¿POR QUÉ SE HUNDIERON LOS BUQUES «ANDREA DORIA» y «VALCHEM»? Cuando el Andrea
Doria. capitaneado por Pierre Calamai, y el Stockholrn, bajo las órdenes del capitán H. G. Nordenson,
chocaron aproximadamente a 50 millas de la isla de Nantucket, cincuenta personas perdieron la vida.
El Andrea Doria fue localizado por el oficial de radar del Stockholrn cuando ambos buques se
encontraban a unas 10 millas el uno del otro.
El lujoso buque Santa Rosa, de la Grace Line, bajo el mando del capitán Frank S. Siwik. chocó con el petrolero
Valchem el 26 de marzo de 1959, a 22 millas de la costa de Nueva Jersey. Cuatro tripulantes resultaron muertos.
El segundo de a bordo, Walter Wells, oficial de radar del Santa Rosa, afirmó que había trazado dos gráficos del
rumbo del Valchem.
En ambos casos, las investigaciones no permitieron hallar una explicación satisfactoria de la causa de las
colisiones. ¿Pudieron ser las ondas de los instrumentos de radar la verdadera causa? Tal vez Sidney A. Schneider
tenga la respuesta. De joven, Sidney A. Schneider, de Skokie, Illinois, empezó a mostrar interés por el hipnotismo al
observar cómo su hermano mayor, estudiante universitario, conseguía hipnotizar con éxito a su primer sujeto.
Sidney se convirtió en un experto hipnotizador. Posteriormente trabajó como radiotelegrafista y como ingeniero
electrónico.
En la segunda guerra mundial, Sidney Schneider se convirtió en una de las piezas fundamentales del sistema
conocido como «I.A.E.», es decir, «Información, Amigo o Enemigo». Su misión consistía en cerciorarse de que todos
los buques que abandonaran nuestro país (Estados Unidos) estuvieran dotados de equipos de radar. Observó que,
en algunas ocasiones, los oficiales de radar entraban en un estado de hipnos/'s. Y no se percataban de que
habían entrado en un estado de hipnosis cuando salían del mismo.
Gracias a sus conocimientos hipnóticos y electrónicos, Schneider llegó a la conclusión de que la concentrada
atención de los oficiales navales tenía lugar cuando las ondas del aparato de radar quedaban sincronizadas con las
ondas cerebrales del oficial en cuestión. Basándose en esta teoría, modificó las ondas del instrumento de radar y
eliminó la posibilidad de los estados hipnóticos.
Sidney Schneider nos dijo que había convertido sus conclusiones sobre el principio que sumía a los oficiales de
radar en un estado hipnótico en el llamado Sincronizador de Ondas Cerebrales, un aparato que inventó al término
de la guerra.
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