerebro se activa: la compasión te capacita para moverte, para aliviar el sufrimiento.

Ahora quiere implementar en el mundo el programa “Healthy minds” ("Mentes sanas"). Fue otro de los retos que me lanzó el Dalái Lama, y hemos diseñado una plataforma mundial para diseminarlo. El programa tiene cuatro pilares: la atención; el cuidado y la conexión con los otros; la apreciación de ser una persona saludable (encerrarse en los propios sentimientos y pensamientos es causa de depresión)...

...Hay que estar abierto y expuesto. Sí. Y por último tener un propósito en la vida, algo que está intrínsecamente relacionado con el bienestar. He visto que la base de un cerebro sano es la bondad, y la entrenamos en un entorno científico, algo que no se había hecho nunca.

¿Cómo se puede aplicar a nivel global? A través de distintos sectores: educación, sanidad, gobiernos, empresas internacionales...

¿A través de los que han potenciado este mundo oprimido en el que vivimos? Tiene razón, por eso soy miembro del consejo del Foro Económico Mundial de Davos, para convencer a los líderes de que hay que hacer accesible lo que sabe la ciencia sobre el bienestar.

¿Y cómo les convence? Mediante pruebas científicas. Les expongo, por ejemplo, una investigación que hemos realizado en distintas culturas: si interactúas con un bebé de seis meses a través de dos marionetas, una que se comporta de forma egoísta y otra amable y generosa, el 99% de los niños prefieren el muñeco cooperativo.

Cooperación y amabilidad son innatas. Sí, pero frágiles, si no se cultivan se pierden, por eso yo, que viajo muchísimo (una fuente de estrés), aprovecho los aeropuertos para enviar mentalmente a la gente con la que me cruzo buenos deseos, y eso cambia la calidad de la experiencia. El cerebro del otro lo percibe.

Apenas un segundo para seguir en lo suyo. La vida son solo secuencias de momentos. Si encadenas esas secuencias, la vida cambia.

El “mindfulness” es hoy un negocio.Cultivar la amabilidad es mucho más efectivo que centrarse en uno mismo. Son circuitos cerebrales distintos. A mí no me interesa la meditación en sí misma, sino cómo acceder a los circuitos neuronales para cambiar tu día a día, y sabemos cómo hacerlo.



CIENCIA Y AMABILIDAD

Su investigación se centra en las bases neuronales de la emoción y los métodos para promover desde la ciencia el florecimiento humano, incluyendo la meditación y las práctica contemplativas. Fundó y preside el Centro de Investigación de Mentes Saludables en la Universidad de Wisconsin-Madison (Estados Unidos), donde se llevan a cabo investigaciones interdisciplinarias con rigurosidad científica sobre las cualidades positivas de la mente, como la amabilidad y la compasión. Ha cosechado importantes premios y está considerado una de las cien personas más influyentes del mundo según

la revista Time. Tiene multitud de investigaciones y varios libros publicados.

Ha ofrecido un seminario para Estudios Contemplativos en Barcelona.

El nacimiento, el sentimiento y el desarrollo hasta la adolescencia

La vida emocional se inicia con el nacimiento de la persona mediante el vínculo y el afecto con la madre, quien ofrece la seguridad y la energía durante el desarrollo de los primeros años de vida.

El tiempo de desarrollo junto a la madre hace que se actúe con tolerancia hacia los sentimientos de temor, frustración y la distancia que se tiene en el seno materno, lo que ayuda en adquirir independencia como individuo.

En la adolescencia las emociones vuelven a cobrar una especial importancia, porque cambian rápidamente de felicidad a depresión y también se experimenta sentimientos contrarios simultáneamente, causando confusión o incertidumbre a tomar una decisión equivocada por estar perturbado.

Los cambios son positivos durante las festividades como un cumpleaños o aniversarios, esperan con ansiedad la ocasión, sin embargo, posterior a este periodo se aíslan, pelean con sus padres o hermanos, mostrándonos que la adolescencia tiene sus expectativas y desilusiones, haciéndonos ver que todo tiene una importancia especial.

Conocemos que las personas tienen diferentes formas de actuar, particularmente los jóvenes cuando reflejan felicidad o satisfacción, el carácter se traduce en un ser afectivo, sin embargo, no hay control y dificulta la comunicación cuando el individuo se encuentra con depresión. De alguna manera se presenta enojo sin poder expresar por temor a herir o herirse.

Cuando niños el enojo es controlado por los padres y por ese aspecto se inhiben y no expresan por considerarla una conducta no aceptable.

La depresión es una emoción común que se la expresa con la pérdida de la habilidad de sentir placer o gozar, aislamiento social y problemas físicos, presencia de dolores de cabeza, fatiga, trastornos digestivos, buscar la atención médica o cambio de actitud ayudará de alguna manera a sobre ponerse y mejorar sus emociones.

El ser humano por naturaleza es un ser afectivo, los momentos de cambios emocionales influyen en una conducta sexual o de pareja, dejando una huella profunda irremediable.

La tolerancia que se tenga la persona clarificará sus sentimientos y siempre pretenderá encontrar la respuesta adecuada en su forma de vida, toda decisión ante lo sexual será la adecuada, además la vida es lo más valioso que Dios nos dio, conservarla, cuidarla con serenidad y una auto educación nos brindará la felicidad que todo ser desea alcanzar.

viernes, 14 de abril de 2017

Tu dosis de endorfina para la felicidad

Tú puedes estar en el lugar más hermoso del planeta, pero si tu corazón está herido o tu mente está ansiosa te sentirás miserable. Por el contrario, puedes encontrarte en el sitio más desagradable del mundo, pero si estas de buen ánimo y agradecida, te sentirás feliz. Tú eres el creador de tu propio paraíso.

Por eso es que has escuchado la frase que dice: “La felicidad viene de adentro” y quizás te has preguntado “¿¡Pero dónde!?”. ¡Si dentro de mí solo hay órganos, músculos y huesos!

La felicidad tiene dos componentes y ambos están dentro de ti: lo químico y lo anímico. El primer ingrediente está en tu cerebro y se llama endorfina, el cual se produce cuando realizas actividades que te generan una dosis de placer como hacer el amor, comer chocolate, hacer ejercicio o ver una película de comedia. No es casualidad que las personas que aseguran ser felices siempre están haciendo algo que les gusta. El otro componente es tu estado de ánimo; la forma en la que piensas y reaccionas ante cada situación, donde no importa lo que suceda, tú tomas la decisión de estar feliz.

La felicidad no tiene nada que ver con los logros que puedas alcanzar o las riquezas que puedas acumular. Tampoco depende del espacio en donde te encuentres, el tiempo en que vivas, ni la compañía que te rodea.

