viernes, 28 de junio de 2013

Ser positiva como base para ser bella

a seguridad está ligada al autoconcepto y a la autoestima, si no tengo buen concepto de mí mismo es muy probable que mi vida se vea limitada en muchos niveles: relación familiar, interacción social, objetivos laborales. Generar confianza en uno mismo es uno de los retos que más satisfacciones nos puede acarrear", apunta Lucía Morales, psicóloga y experta en coaching social, una terapia encaminada a ayudar a las personas a cambiar de perspectiva conservando su esencia personal y extrayendo lo mejor de uno mismo.

Amor propio ante todo. Y es que es necesario potenciar tus puntos fuertes, es una de las claves que te ayudará a sentirte mejor en tu propia piel. "Necesitamos ser mucho más conscientes de nuestros puntos fuertes, no solo para potenciarlos, sino para fortalecer en nosotras mismas la confianza en nuestros propios recursos internos a la hora de encarar cualquier situación", explican desde QuiereTeBien.com, un portal que nace con la vocación de ser "un punto de apoyo para superar los momentos difíciles". Cómo crear tu propio lenguaje de confianza, la importancia de expresar tus emociones y de reírte mucho, aceptar la incertidumbre como un camino de infinitas posibilidades y aprender a vivir el presente son solo algunas de las claves de coaching que te harán sentir bien y que están a continuación. Si quieres, puedes.

1. Creer en ti.
Es la premisa fundamental que te asegurará ese ansiado estado de bienestar en todos los aspectos de tu vida.

2. Cultiva tus puntos fuertes
'Los genios son los que han cultivado lo que se les ha dado mejor. Si cultivas lo que se te da peor, conseguirás ser normal, pero no serás brillante', afirma contundente Sonia Almela.

3. Celebra tus retos
No te limites a tachar tus pequeños retos de una lista, celébralos de alguna manera porque así los recordarás.

4. Aprende de los errores
Cuando te equivoques, repítete a ti misma: 'Ya sé lo que no debo hacer'.

5. No lo evites
A menudo, cuando pensamos en situaciones que nos asustan, tendemos a evitarlas pensando que desaparecerán. Pero no es así.

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