jueves, 28 de julio de 2011

Lecciones de Vida

Un día comprendí que el silencio vale más que mil palabras.
Ese día me reuní con Dios en su casa, al entrar en la habitación le pregunté: ¿qué es lo que más le sorprende de la humanidad?
- Que se aburren de ser niños y quieren crecer rápido. Después desean ser niños otra vez.
-Que desperdicien la salud para hacer dinero y luego pierdan el dinero para recuperar la salud.
-Que ansíen el futuro y olviden el presente; así no viven ni el presente ni el futuro.
-Que vivan como si nunca fuesen a morir y mueran como si nunca hubieran vivido.
Quedé en silencio un rato y le dije: Padre, ¿cuáles son las lecciones de vida que usted quiere que tus hijos aprendamos?
Con una sonrisa respondió:
-Que aprendan que no pueden hacer que nadie los ame sino dejarse amar.
- Que lo más valioso en la vida no es lo que tenemos, sino a quien tenemos.
- Que una persona rica no es quien tiene más, sino quien necesita menos.
-Que el dinero puede comprar todo menos la felicidad.
-Que el físico atrae, pero la personalidad enamora.
-Que quien no valora lo que tiene, algún día se lamentará por haberlo perdido.
-Que quien hace mal, algún día recibirá su merecido.
-Si querés ser feliz hacé feliz a alguien.
-Si querés recibir, da un poco de vos mismo, rodeate de buenas personas y tenés que ser una de ellas.
-Recordá, a veces a quien menos esperás es quien te hará vivir buenas experiencias.
-¡Nunca arruinés tu presente por un pasado que no tiene futuro!
- Una persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida. Aun con lágrimas en los ojos se las arregla para decir con una sonrisa, “estoy bien”.

Ahora yo, que escuché estos consejos directos de Dios, le pido a quien esté leyendo estas líneas: Recortá este mensaje y envialo a muchos amigos.
Recordemos que Dios es bueno. Dios vio nuestra tristeza y dijo que los tiempos duros han pasado. (Recibido por Internet)

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