Si tu felicidad depende de alcanzar lo que tienes en tu lista de deseos; bien sea la relación ideal, un auto nuevo, el trabajo perfecto o perder 20 libras, estás poniendo condiciones para sentirte pleno y satisfecho.

Empieza a gozar los detalles simples de la vida. Por ejemplo, cuando estés tomando un cafecito caliente, abrazando al ser que amas o mirando la puesta del sol, reconoce que ese momento no volverá a repetirse, y disfrútalo como si fuera la última vez. Todo los ingredientes que necesitas para vivir pleno. Tú naciste con el derecho a ser feliz, esto te pertenece y nada ni nadie te lo puede robar.

11 tipos de compañeras tóxicas en el trabajo

TIPO 1: LA SECRETARIA VETERANA

Cómo actúa. Observa tus movimientos, conoce tu historial laboral (¡y sentimental!) y resopla si no sabes rellenar algún documento.

Su punto débil. Ese jefe que siempre la llama “Amparito” y le dice que sigue igual de guapa.

Cómo lidiar con ella. ¡Ni se te ocurra gruñirle! Sigue los consejos de Esther Martínez, psicóloga, coach y analista conductual de Bitácora Consulting: “Es sistemática, madura y tiene miedo a que critiquen su trabajo. Háblale con voz controlada, directa y amable; no invadas su espacio y mírala a los ojos”.



TIPO 2: LA COMPAÑERA SIN IDENTIDAD

Cómo actúa. Te cuenta con detalle los pormenores de su visita al ginecólogo y discute con su novio a voz en grito por teléfono.

Su punto débil. Toda bocazas tiene un gran secreto. Puede ser un amor oculto en la oficina o una pasión desaforada por el macramé. Si lo descubres, estará en tus manos.

Cómo lidiar con ella. Si quieres evitar sus monólogos, no le hagas preguntas (ni siquiera “¿qué tal el fin de semana?”). Y ensaya varias frases de huida (“¿podemos hablar de eso luego? Tengo que entregar este informe en media hora”).



TIPO 3: LA EXAGERADA

Cómo actúa. ¿Tienes mucho trabajo? Ella más. ¿Te han asignado un proyecto difícil? El que tiene ella es complejísimo. No puede bajar a tomar un café, ni ayudarte, ni ir al baño siquiera... Un buen día se va de vacaciones y te toca encargarte de lo suyo. Y no era para tanto.

Su punto débil. Su cobardía. Háblale de un plan para exponer sus quejas a los jefes y le entrará el pánico.

Cómo lidiar con ella. No dejando que te afecte. “Si es feliz pensando que su trabajo es muy importante y engañándose, ¿qué más da?”, dice el psicólogo Bertrand Regader.



TIPO 4: LA JEFA COLEGA

Cómo actúa. Todavía no ha superado el trauma del ascenso y quiere sentirse “una más”. Insiste en tomarse un trago después del trabajo y, si puede, critica a sus superiores en tono confidencial.

Su punto débil. Añora estar al día de los cotilleos. Si quieres mantener un pie dentro del despacho, lánzale alguno de vez en cuando.

Mantén los límites. “Es una jefa –señala Regader–, por mucho que se presente cercana y amistosa. Los roles en una empresa juegan un papel fundamental que, tarde o temprano, salen a la luz. Desconfía de la excesiva amabilidad y actúa con asertividad y profesionalidad”.



TIPO 5: LA PRINCESA DEL CAFÉ

Cómo actúa. No se sabe muy bien cuándo trabaja, porque se toma tantos descansos que ni siquiera estamos seguros de que su ordenador funcione. Su principal actividad es enterarse de todos los rumores de la oficina. Y, al menos en ese sentido, es competente.

Su punto débil. Sus fuentes son poco fiables, cuando no inexistentes. Para descolocarla, háblale como si fueras una periodista de investigación: “¿Te lo contó él mismo?, ¿lo vio alguien?”.

Cómo lidiar con ella. Si quieres estar al día de los trending topics del trabajo, cinco minutos diarios con ella te serán muy útiles, siempre que no le cuentes nada personal. En última instancia, recuerda que el cotilleo sirve para advertirte de las malas prácticas de ciertos compañeros, anima a los más perezosos y crea lazos emocionales entre los empleados, según un estudio de la Universidad de Ámsterdam (Holanda).



TIPO 6: LA BECARIA FELIZ

Cómo actúa. Está en-tu-sias-ma-da con el trabajo y no deja de repetirlo. Lleva un cuadernito en el que toma notas, mira a todos con los ojos muy abiertos y hace muchísimas preguntas. Puedes medir tu síndrome del empleado quemado según el nivel de irritación que te provoque.

Su punto débil. ¡Todos! Si la regañan, se va al baño a llorar. Si mete la pata, se flagela durante horas gimoteando. Si tiene que pedir ayuda, se desespera. Es una bomba de hipersensibilidad siempre a punto de estallar.

Cómo lidiar con ella. Como lo harías con un hijo adolescente, sabiendo que se le pasará. Y que, cuando ocurra, lo echarás de menos. “Los becarios trabajan prácticamente a cambio de nada y eso es duro”, señala Regader. “Merecen nuestra comprensión. Si queremos ayudarles, podemos hablarles de forma cercana y explicarles que tal vez tengan que rebajar un poco sus expectativas, siempre valorando su vitalidad para no desmotivarles”.



TIPO 7: LA REINA DEL CULTO

Cómo actúa. Su tupper del almuerzo solo contiene quinoa, cúrcuma y verduras ecológicas. Va al gimnasio cada mañana, a la misma hora en que tú le murmuras a tu despertador: “Cinco minutos más”. Su estilo de vida es tan cansado que algunas personas tienen que sentarse nada más verla.

Su punto débil. Asimila mal el alcohol. Llévatela de copas y en dos horas la tendrás zampando dulces y patatas fritas.

Cómo lidiar con ella. Trátala como si fuera de otra raza y admite que tiene algo de razón. En el fondo, sabes que podrías desayunar algo más sano que una bebida refrescante con burbujas y dos palmeras de chocolate.



TIPO 8: LA ASPIRANTE A LANNISTER

Cómo actúa. Todos la temen más que a un nublado, porque tiene un plan y los que trabajan con ella son piezas en su ajedrez maquiavélico. Carece de compasión o sentimientos, y disfruta manipulando a todos para conseguir sus propósitos. De hecho, su frase favorita es: “Esta gente no sabe quién soy yo”.

Su punto débil. Por suerte, el verdadero genio político escasea. En realidad, y por mucho que le guste pensar lo contrario, tiene más de Theon Greyjoy que de Tyrion Lannister.

