martes, 31 de enero de 2012

“Quedas cordialmente invitado…”

Aunque cada vez menos se utilizan las invitaciones impresas, salvo para bodas y actos muy formales, todavía en nuestro país se estila enviarlas, así que a la hora de hacerlo, tomemos en cuenta algunas indicaciones para no poner en aprietos a nuestros invitados.

Cuándo enviar -- Si es una invitación un tanto familiar, será suficiente invitar con una semana de anticipación. Dependiendo del tipo de evento y acontecimiento, se suele invitar en general unos quince días antes, eso sí, para bodas o eventos muy formales, se envían con un mes o más de antelación.

A quién enviar -- No se utilizan abreviaciones ni en los nombres ni en los títulos personales o profesionales. La rotulación debe ir como: Señor, Señora o Señorita y el nombre completo de la persona. Si se trata de parejas con el mismo apellido, se abrevia: “Sr. y Sra. Pérez”; si tienen apellidos distintos pero son pareja, se utiliza: “Sr. Juan Pérez” y “Sra. Martha Vargas”.

Dónde enviar -- Las invitaciones se las envía a la dirección personal, a menos que la invitación sea para un evento de orden empresarial, entonces se la puede enviar a la dirección del lugar de trabajo.

Redacción --Toda invitación debe llevar el nombre del homenajeado (s), “Juan” o “Juan y María” y el propósito de la invitación: Fiesta de cumpleaños, Fiesta de Graduación, etc. La fecha y día del evento (los días, fechas y horas van en todas sus letras); la hora del evento, asegurando que esté incluido el A.M. o P.M.

Vestuario -- Si es apropiado, también se suele añadir y detallar el tipo de vestimenta.

Opcional -- En estos tiempos modernos, se ha tornado perfectamente aceptable que en una invitación se solicite abstención de regalos con la frase “El único obsequio, su presencia”.

Nuestras invitaciones deben reflejar quiénes somos, con quiénes queremos estar y el tipo de diversión que queremos ofrecer.

Del gran libro de Fábulas El grillo

Cierto día, un humilde grillo, triste y solitario, observaba desde su oscura cueva a cierta hermosa mariposilla que revoloteaba alegre entre las flores de la pradera, luciendo sus delicadas alas, bordadas con oro y seda.

Volaba la mariposa, como soberana de la primavera, posándose entre las flores más bellas del campo, que al recibirla se abrían para ofrecerle el néctar de la vida.

–¡Ah!– suspira el pobre grillo lleno de tristeza en su espiga –¡Qué distinta es nuestra suerte! A ti, la Naturaleza te regaló sus mejores tesoros, mientras yo tengo que vivir en la oscuridad de mi cueva, sepultado entre las miserias del campo. No tengo ningún atributo, mi presencia causa repulsa; nadie se acuerda de mi; ¡como si yo no existiera!

Mientras así el pobre grillo se lamentaba, siete u ocho rapazuelos en el prado se presentaron, y en pos de la mariposa se lanzaron a la carrera. Gorras y pañuelos le arrojaban para atraparla, inútilmente la mariposilla por verse libre se esforzaba; que pronto aquellos rapaces entre sus manos le toman presionera, le arrancan su alas y le aplastan sin piedad alguna su cabeza.

El grillo espantado, dijo al mirar aquella la terrible escena:

–Jamás volveré a quejarme... mi apariencia a nadie atrae, y en mi cueva nadie me molesta. Y diciéndose así se fue alegre y seguro, de brinco en brinco, en busca de una espiga

Moraleja:

No reniegues de tu estado, sé feliz con lo que eres y tienes, pues la vida es un tesoro. Recuerda que la belleza como la dicha no es eterna.

jueves, 26 de enero de 2012

Cuestión de equilibrio

La sociedad te prepara para la actividad, la ambición, la prisa, la eficiencia. No te prepara para relajarte ni para no hacer nada y descansar.
Toda sociedad es impulsada, obsesionada y adicta al trabajo. Por lo tanto no quiere que aprendas a relajarte. Y esto es necesario para que vivas con equilibrio mental, físico y espiritual.
La relajación tiene poderes milagrosos. Tratá de relajarte una hora o dos de las 24 y adquirirás mayor percepción sobre vos mismo.
Aplicá la relajación en las tres capas: cuerpo-mente –corazón.
La relajación puede llevarte a puntos altos. Es una simple técnica. No es complicada. Durante unos pocos días la encontrarás dificil por la falta de costumbre.
Insistiendo en la relajación, llega a aparecer la meditación.
La meditación es el nombre de la más profunda relajación.
Hay que relajarse desde la circunferencia. Relajá la circunferencia de tu ser, relajá tu cuerpo, relajá tu comportamiento, relajá tus actos.
Caminá de una manera relajada, comé de una manera relajada, hablá, escuchá de una manera relajada. Aminorá cada acción. No tengás prisa, no te acelerés.
Movete como si toda la eternidad estuviera a tu disposición; de hecho lo está. Estamos aquí desde el principio y vamos a estar hasta el final.
Recordá que en el universo no hay principio ni fin.
La tensión significa estar temerosos de que mañana no podamos enfrentarnos a la realidad, obligándonos a estar en permanente guardia.
No te olvidés, aprendé a vivir con calma, con equilibrio, buscando la paz.

