domingo, 31 de agosto de 2014

El miedo debe superarse

Hace un mes y medio que los dueños de lo ajeno entraron a la casa de María y se llevaron todo lo que encontraron a su paso. La denuncia fue realizada ante las instancias correspondientes, el susto pasó pero hoy ella aún no se recupera de lo que los especialistas en sicología llaman estrés postraumático.
“Hace poco me soñé que no quería salir de mi casa porque había un auto pasando por la calle y sentí que me estaban persiguiendo”, cuenta. Lo que ella no sabe es que esto, el sentido de persecución, forma parte de los síntomas de este trastorno.
María ha decidido cambiar de casa, dejar atrás los 11 años que vivió allí y donde sus hijos se han criado. Quiere irse a un condominio cerrado para evitar ser víctima de otro robo.
Ante una sociedad que día a día ve crecer los hechos delictivos, en donde los asaltantes son cada vez más osados, el aumento de los casos por consulta privada también impresiona.
“Los casos de personas que buscan ayuda porque han atravesado por esta situación ha aumentado significativamente. El 30% de la población ha pasado alguna vez por una etapa de ansiedad, que es otro de los síntomas del trastorno”, explica la sicóloga clínica Sonia Chalup.
El trastorno por estrés postraumático (TEPT) es una alteración sicológica clasificada dentro del grupo de los trastornos de ansiedad. Se caracteriza por la aparición de síntomas específicos tras la exposición a un acontecimiento estresante, extremadamente traumático, que involucra un daño físico o es de naturaleza extraordinariamente amenazadora o catastrófica para el individuo. “Es aquel en que pone en riesgo la vida del sujeto”, aclara Chalup.

Hay una etapa para sentir temor
Si bien cualquier persona puede sufrir de estrés agudo luego de un acontecimiento que haya puesto en peligro su vida, Chalup explica que luego de realizar una evaluación de los síntomas del paciente, se determina si éste ha pasado al siguiente nivel, el del postrauma.
Dependiendo del acontecimiento, si es un hecho no tan grave, suele esperarse un mes para que los síntomas pasen, pero cuando el acontecimiento es de alta peligrosidad, como un robo a mano armada o un secuestro, el temor no pasa.
“En estos casos la persona debe buscar la ayuda de un profesional. El tiempo en que dura la terapia es entre tres y seis meses”, cuenta la sicóloga.
Su colega, Nicole Vega aclara que una persona jamás olvida un hecho violento. “Lo que se hace es aprender a aceptar la situación y pensar en que fue un acontecimiento de su vida, pero que fue superado”.
Vega también enfatiza en el hecho de que cada persona es diferente, unas pueden ser más sensibles que otras, además que otro factor clave es saber si ha pasado por situaciones previas similares al último hecho.

Ante el hecho, cómo se debe tratar
En agosto del 2013 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó nuevas pautas para el tratamiento del TEPT.
Para tratar la sensación de encontrarse amenazado, los trastornos del sueño, las palpitaciones, las crisis de ansiedad, o los cambios bruscos de comportamiento, confirman la eficacia de las terapias cognitivo-conductuales y de la terapia de movimiento ocular.
Chalup explica que en el primer caso se realiza la técnica de exposición prolongada imaginada o en vivo. “Es cuando el especialista va colocando poco a poco al paciente en la situación que le ha generado el estrés traumático. Allí es donde se va respondiendo la duda con la que siempre llegan ¿por qué no hice tal cosa?”
Si bien existen grados en los que la sicología debe aconsejar ya el uso de fármacos, estos casos ya son traspasados a los especialistas en siquiatría. En estos casos la OMS aconsejó ya no utilizar las benzodiazepinas porque es frecuente que se empleen. “Normalmente se utilizan ansiolíticos y antidepresivos”, cuenta la experta.
Además, no solo es el único tratamiento que se utiliza para que las personas enfrenten sus temores. La terapia de grupo también sirve como apoyo para ir dejando poco a poco de lado los síntomas que agobian.
Cuando existen crisis paranoicas, la persona puede acercarse no solo a los consultorios de sicólogos clínicos sino también a los centros de reposo donde las personas pueden recibir un tratamiento a través de la farmacología. En Santa Cruz el Centro de Salud Mental Blanca Añez y el Hospital Benito Menni son las instituciones públicas que cuentan con especialistas para tratar el TEPT. También existen otros que son privados.