Cómo lidiar con ella. Es fácil: “Distancia, asertividad y prudencia. No hay que facilitarles más información de la estrictamente necesaria”, recomienda Regader. Si se pasa, valora dar parte a los jefes.



TIPO 9: LA MADRE ADOPTIVA

Cómo actúa. Trae bizcochos de su pueblo, te explica cómo separar la ropa para lavarla y, si te quejas del jefe, te da un sermón sobre la importancia del pensamiento positivo según Paulo Coelho.

Su punto débil. Lleva años sin pensar en sí misma. Si un buen día te presentas con un croissant para ella porque has recordado que le gustan, te habrás ganado su corazón... para toda la vida.

Cómo lidiar con ella. “Muéstrale interés sincero, aportándole garantías personales de tu apoyo”, aconseja Esther Martínez.



TIPO 10: LA QUE TIENE UNA VIDA

Cómo actúa. Para ella, el trabajo es ese lugar donde recargar su móvil. Sus redes sociales tintinean constantemente, se retira con frecuencia a un rincón para hablar en susurros y conoce cada nuevo garito de moda en 20 kilómetros a la redonda. Eso sí, entre las resacas y sus llamadas “importantísimas”, no es nada productiva.

Su punto débil. Le tiene pánico a cierta jefa; solo a una.

Cómo lidiar con ella. “Si está provocando que otros hagan horas extra, comunícalo de forma cauta a un jefe”, señala Regader.



TIPO 11: LA ESTRELLA EN ASCENSO

Cómo actúa. Tiene muy claro que está aquí para subir como la espuma. Se toma su trabajo muy en serio, domina a la perfección la jerga y se relaciona con la gente adecuada, tanto en horas de oficina como en el afterwork. Asúmelo: en dos años estarás a sus órdenes.

Su punto débil. A veces, siente nostalgia de lo que era ser humana.

Cómo lidiar con ella. Este tipo de trabajadora es de las peores. “Háblale con voz segura, apoyando tu discurso con datos y no invadas su espacio”, dice la experta de Bitácora Consulting.

jueves, 13 de abril de 2017

Una terapia que a través de distintas herramientas de danza permite al ser humano despertar y comunicarse.

Uno de los resquisitos para realizar la terapia del biomovimiento es desconectarse por unos minutos del mundo exterior. ¿Te imaginas estar sin revisar tu celular cada dos minutos? Es necesario hacerlo para centrar toda la atención en el presente, explica Eric Marshall, terapeuta de Biomovimiento. “Este es un espacio de introspección que está únicamente enfocado al ser que habita en nuestro interior”, enfatiza.

Permite comunicar. Este método es un proceso por el cual las personas se integran, recuerdan y asimilan la vivencia interior por medio del movimiento, explica Marshall. “Es una forma de comunicarnos tanto con otras personas como con el interior”, dice.

Despierta al ser humano. Según Marshall, el biomovimiento surge de la necesidad de liberación, ya que al vivir en una sociedad moldeada por estereotipos, comportamientos y modelos guían al ser humano hacia un ser frío, quieto y racional. Esta técnica fue creada por la necesidad de recordar, despertar y liberar el movimiento orgánico, amoroso y lúdico.

Los movimientos. El terapeuta resalta que, en un principio, no existen movimientos correctos o incorrectos. Aclara que 'Bio', significa vida y el concepto de biomovimiento, como bien se menciona, invita al ser a explorar todos los movimientos que puedan experimentarse en la vida misma. Es por esto, que se dice que juntos se explora esta vivencia. Si bien se utilizan algunas consignas de danzas originarias de diferentes tribus, posturas de yoga y danzas circulares. El Biomovimiento está siempre receptivo a la energía con la que se presenta cada grupo. Aprovechado justamente el estado inicial como punto de partida hacia un viaje de movimientos espontáneos y liberadores.

Beneficios. Al practicar este método, en primer lugar, permite descongestionar el estrés, resalta. Además uno se reencuentra con movimientos y posturas que exploran y revitalizan al ser. Aumenta el autoestima y permite volver a escuchar el cuerpo.

Conéctate con la naturaleza


Aunque no lo creas, existe un choque constante de energías entre tu cuerpo y el ambiente que hace que regule tu estado anímico.

¿Alguna vez has corrido descalza por el césped del jardín o la arena de la playa? Es una sensación inexplicable que despierta tus sentidos y que, sin pensarlo, te brinda calma en los momentos más estresantes o tensos.

Sí, entrar en contacto con la naturaleza es el mejor remedio para tus males y existe una terapia especializada en sanar tus heridas mediante esta.

Científicos y expertos en medicina ambiental de la Universidad de California en Los Ángeles avalaron la técnica ‘grounding’ o ‘earthing’, que consiste en ‘conectarse con la tierra’ a través de los pies descalzos. Los seres humanos somos seres eléctricos, por lo que para mantenernos sanos, es necesario establecer un equilibrio entre las cargas de la energía eléctrica que emana de la Tierra.

El choque de energías provoca descompensaciones pero existen muchas terminaciones nerviosas en los pies por lo que al ponerlos en contacto con la superficie de suelos naturales (hierba, tierra, arena) encendemos nuestros puntos de energía, mejorando la oxigenación y circulación de la sangre y evitando la oxidación del cuerpo.

Pero ya sea que estés recostada, sentada o parada sobre el jardín, haces que la energía, tanto la que emana de la tierra como la que se desprende de tu cuerpo, fluya. Así, la energía negativa que tienes, se regula al mismo nivel que la del planeta, por lo que esto hará que te sientas mucho mejor contigo misma.

Además de llenarte de energía positiva, el grounding puede disminuir los malestares premenstruales y menstruales, te relaja y mejora tu estado de ánimo, combate el insominio e incluso te ayuda a sobreponerte de un jet lag (nada mejor que llegar de un viaje largo y sentir el pasto con tu piel).

lunes, 10 de abril de 2017

La técnica de mirar al sol para curar cuerpo y mente



A la hora en la que sale el sol mucha gente está todavía dormida, y mucha otra se encuentra ya preparándose para salir o camino del trabajo. Pero hay personas que a esa hora están curándose, recargando las pilas, llenándose de energía. Lo hacen mirando al sol, gracias una técnica que se denomina ‘sungazing’ y que cada vez gana más adeptos.

La idea que rige esta ‘terapia’ defiende que al mirar al sol (solo durante el amanecer o el ocaso, si no sería dañino) el cuerpo recibe la energía del astro, suficiente para curar enfermedades, proporcionar bienestar y ayudar a poner en orden la mente. Los defensores de esta técnica sostienen que el ojo humano (algunos dicen que incluso todo el cuerpo) posee algún tipo de células fotovoltaicas capaces de convertir la energía solar en energía vital.