Cómo superar los complejos

Los acomplejados son asediados por pensamientos irracionales sobre ellos mismos, generalmente sobre una característica física, que impiden disfrutar de la vida. Pero pueden superarse…

Complejos psicológicos

Además pueden influir negativamente produciendo inseguridad y baja autoestima.

Se los puede entender como percepciones distorsionadas o imágenes exageradas de uno mismo que se originan al compararnos con otras personas, o con modelos que la sociedad impone.

Estos complejos pueden llegar a influir y condicionar la vida de quien los padece, incluso pueden impedir disfrutar de determinadas cosas o llegar a limitar.

Uno de los factores que más influyen en la formación de un carácter acomplejado es el entorno familiar, la falta de apoyo y atención por parte de ellos hará que el niño crezca con una baja autoestima.

El entorno escolar es otro factor que influye enormemente. Cuando los niños tienen alguna característica física que sobresale puede convertirse en objeto de burlas de sus compañeros, quienes probablemente le pondrán algún apodo.

Muchos de estos complejos se pueden acentuar en la adolescencia, ya que en esta etapa se producen grandes cambios físicos y la personalidad aún no está formada. Los adolescentes son más vulnerables y necesitan la aprobación de los demás para su propia autoestima.

Otro factor a tener en cuenta es la sociedad, que marca modas y estereotipos de belleza que no se corresponden con la realidad. Esto hace que muchas personas se sientan acomplejadas al compararse con esos modelos que la sociedad impone.

Cómo superar los complejos

Lo más importante para superar un complejo es aprender a quererse uno mismo, aceptándose y valorándose tal y como cada uno es, con sus virtudes y defectos.

Y entendiendo, ante todo, que uno vale por lo que es y por cómo es interiormente, no por su apariencia física. Hay que buscar aspectos positivos de la personalidad y repasar las virtudes y cualidades.

Se debe actuar de acuerdo a los propios valores sin tener que contentar o gustar a todo el mundo.

Hay que tratar de sacar lo mejor de sí y no autodespreciarse, considerando que con nuestros actos transmitimos lo que pensamos de nosotros mismos.

Definitivamente, la apariencia física es secundaria a cómo uno impacta como "persona completa", priorizándose el estilo y el don de gente.

ELEVAR LA AUTOESTIMA

La autoestima se basa en dos pilares fundamentales: La confianza y el respeto hacia uno mismo. Las personas con una gran autoestima suelen tener mucho éxito en la vida, ya que se consideran capaces de hacerlo y no tienen miedo de intentarlo. Por esta razón, es importante conocer métodos para aumentarla.

Si crees que tu autoestima es demasiado baja y te gustaría elevarla, puedes utilizar los siguientes trucos:

Aprender a aceptarte. Seguramente perdonas a los otros mucho más fácilmente de lo que te perdonas a ti. Para aprender a aceptarte, cuando cometas un error debes preguntarte "¿Si lo hubiese cometido otro qué habría hecho yo? Y verás como seguramente no le habrías dado tanta importancia.

Liberarte de la culpa. Las personas cometemos errores, pero no por ello tienes que atormentarte para siempre. Lo que pasó, pasó…, ahora olvídalo y empieza de nuevo. Además, ten en cuenta que a las personas nos encanta echarnos la culpa las unas a las otras, pero eso no significa que realmente lo hayas causado tú.

