jueves, 1 de agosto de 2013

EL SECRETO PARA CONSEGUIR HACER LAS COSAS - I

En este capítulo descubrirá usted el secreto para conseguir hacer las cosas. Adquirirá también un factor de automotivación tan poderoso que le obligará subconscientemente a emprender una acción deseable pues se trata, en realidad, de un mecanismo de autoarranque. Y, sin embargo, puede usted utilizarlo a voluntad. Cuando lo haga, superará la dilación y la inercia. Si hace las cosas que no quiere hacer o no hace las cosas que quiere hacer, este capítulo es para usted. 
Los que alcanzan la grandeza utilizan este secreto para conseguir hacer las cosas. Pensemos, por ejemplo, en el padre James Keller de Maryknoll. El padre Keller llevaba algún tiempo desarrollando una idea. Abrigaba la esperanza de inducir a los pequeños a hacer cosas grandes, animándoles a salir al mundo exterior, abandonando su reducido círculo. 
El precepto evangélico: «Id por todo el mundo» se le antojaba el símbolo de una idea mediante la cual podría llevarse a cabo la misión que él tenía pensada. Al cumplir este precepto, utilizó el secreto para conseguir hacer las cosas. 
Y, al hacerlo así, entró en acción. Ocurrió en 1945. Fue entonces cuando creó los «Cristóbales»... una organización de lo más insólita. No celebra capítulos y no tiene comités, reuniones ni cuotas. Ni siquiera hay que pertenecer a ella como miembro en el sentido habitual que se da a esta palabra. Está integrada simplemente por personas -nadie puede decir cuántas- entregadas a un ideal. Los «Cristóbales» actúan sobre la base de que es mejor que la gente «haga algo y no pague nada», en lugar de que «pague cuotas y no haga nada.» ¿Cuál es el ideal de estas personas? Cada «Cristóbal» se compromete a propagar su religión dondequiera que vaya a lo largo de todo el día, en medio del calor del mercado, en las carreteras y los caminos, en casa. Y, de este modo, transmite a los demás las principales verdades de su fe. La emocionante historia la cuenta el padre James Keller en su libro Usted puede cambiar el mundo. Ello se debió a que concibió y creyó en un ideal. 
Sin embargo, hizo muy poco o apenas nada hasta que no descubrió el secreto de cómo conseguir hacer las cosas. La idea de este secreto se puede deducir de la afirmación de E. E. Bauermeister, supervisor de educación y asesor clínico de la Institución Masculina de California de la localidad de Chino, el cual les dijo a los autores de la presente obra: «Yo siempre les digo a los hombres de nuestra clase de readaptación que, con demasiada frecuencia, aquello que leemosy profesamos se convierte en una parte de nuestras bibliotecas y de nuestro vocabulario en lugar de convertirse en una parte de nuestras vidas.»
Recuerde la frase de la Biblia: Porque el bien que quisiera hacer no lo hago, pero el mal que no quisiera hacer; lo hago. ¿Cómo puede usted adiestrarse a actuar tan pronto como ello sea necesario? Y entonces le explicamos al señor Bauermeister de qué manera las cosas buenas que leemos y profesamos pueden convertirse en una arte de nuestras vidas. ¿Cómo puede usted lograr que el secreto para conseguir hacer las cosas se convierta en parte de su vida? Por medio del hábito. Y el hábito se desarrolla a través de la repetición. «Siembra una acción y cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás un carácter; siembra un carácter cosecharás un destino decía el gran psicólogo y filósofo William James. Con ello quería decir que es usted aquello en que sus hábitos le convierten. 
Y usted puede elegir sus hábitos. Usted puede adquirir cualquier hábito que desee por medio de la utilización del mecanismo de autoarranque. Pero, ¿cuál es el secreto para conseguir hacer as cosas y cuál es el mecanismo de autoarranque que le obliga a utilizar este gran secreto?

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