El gurú de esta técnica, Hira Ratan Manek, asegura que la energía solar permite vivir sin necesidad de comer, ya que aporta al cuerpo todos los nutrientes necesarios. Él dice llevar más de diez años sin consumir nada más que líquidos, sobreviviendo con el sungazing.v

La felicidad…desde un país “medio feliz” (o medio infeliz)



¿Cómo escribir de la felicidad desde un país “medio feliz”? Es el caso de Bolivia, según el ranking de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentado en su Reporte Mundial de la Felicidad 2017.

Los bolivianos, en ese ranking, se ubican en un nada despreciable puesto 58 de entre 155 países, siendo el décimo tercero de Latinoamérica. En este grupo menor de vecinos, el líder es Costa Rica.

Desde su posición, Bolivia está por encima de Perú, Paraguay, Venezuela y Honduras, y también se supone más feliz que la potencia China o la idílica Grecia. Los más infelices son la República Central del África, Burundi, Tanzania y Siria.

Las variables

Medio infelices o no, los bolivianos fueron medidos con las mismas variables que el resto del mundo: por su ingreso per cápita, por el acceso que tienen a la asistencia social y por su expectativa de vida saludable.

Además, por su sentimiento de libertad para tomar decisiones, por su generosidad, si perciben corrupción, cuánto se ríen y hasta cuán tristes o enfadados se sienten.

Para la elaboración del ranking de la ONU se utilizan datos del Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud y encuestas de la consultora Gallup.

Una moda

Nunca antes había estado tan de moda medir la felicidad, sobre todo entre empresarios y políticos, ni se había manifestado una preocupación tan grande en relación al bienestar de la especie humana.

Tanto así que se instauró un Día Mundial de la→ →Felicidad (20 de marzo) y hace poco se celebró la Cumbre Mundial de la Felicidad, justamente para plantear modelos de felicidad que, en este caso, serían los nórdicos Noruega, Dinamarca, Islandia, Suiza y Finlandia, punteros del mencionado ranking de la ONU.

Medida de bienestar

Otros países menos ejemplares incluso han instaurado “ministerios de la Felicidad”, tomando el bienestar de sus ciudadanos como un asunto de Estado. Muchos gobiernos utilizan los datos e investigaciones disponibles para buscar políticas que ayuden a sus pueblos a vivir mejor porque el bienestar o felicidad de un país es reconocido como una medida del progreso social y del éxito de las políticas públicas.

El pionero es el asiático Bután, que viene midiendo la felicidad desde 1972. Lo hace desde su “Centro para la Felicidad Nacional Bruta”, que inventó el “Índice Nacional de la Felicidad”.

¿Por qué?

La cultura de la felicidad, tan en boga, de acuerdo al economista británico Richard Layard surge para hacerle frente a la presión del estilo de vida materialista, a la competitividad y al estrés que amenaza el bienestar del ser humano y de las sociedades.

Si Aristóteles dijo que la felicidad es “ser humano”, entonces se puede deducir, sin esforzarse mucho, que la deshumanización de las sociedades conduce a la infelicidad.

¿Qué es la felicidad?

Siguiendo a un clásico del novelista norteamericano Raymond Carver: “De qué hablamos cuando hablamos de amor”, podríamos preguntarnos: “de qué hablamos cuando hablamos de felicidad”.

Filósofos, poetas, políticos, amantes, líderes espirituales, reyes, emperadores, guerreros, piratas y pitonisas han tratado de responder a esta pregunta desde que la humanidad tiene memoria.

En nuestro tiempo, el académico de la Universidad de Harvard Tal Ben Shajar dice que es el bienestar espiritual, intelectual, físico, emocional y de relaciones humanas, todo junto, lo que conduce a una vida feliz.

Se suman otras opiniones que indican que para la felicidad es fundamental el contacto con la naturaleza, el disfrute del espacio público y el tiempo con la familia.

Otros señalan que está comprobado que las personas más felices son las generosas, las que practican el altruismo (dar por el simple placer de hacerlo sin esperar nada a cambio), y las que tienen lazos afectivos profundos con otros, sean familiares o no.

Para muchos la felicidad son solo momentos; para otros, ver felices a→ →los demás (amigos, familia, compañeros de trabajo, la pareja), o dejar ir a sus hijos caminando a la escuela con la tranquilidad de que nada les pasará. Algunos la ven en la seguridad de un buen trabajo, en una cuenta bancaria, en la certeza de poder pagar los gastos a fin de mes y planear un viaje a fin de año.

Hay quienes creen que la felicidad está al lado de una familia, o en la realización de los hijos, o en acumular emociones como la que prodigan los viajes, las aventuras, los placeres de la vida, en la posibilidad de conocer nuevos amigos.

Incluso, dicen algunos, la felicidad se encuentra en una buena conversación acompañada de una taza de café latte o de una copa de brandy.

Las frustraciones

Pero, quizá sea mucho más que eso y mientras más inteligente y tecnologizada es la humanidad, alcanzarla se hace más complejo y el ideal se ve más lejano.

Pareciera que mientras más se esfuerza la persona con sus propios medios en ser feliz, más lejos está de serlo porque apenas tenga algo, surgirá una nueva expectativa para llenar el nuevo vacío y luego otro, mientras la frustración crece. “El amor y la felicidad/en cuanto llegan se van/en cuanto llegan se van”, dice la popular canción de Leo Dan.

¿Dónde se la encuentra?

Las corrientes y pensamientos de moda dicen que la felicidad no tiene nada que ver con el triunfo, ni con la ambición, ni con el prestigio, ni con el poder, ni con el placer, ni con los objetos materiales que se pueda obtener en la vida, ni con las personas del entorno.

Por lógica, da la sensación de que para encontrar la felicidad hay que buscarla en el lado opuesto de la infelicidad, pero, aunque parezca absurdo, un alto porcentaje de la humanidad se adapta a ser infeliz y vivir en lo que los psicoanalistas denominan una “zona de confort” o “zona de comodidad”, a la que se aferran antes de plantearse un cambio que seguramente resultará incómodo, doloroso o difícil.

Al respecto, el sitio web de autoayuda “La Mente es Maravillosa”, en su artículo titulado “No te adaptes a lo que no te hace feliz”, dice que la felicidad no duele y por tanto no debería oprimir, ni quitar el aire, sino permitir ser libre, ligero y dueños de “nuestros propios caminos”.