El entorno, clave para superar el trauma
Los expertos concuerdan que la familia y los amigos son clave para la recuperación de una persona que haya atravesado por un acontecimiento de violencia.
Muchas veces la familia trata de ayudar al paciente no permitiéndole expresar lo que siente, causando mayor ansiedad y temor.
“En casos graves como secuestros o robo con violación, la familia de la víctima también debe asistir a terapia, porque también tiene los mismos síntomas de la TEPT”, dice Vega.
Incluso hasta las mismas figuras que deberían dar seguridad, como la Policía, más bien causa desconfianza, cuenta el excomandante de la Policía y abogado Wilfredo Torrico.
Incluso muchas víctimas sienten bajar el nivel de estrés cuando la justicia da una sentencia a su favor, pero si en una sociedad donde esto es al azar, las personas amedrentadas más bien tienden a generar cadenas de trastornos postraumáticos, explica la sicóloga Chalup.

Ni los muros más altos lo pueden frenar
Mientras no existan medidas preventivas a nivel general, la delincuencia no solo causará estragos en la sociedad, sino también en las personas vulnerables.
“Hoy la gente construye bardas más altas, invierte en tecnología para evitar que el asaltante ingrese a sus casas o se va a vivir a condominios cerrados, pero nada de esto puede frenar el crecimiento de la ola delincuencial”, dice Torrico.
“Ante un ataque, la persona debe entender que no puede poner a pelearse con su agresor, porque hoy los asaltantes andan con armas de fuego o punzocortantes. No debe arriesgar su vida”, explica el abogado.
El excomandante utiliza una frase que para muchos puede resultar chocante. “El criminólogo francés Alexandre Lacassagne decía que las sociedades tienen los criminales que se merecen y mientras la gente solo exija leyes más duras, cárceles o policías, la ola delictiva no va a decrecer, va a seguir en aumento. Lo que se necesita es educación”, expresa.
Hay que romper la idea de que solo los débiles buscan ayuda, cuando su vida ha dejado de ser la de antes, es mejor evitar que todo su entorno se vaya abajo con cualquier decisión


QUÉ HACER EN EL ATAQUE
CUIDADO PERSONAL
Alexander Rachor
Reps. Krav Maga Bolivia
La prevención es el primer paso para aumentar nuestro sentimiento de seguridad a niveles confortables, pero nadie habla de la parte operativa, es decir, qué hacer en el momento que se está siendo atacado.
Sea consciente de que los lugares seguros (casa u oficina) son pocos, todo los trayectos entre un lugar y otro son de cierto nivel de riesgo. La identificación temprana de un problema conllevará a una solución más fácil.
Equípese, si los niveles de riesgo los considera altos prepárese, todo puede ser usado como un elemento de defensa: un juego de llaves para clavar y hacer cortes, un bolígrafo se puede utilizar como un objeto punzante (busque lugares donde no haya muchos huesos).
Si es sorprendido y la negociación no es una opción, trate de golpear los ojos, la garganta, los genitales o las rodillas) Pegue con la mano abierta con la parte de la palma más cercana a la muñeca (talón de mano, use sus uñas para lastimar y si está muy cerca, muerda.
Su vida es un activo más valioso, no existe ningún bien material que tenga su valor. La decisión correcta en el momento indicado puede hacer la diferencia.


MANERAS DE PREVENIR EL ASALTO
Perfil bajo. No hable con desconocidos o gente recién conocida, sobre sus pertenencias de lujo o dinero.
Sin ostentaciones. Evite llevar a la vista joyas, relojes o cualquier cosa de lujo. Los asaltantes no diferencian el oro o plata original de la de fantasía.
Cuando camine. Evite pasar por callejones oscuros donde no exista ningún negocio o local comercial abierto. Camine siempre por la banqueta y junto a la barda, esto debido a que se les dificulta a los agresores que van en bicicleta o motocicleta.
No sea previsible. Todos llevan su billetera en el bolsillo del pantalón, pero lleve su dinero en bolsillos. Esto puede usarse igual en el caso de las mujeres. Lleve lo esencial en la cartera, el dinero, los documentos u otros, distribúyalos en sus bolsillos.
Sus pertenencias. Nunca asiente su cartera en el asiento contiguo del restaurante o salón al que asiste. El hecho de que sea cerrado y privado, no garantiza que el asaltante entre y aproveche la oportunidad ante la distracción de la gente.
Vehículo. Nunca deje objetos valiosos en el auto. Estos pueden ser el motivo para que a su regreso encuentre un vidrio roto y sin nada adentro.

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