Muchos son también los que van en busca de un lugar donde puedan meditar, hacer yoga o simplemente distraerse un poco para bajar esos niveles de estrés, pero qué mejor y conveniente que crear en tu hogar tu propio refugio de paz, un pequeño jardín donde puedas ponerte en contacto con todos tus sentidos y relajarte sin tener que ir muy lejos.
No importa si vives en un apartamento, casa o habitación, a tu alrededor o muy cerca de ti se encuentran los elementos que te van a ayudar a crear ese generoso jardín para los sentidos, sólo se necesita un poco de imaginación e inspiración para crear ese espacio especial. Los elementos que no pueden faltar son; el agua, la tierra, las flores, el fuego y el viento.
Si dispones de una casa con patio, puedes hacer en el mismo tu pequeño jardín del Edén. Escoge un rincón especial para ti, siembra flores aromáticas, como lo son las rosas, gardenias, jazmines, lavanda. El olor o perfume de las mismas despertará tu sentido del olfato y el hecho de estar sembradas en la tierra te dará un sentido de balance y des seguridad. Consigue una de esas campanitas que suenan cuando sopla el viento y las mismas activarán tu sentido auditivo. El agua no sólo te relajará con su sonido sino que el tocar la misma, exaltará tu sentido del tacto. Una fuente de agua, grande o pequeña sería lo ideal. Velas, una o varias, son símbolo de purificación y de luz Divina y ayudan el ambiente de una forma muy especial y por último no olvides un banco, cojín, silla o una manta para que te puedas sentar, o acostarte y disfrutar con todos tus sentidos de este jardín tan especial.
Los jardines son centros de terapia para el espíritu y hay quien dice que en los mismos viven las hadas y los duendes por lo tanto tu jardín será uno lleno de magia, de encanto, de amor y paz.
Si vives en un apartamento, busca ese rincón junto a una ventana o en la terraza del mismo y coloca los elementos arriba mencionados.
Recuerda que este será tu espacio para relajarte y despertar tus sentidos. Este será tu jardín sagrado de los sentidos.
Una vez que entres en ese espacio, en tu jardín, cierra los ojos, relájate respirando profundamente, sostienes por unos segundos la respiración y asimismo lentamente botas hacia fuera el aire.
Ya terminado este ejercicio de respiración, concéntrate en la música, escúchala con atención, envuélvete en la misma como si tú fueras una de esas notas musicales. Disfrútala el tiempo que desees, sin prisa.
Luego abre tus ojos lentamente y dirige tu atención hacia las flores, respira profundamente y deja que las mismas te embriaguen con su aroma.
Una vez que estés envuelto en su aroma, dirige tu atención hacia las velas que son la representación de tu luz interior, de ese ser Divino que habita en tu cuerpo, son símbolo de espíritu, del alma que es pura energía.
Pon tus manos en el agua y poco a poco las vas dejando correr por tu cuerpo (los brazos, las piernas, la cara). Escucha en el fondo el sonido de las campanitas de viento. Intégralo todo en tu ser. Sé tú uno con tus sentidos, sé tú una flor en tu jardín sagrado.
Afirmaciones para pronunciar en tu jardín sagrado:
“Vivo rodado de paz y de amor”
“Nada ni nadie puede perturbar mi paz interior”
“Yo elijo sentirme bien”
“Soy un rayo de luz ente vasto Universo”
“Soy fuerte, no le temo a nada”
“Atraigo abundancia a mi vida”
“Me encuentro en perfecto estado de salud”
“Amo y me aman”
“Estoy rodeado de amor”
“Vivo en perfecta armonía”
“Logro todo lo que me propongo”
“Soy uno con la fuerza creativa”
“Dios es mi fortaleza”
“Tengo fe”
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