Muchas veces el ser humano se adapta a rutinas incluso sabiendo que estas lo hacen infeliz; eso se debe a la necesidad de sentirse seguro, como cuando era niño. El cerebro cree que esa adaptación es supervivencia y no siempre va de la mano de la felicidad porque al cerebro no le gustan las amenazas, ni los cambios.

El filósofo místico indú Osho, fallecido en 1990, dijo que la felicidad se encuentra en el interior y que, entonces, no habría que buscarla fuera, ni siquiera esforzarse en hacerlo porque, según él, “no se puede obligar al cuerpo a alcanzar algo de lo que no es capaz”. El cuerpo, en ese sentido, solo puede proporcionar placeres temporales.

Esta corriente sostiene que cada placer se equilibra con dolor en el mismo grado y medida en una persona “adormilada” que según Buda solo conoce unas cuantas sensaciones, a diferencia de quienes disfrutan de cosas más duraderas como la música, la poesía, la naturaleza, el silencio, entre otras que no habían percibido antes.

¿Existe una receta?

Dan Gilbert, el psicólogo de Harvard autor del libro “Tropezar con la Felicidad”, tiene una receta. Él no habla de cómo ser feliz, ni de por qué la gente no es feliz, sino de por qué la gente no sabe lo que les hará felices.

Explica que normalmente los seres humanos infravaloran su propia resiliencia o capacidad de superar circunstancias traumáticas y, a pesar de ello, ser felices. Dice que la gente no se da cuenta de lo fácil que será cambiar su visión del mundo si ocurre algo malo. Y aclara que normalmente se sobredimensiona lo infeliz que se será ante la adversidad cuando, en realidad, se es resiliente ante la peor tragedia.

Desde luego, hay quienes se entristecen por nada, pero revela que la inmensa mayoría de los seres humanos —exactamente el 75 % de la especie— vuelve a ser feliz en los dos años posteriores al peor trauma que nadie se pueda imaginar. •

Ser feliz es una elección

SER FELICES, ¡QUÉ TONTA IDEA! - “Nos han metido la tonta idea de que hay que ser felices a toda costa, cuando la felicidad permanente es una utopía y como toda utopía es imposible de alcanzar”, dice el poeta sucrense Alex Aillón. Él insinúa que su búsqueda podría ser inútil, pero es en ella donde se puede encontrar la realización. “Podría parecer que la vida es un proyecto frustrado y no es así. Simplemente la felicidad no viene en un envase de plástico como nos lo hace creer la modernidad y la Coca-Cola”, enfatiza el artista.

LA RECETA NO ES UN SECRETO - El académico de Harvard Dan Gilbert se muestra también crítico frente a la millonaria industria de la felicidad que ametralla a la sociedad moderna. Él se limita a medir la felicidad en un laboratorio y, a la luz de los datos científicos, da una receta para ser feliz. Dice que es un asunto de química del cerebro y afirma que intentar ser más feliz no tiene secretos, es como bajar de peso: comer menos y hacer más ejercicio, pero todos los días. Si esto se practica religiosamente, el índice de felicidad irá subiendo. Recomienda por ejemplo pasar más tiempo con la familia y los amigos, por lo que no le sorprende que la felicidad proceda sobre todo de las relaciones interpersonales. “Si me preguntaran qué nos hace felices en la vida, solo diría… otras personas”, concluye.

HAY QUE TOMAR DECISIONES - Los psicólogos de “La Mente es Maravillosa” dicen que para ser feliz hay que tomar decisiones, y que aunque el cerebro sea resistente al cambio e invite elegantemente a permanecer en la zona de confort, está diseñado genéticamente para hacer frente a los desafíos y sobrevivir. “Se nos olvida que para ser feliz hay que tomar decisiones, librarnos de los zapatos ajustados y atrevernos a caminar descalzos; se nos olvida que el amor no tiene por qué doler, que la docilidad en el trabajo nos acaba quemando y que a veces hay que hacerlo y desafiar a quien nos somete y salir por la puerta de entrada para crear nuestro propio camino, nuestra propia felicidad. ¿Qué tal si empezamos ahora?”, invitan en su web.

BUSCAR ALGO MÁS ELEVADO - Buda buscó algo más elevado y profundo que la felicidad o el placer que se obtiene de las cosas del mundo. Lo llamó “dicha” que se alcanza a través de la meditación hasta convertir a la persona en ser de luz, despierta, sin oscuridad ni ego en el interior. Bajo estas características habrán desaparecido las tensiones, las angustias, la ansiedad y la persona se encontrará en un estado de absoluta satisfacción, donde solo importe el presente.

JESÚS, EL HOMBRE MÁS FELIZ - Si hubo un hombre feliz sobre la tierra, ese tuvo que ser Jesús de Nazareth, quien vino a revolucionar a la humanidad con su amor y compasión. Se olvidó de sí mismo preocupándose por los demás y anteponiendo el amor de Dios en cada una de sus acciones, incluso en el hecho de morir en una cruz de la forma más humillante y dolorosa para liberar y salvar a la humanidad, para luego volver a la vida en la más increíble demostración de poder y esperanza. Marina Castro, profesora de un discipulado cristiano, explica que el ser humano ha sido creado con un vacío enorme en su corazón para que no cese en su búsqueda y encuentre el camino, la verdad y la vida. Felicidad, para ella, es gozo permanente, paz verdadera que sobrepasa todo entendimiento a pesar de las circunstancias adversas, contentamiento y descanso interior. “Creo que la gente está cansada de religiones, filosofías y creencias. Los pensamientos del hombre y el esfuerzo propio jamás llenarán su anhelo profundo. Como seguidora de Jesús, los aliento a buscar una relación personal con él y disfrutar de sanidad, libertad y transformación espiritual”, dice ella.

La métrica de Bután para medir la felicidad

Bután, el pequeño reino con la democracia más moderna del mundo, aportó con sus variables para que la ONU construyera su Índice de Desarrollo Humano.

1. Salud (Acceso a la atención médica, calidad de los servicios y conocimientos de la población sobre la salud)

2. Educación (Escolaridad, calidad y nivel de educación)

3. Diversidad ambiental (Acceso a los servicios ambientales, conocimiento ambiental de la población y árboles sembrados por habitante)

4. Nivel de vida (Consumo de los hogares, casas propias, remodelaciones)

5. Gobernanza (Calidad de servicios públicos, confianza en las instituciones, niveles de seguridad)

6. Bienestar psicológico (Niveles de estrés, prevalencia de emociones como los celos, la frustración, la generosidad, la tranquilidad, entre otros)

7. Uso del tiempo (Tiempo dedicado a dormir, a participar en actividades de la comunidad, a la educación, al deporte, al cuidado de los demás, a meditar, a orar, entre otros)

8. Vitalidad comunitaria (Estima la confianza y apoyo social entre los miembros de una comunidad, así como los niveles de seguridad, entre otros)

9. Cultura (Valora el conocimiento de la cultura propia como deportes tradicionales, festividades, costumbres, así como el respeto a culturas diferentes)

Felicidad en Dinamarca = Tranquilidad, seguridad y satisfacción

Emil William Hansen, de 29 años, vive en Dinamarca, uno de los países más felices del mundo. Él hasta hace poco estuvo realizando una labor social en Bolivia, en el área de la salud. ECOS le formuló un par de preguntas que respondió desde Conpenhague.

ECOS. Tu país es el segundo más feliz del mundo, según un informe de la ONU. Desde tu perspectiva, ¿ese reconocimiento está acorde a la realidad?

Emil Hansen (EH). Pienso que para responder debo explicar qué es la felicidad en Dinamarca, que es diferente a la felicidad que he visto en Bolivia.

En Dinamarca la felicidad se asocia a un sentimiento de tranquilidad. Aquí casi nunca bailamos, el equipo nacional del fútbol tiene que ganar algo importante para que pueda empezar la fiesta. Rezongamos casi todo el tiempo, es casi como un concurso nacional de quién es mejor para renegar.

Yo creo que pasa esto justamente porque somos uno de los países más felices del mundo.

Esperamos que nuestro sistema sirva porque, en realidad, nuestra felicidad es seguridad. Sabemos que nunca le va a pasar algo horrible a ninguno de nosotros.

Eso sí, para nada Dinamarca es el país de las sonrisas. Pero sí es uno de los países más satisfechos del mundo.

ECOS. ¿Qué se siente vivir en uno de los países más felices del mundo?

(EH). Yo extraño “la felicidad real”. Tenemos muchas oportunidades en Dinamarca y somos todos iguales; obvio que esto me encanta, pero el problema de vivir en el país más satisfecho del mundo es que nada importa demasiado. Nada es horrible y nada es increíble. Somos privilegiados pero no sentimos la emoción, la euforia para encontrar el equilibrio entre fracaso y éxito.

Chuquisaqueños y potosinos, entre los menos felices

Los chuquisaqueños y los potosinos están entre los menos felices en Bolivia. Los benianos, en cambio, son los más felices. Así lo refleja el Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (INESAD), una fundación asentada en nuestro país hace 10 años, en su libro “El ABC del desarrollo en Bolivia”.

El ranking nacional de felicidad (en el que no participa Pando) tiene a Beni en la cúspide con 6,5 puntos sobre 10. Le siguen Santa Cruz, Oruro y Cochabamba. Potosí tiene un índice de 5,2 y Chuquisaca de 5,1. Tarija está en el fondo, con 5 puntos.

La directora de Investigaciones de INESAD, la danesa Lykke E. Andersen, declaró a ECOS que basaron su información en las encuestas que año tras año publica la consultora Gallup. El libro, que contiene un mapa con el índice de felicidad de cada departamento, cita como fuente a la Base de Datos Mundial de Felicidad (Veenhoven, 2016).

El INESAD aclara que “la medición de la felicidad a nivel desagregado en Bolivia es aún incipiente”.

Por otra parte, el Instituto Nacional de Estadística (INE) anuncio en marzo pasado que a mediados de este año entregarán los resultados de la “Encuesta del vivir bien”, con la que se busca conocer los niveles de felicidad de los bolivianos.

Depresión, un transtorno muy difícil de controlar


SÍNTOMAS

Los síntomas de la depresión comienzan con la pérdida de rendimiento laboral, apatía y trastornos del sueño. Después llegan la falta de interés, la incapacidad de tomar decisiones y el alejamiento del entorno social.

Dorothea Möller lleva más de dos años almacenando páginas web sobre consejos para divorciarse. Aquel invierno ya no podía más. Su marido pagaba un alquiler altísimo por su despacho de abogados, pero no iba nunca. "En tres meses perdió casi diez kilos, se levantaba a las cuatro de la mañana y rechazaba cualquier pregunta o contacto físico", recuerda esta berlinesa de 52 años.

El día que su marido le dijo que preferiría tirarse a las vías del metro, Dorothea Möller (nombre ficticio) lo acompañó al médico de cabecera y dijo abiertamente al facultativo que sospechaba que sufría una depresión. "Espere tres meses y mejorará. El mal tiempo nubla la mente a todos", fue la respuesta del doctor. Y para el peor de los casos, les dio el número de teléfono de una psicóloga.

Pasó el tiempo y nada mejoraba. El médico sospechó que podría tratarse de falta de oxígeno durante el sueño y, tras diez sesiones, la psicóloga dedujo que no se trataba de un problema con el trabajo, sino sentimental. Para entonces, Dorothea Möller ya se había ido de casa.

"Echaba de menos todo lo que implica una relación de pareja y me sentía completamente abandonada por mi marido", afirma. Cada vez que le planteaba hablar, él lo rechazaba con las palabras "estoy deprimido". Tuvo que pasar un año hasta que, por voluntad propia, buscó la ayuda de un psiquiatra que le diagnosticó depresión en grado medio-grave. Para entonces, estaba arruinado.

El caso del marido de Dorothea Möller es uno de los muchos ejemplos por los que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió dedicar este año su Día Mundial (7 de abril) a las depresiones. "Hablemos de la depresión", reza el lema de esta campaña con la que la OMS busca una mejor comprensión de la enfermedad que reduzca su estigmatización para que los afectados no tengan miedo a pedir ayuda.

Las cifras hablan por sí solas. Los trastornos depresivos afectan actualmente a más de 300 millones de personas en todo el mundo, según la OMS. Esto supone un aumento de diagnósticos de en torno a un 18 por ciento entre 2005 y 2015. Para 2020, las depresiones podrían ser la segunda enfermedad más frecuente en el mundo. Y las posibilidades de sufrir una depresión a lo largo de la vida han aumentado de un 11 a un 15 por ciento.

Aunque por lo general las mujeres se ven más afectadas que los hombres, éstas suelen buscar también ayuda más rápido. Si el diagnóstico es temprano, la enfermedad es normalmente fácil de tratar, tanto con tratamientos psicoterapéuticos como farmacológicos o una combinación de ambos. Sin embargo, la OMS considera que falta apoyo para que estos enfermos psíquicos superen el estigma asociado a la enfermedad. Por eso, incluso en los países industrializados, sólo alrededor de la mitad busca ayuda.

Los síntomas de la depresión comienzan con la pérdida de rendimiento laboral, apatía y trastornos del sueño. Después llegan la falta de interés, la incapacidad de tomar decisiones y el alejamiento del entorno social. Algunos afectados sienten indiferencia, mientras que otros se sumen en una profunda tristeza. Muchos se muestran intranquilos, arrastrados por los miedos y la desesperanza.

Esa "angustia mental", como lo define la OMS, afecta a la capacidad de las personas para llevar a cabo incluso las tareas cotidianas más simples. Y todo ello tiene consecuencias nefastas tanto en el plano de las relaciones personales como en la capacidad de ganarse la vida. En el peor de los casos, la depresión puede llevar al suicidio, que ya es la segunda causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años. En total, unas 800 mil personas se quitan la vida cada año por no tratarse una depresión.

Dorothea Möller continúa intentando hasta hoy entender la enfermedad de su marido. Ha leído decenas de libros al respecto y hablado con otros afectados. Ahora, evita la presión y los cambios repentinos a la vez que trata de cultivar la paciencia. "Los antidepresivos lo han equilibrado", afirma. Su marido puede volver a trabajar, pero un máximo de media jornada y sin despacho propio. "Llama a la depresión fase de debilidad", cuenta ella. "Hasta que no cambie, no regresaré".

viernes, 7 de abril de 2017

¡Deja de disculparte todo el tiempo!

Algunas personas dicen “perdón” muchas veces al día por cualquier cosa por más que no sean culpables o que la situación no lo amerite y esto conlleva a que luego ese tipo de expresiones sean parte del vocabulario diario.

Según el artículo “4 razones por las que debes dejar de pedir disculpas todo el tiempo”, publicado en Universia Argentina, el uso excesivo de la palabra “perdón” tiene muchas teorías; la más común es por mostrar humildad o evitar algún conflicto y es que pedir perdón es una forma de asumir la culpa, pero también es una forma de conseguir calma, o de que haya paz.

Expertos en el tema aseguran que los mejores líderes saben pedir perdón pero, en esta cuestión, el sexo femenino tiende a la desmesura, al menos así lo ha demostrado un estudio publicado en Live Science, que atribuyó el fenómeno, no tanto a la falta de reconocimiento del error por parte de los hombres, sino a que su umbral de la equivocación es más alto que el de las mujeres, además de que temen mostrar sus debilidades.

Según el artículo “Disculparte demasiado te aleja del éxito” de la revista Glamour, los expertos hablan del Síndrome de la Supermujer, lo que nos lleva a disculparnos sin límite.

“Estamos acostumbradas históricamente a hacer esfuerzos, así que cuando decidimos poner freno a esa espiral que nos consume la energía, nos deshacemos en lo sientos. Por no mencionar la presión social: nuestra condición de mujeres nos obliga a demostrar continuamente… y a justificarnos cuando no estamos “a la altura”, dice Laura Maestro, autora del reportaje de Glamour.

Si bien y los mismos psicólogos aseguran que pedir perdón es necesario, solo se debe hacerlo cuando se ha cometido un error, y no se debería tener miedo o vergüenza de decir “lo siento”, pero cuando se pide perdón todo el tiempo, es totalmente contraproducente para el éxito.



Tiempo de autoevaluación

Sea cual sea la razón, sí eres de las que pide disculpas por todo y por nada, es tiempo de que analices y pongas un freno a ello. Quizá no sea nada fácil lograrlo sobre todo si ya es parte de tu vocabulario, pero si te concentras lo lograrás. Como en todo trata de encontrar un equilibrio, recuerda que nunca es bueno ni un extremo ni el otro. Así que aprende a disculparte si la situación amerita asumir una responsabilidad real, pero si no, olvídate de hacerlo.

Valora si quieres pedir perdón con excesiva frecuencia y piensa si realmente vale la pena hacerlo.

Debes tener en cuenta que como aseguran los expertos el pedir disculpas constantemente, no sólo devalúa tu imagen y por tanto te aleja del éxito, sino porque también puede debilitar tu autoestima, ya que el exceso de perdón tiene mucho que ver con la inseguridad.

De hecho, según la revista Empresas & Management que ha publicado los 9 perfiles que nunca tienen éxito, aquel que siempre se disculpa suele tener cierta confusión con el significado de educación, pero también porque teme al fracaso y suele disminuir la importancia de sus ideas.

Recuerda que no necesitas disculparte tanto por todo, si te equivocas discúlpate, pero también equivócate más seguido. El perdón se usa en ciertas situaciones importantes y no como una filosofía de vida.

Puedes darle un giro a situaciones frecuentes como por ejemplo si hablas con una amiga de tus problemas, y luego quieres disculparte por haberlo hecho, mejor dile: “gracias por escucharme y ser mi amiga”.



Razones por las que debes dejar de disculparte

Universia ha publicado las 4 razones por las que deberías replantearte cuándo, por qué y cómo pedir disculpas, y así posiblemente, termines por erradicar la palabra “perdón” de tu vocabulario diario.



RAZÓN 1 Se devalúa el propósito de la disculpa. Cuando decimos “perdón” con demasiada facilidad y frecuencia o cuando nos disculpamos por cosas que claramente no son culpa nuestra, o que no están bajo nuestro control, se pierde el significado y el poder de las disculpas sinceras. Al decir demasiadas veces lo siento, el acto de disculpas cada vez tiene menos peso. Lo bueno sería guardar las disculpas para cuando sea realmente necesario.



RAZÓN 2 Nos devaluamos a nosotros mismos si decimos pedimos disculpas cuando no deberíamos. La mayoría de la gente equipara disculparse con humildad. Sin embargo, cuando decimos “perdón” en situaciones que no justifican el uso de esa palabra, estamos mostrando que nuestra autoestima es baja. No hay nada de malo en sentirse seguro de uno mismo y no asumir el error de otra persona o de situaciones que no puedes controlar.



RAZÓN 3 Se utiliza para tratar de solucionar situaciones pero no resuelve los conflictos. A quienes no les gusta la confrontación es común que digan rápidamente “discúlpame” para evitar una discusión. Si bien esto es necesario algunas veces, otras tantas será mejor trabajar para resolver el conflicto en lugar de evitarlo. Pedir disculpas puede arreglar algo pero no se llega a resolver el problema.



RAZÓN 4 A veces hace mal a uno mismo. Una persona que siempre se está disculpando, especialmente en el lugar de trabajo, rápidamente da la impresión de que es propensa a equivocarse o que es incompetente. Por lo tanto, disculparse muchas veces puede afectar tu imagen.



APLICACIÓN PARA DEJAR DE DISCULPARTE

Los desarrolladores Cyrus Innovations lanzaron hace más de un año la aplicación “JustNotSorry”, para que, especialmente las mujeres, dejemos de disculparnos más de la cuenta.

Esta nueva extensión para Google Chrome quiere ayudar a las personas a dejar de usar palabras y frases en sus correos que los puedan hacer sonar menos confiados o asertivos.

El add-on “Just Not Sorry”, disponible en la tienda de Google Chrome, funciona subrayando en rojo las palabras degradantes o humillantes, y se ven similares a errores ortográficos.

La extensión fue creada por Tami Reiss, Steve Brudz y Manish Kakwani –todos miembros de Cyrus Innovation, una consultora de desarrollo de software. Es parte de la iniciativa Female Founder Initiative que trabaja para fortalecer los líderes femeninos.

La decisión de desarrollar la extensión llegó a Reiss después de percatarse de que muchas personas debilitan sus mensajes y no suenan confiados.

“Esperamos que esta extensión cambie cómo se comunican las personas”, dijo Reiss a CNNMoney.

Trucos para conseguir una memoria indeleble



La memoria tiene que almacenar, entre otras cosas, claves de acceso para nuestra cuenta bancaria en internet, nombres de usuario y contraseñas para acceder a una página web o a un servicio online, o combinaciones de números y letras para desbloquear el móvil o el ordenador.

Recordar esta información para poder introducirla en nuestros ordenadores y dispositivos electrónicos es fundamental para mantener nuestra seguridad y privacidad pero, a menudo la olvidamos o no recordamos donde la dejamos apuntada.

Las claves y contraseñas son solo una de las informaciones frecuentes en distintos ámbitos y situaciones de nuestra vida que tenemos dificultades para almacenar mentalmente.

“En estos casos nuestra mente funciona como un colador, que no es capaz de retener el líquido que se vierte dentro de él, impidiendo su aprovechamiento”, según Miguel Ángel Vergara, campeón del mundo en memoria rápida, y José María Bea, maestro internacional en memoria rápida y subcampeón de España de memoria de fondo.

Dos campeones que han fundado la Escuela de la Memoria y publicado el libro ‘Consigue una memoria de elefante’, trasladan ßuna serie de trucos para que nuestra mente funcione como un almacén en situaciones cotidianas muy frecuentes.

Consejos prácticos para memorizar

1. El lugar donde dejamos las llaves de la casa o el coche: “El principal problema es que nunca hemos llegado a memorizar esa información. La rutina va en contra de la memoria y lo más aconsejables es ser conscientes de dónde las dejamos”.

2. El nombre de una persona que acabamos de conocer: “Hay que prestar atención cuando la persona diga su nombre, pidiéndole que lo repita si no lo hemos entendido bien y, en ese momento, imaginar a un conocido nuestro que tenga ese mismo nombre”.

3. Recordar el nombre de varias personas a la vez: “Conviene relacionar el nombre con algo característico de ese individuo: por ejemplo si Marcos tiene un pendiente de dilatación, imagino un “marco” de fotos hecho con esos pendientes, y sí Lucía (nombre que suena a ‘luz’) tiene una nariz muy fina, imagino que luce como una bombilla”.

4. La lista de la compra: “Haga una historia con cada elemento de la compra relacionándolo con el siguiente. Por ejemplo, imagine que cuando llega al supermercado su cara se pone roja como un tomate, se aplica unos espaguetis para bajar el hinchazón, cuando aparece el conde Drácula utiliza unos ajos para espantarle y, después, huye buscando lejía para eliminar cualquier olor…”.

5. Algo que nos vino a la mente y se nos olvidó: Para memorizar estas ideas fugaces sugieren apuntarlas en el teléfono móvil en el mismo instante en que surgen, o bien recurrir a la memoria, reservando un ‘fichero mental’ para esas ideas, para poder visualizarlo rápidamente y guardar allí la nueva información.

6. Algo que “tenemos en la punta de la lengua”: Si algo no se ha memorizado bien tampoco será fácil de recordar, por lo que lo único que podemos hacer en esos casos es relajarnos, pensar en otra cosa y, cuando menos lo esperemos, el recuerdo aparecerá.

La “clave” de las contraseñas para la memoria

“Memorizar nombres de usuarios, contraseñas y claves de acceso electrónicos no solo es complicado, sino además es recomendable no repetir contraseñas y que sean complejas”, explican a EFE Vergara y Bea.

“Un gestor de contraseñas (programa informático que almacena parejas usuario/contraseña) es lo ideal aunque para los más valientes también es posible memorizar esta información”, añaden.

Estos campeones de la memorización recomiendan utilizar códigos para convertir cada letra y cada número de la clave en palabras y después relacionarlos de forma inverosímil, “con lo que podemos memorizarla, por compleja que sea”.

“Para este tipo de casos se necesita técnica y cierto entrenamiento, y tener en cuenta un par de premisas antes de empezar: convertiremos la información en imágenes y, si algo causa sorpresa, recordaremos fácilmente no sólo lo que causa sorpresa, también lo que lo rodea”, recalcan.

Para exponer cómo funciona este sistema Vergara y Bea explican cómo memorizar la clave ‘mem0elef7’, utilizando el popular código alfanumérico o método Herigon, consistente básicamente en asignar a cada número una o varias consonantes que lo representen y construir una palabra o frase con dichas letras y algunas vocales, para recordar ese número.

Con este sistema –explicado en su libro- al dígito 0 (cero) le corresponden las consonantes ’r’ y ‘rr’, mientras que el dígito 7 (siete) se asocia con la letra ‘f’, siendo las palabras ‘ARO’ y ‘UFO’ (ovni, en inglés) dos de las más cortas y eficaces para utilizarlas en las memorizaciones.

“Así, para recordar ‘mem’ buscamos una palabra que comience igual, como “memo” (tonto), utilizando la técnica del código alfanumérico el 0 equivaldrá a ‘ARO’, la imagen de ‘elef’ está claro que será un elefante y, con el método Herigon, la imagen del ‘7’ será un ‘UFO’ o platillo volante”, de acuerdo a Vergara y Bea.

Con estas imágenes podría componerse la siguiente historia: un amigo va a poner su contraseña pero la olvidó y le digo: memo!, voy a enseñarte como recordarla. Cojo un ARO mágico y lo paso por su cabeza, se convierte en un gran elefante que es abducido por un UFO y, una vez dentro del volante platillo, rodeado de ordenadores, es capaz de poner todas sus claves.

“Visualizando esta divertida escena recordaremos la clave ‘mem0elef7’, porque es sorprendente y, la sorpresa, permite recordar fácilmente todo lo que la rodea”, según los autores.

Añaden que este sistema se puede ver como algo complicado pero “¡con un poco de práctica y dejando volar la imaginación, las transformaciones y las historias increíbles se hacen con mucha rapidez”, aseguran.