Mantener un espíritu infantil. Si te fijas, por lo normal los niños siempre están contentos. Esto es porque no dan importancia a las cosas que no las tienen y enseguida olvidan las que sí. Haz tú lo mismo y verás cómo tu autoestima aumenta.

martes, 24 de enero de 2012

Silencios y palabras

Desde las épocas que se pierden en la historia se encuentran alusiones a la importancia del silencio y del uso correcto de la palabra, no en el sentido de la pronunciación, sino de su contenido, del aporte que puede brindar al interlocutor y a la sociedad.
Dijo un sabio que el hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras.
Hay proverbios, refranes y otras expresiones de la sabiduría popular que exaltan el saber callar a tiempo y la habilidad para hablar oportunamente y lo necesario.
Estas pautas, que hablan de silencios y palabras, nos ayudan, sin duda, a reflexionar sobre el hablar y el callar. Veamos:
Callar sobre uno mismo, es humildad.
Callar sobre los defectos de otros, es caridad.
Callar cuando se esta sufriendo, es heroísmo, y cuando otro habla, es delicadeza.
Callar cuando no hay necesidad de hablar, es prudencia.
Callar cuando Dios nos habla al corazón, es silencio.
Callar ante el misterio que no entendemos, es sabiduría.
Callar ante el sufrimiento ajeno, es cobardía, y ante la injusticia, es flaqueza.
Hablar de uno mismo,
es vanidad.
Hablar debiendo callar,
es necedad.
Hablar oportunamente,
es acierto, y ante una injusticia, es valentía.
Hablar para defender,
es compasión.
Hablar con sinceridad, es rectitud. Hablar para rectificar, es un deber.
Por tanto, aprendamos antes a callar, para poder hablar con acierto y tino...
(Recibido por Internet)

Técnica maravillosa para disolver todo obstáculo mental

Los obstáculos mentales tienen una fuerza desmesurada para inmovilizarnos, desalentarnos y sabotearnos en el intento de realizar o conseguir la realización de un deseo nuestro.

La fuerza desmesurada de los obstáculos mentales para impedir la realización de nuestros deseos radica en el hecho de que cada obstáculo mental está ubicado en la mente subconsciente y es por esa razón que quedamos detenidos, inmovilizados o sin recursos cuando estamos frente a una intención de lograr que un deseo nuestro se haga realidad.

La mayor parte de los seres humanos tenemos situaciones en las que queremos hacer ciertas cosas y por alguna razón, nuestra mente subconsciente se niega a colaborar y acabamos quedando inmovilizados y postergando las acciones que queremos y que necesitamos hacer.

La técnica que hoy estamos aprendiendo va a permitirle borrar todo obstáculo mental que le impide hacer lo que quiere o lo que necesita hacer y podrá enseñarla a sus hijos para que dejen de postergar sus tareas hasta el último momento y para que logren borrar todo obstáculo que se interponga entre ellos y sus deseos, siempre y cuando esos deseos sean ecológicos y se realicen con sus propios recursos y no con los recursos de los papás.

Piense querido amigo o querida amiga en algo que quiere hacer o que necesita hacer y por alguna extraña razón no logra realizar; ahora pronuncie junto conmigo estas palabras canceladoras: “Cuando diga cancelado y borrado, cualquier obstáculo mental que se interponga entre mi persona y mi deseo va a quedar cancelado y borrado” y luego de pronunciar dichas palabras, con los ojos cerrados y el cuerpo recto y relajado debe repetir por un tiempo mayor a diez minutos la siguiente oración inductora: “No sé cuál es el obstáculo que me impide realizar mi deseo de hacer o lograr esta “x” cosa”.

En el proceso de ir repitiendo dicha oración inductora van a ir ocurriendo muchas cosas en su realidad corporal como punzaditas, calores, pequeños dolores o tal vez calambres o a lo mejor solo relajación y de todos modos, después de completar su tiempo de repetición dirá cancelado y borrado, notará en ese momento que nuevas ideas han llegado a su cabeza y que su cuerpo se ha llenado de fuerza y de energía suficiente como para hacer cualquier cosa que se necesite hacer y de hecho, podrá emprender la acción de inmediato.

Si vuelve a paralizarse, repita la auto-regresión y nuevamente su obstáculo volverá a desvanecerse y notará cómo sus deseos de triunfar y de ponerse en acción se vuelven poderosos, optimistas, entusiastas y los resultados comienzan a hacer su aparición en su realidad personal y aprende a hacer solo lo que se debe hacer y a concentrarse en lo que es realmente importante en su vida y en sus asuntos.

Busque en su memoria alguna actividad que por alguna razón ha dejado de hacerla o de intentarla y luego haga su auto-regresión para borrar uno a uno todos los obstáculos que le impedían hacer dicha actividad y luego emprenda su acción, triunfe paso por paso y le aseguro que si repite el proceso, lo que parecía una batalla perdida podrá convertirse en una hermosa y satisfactoria victoria personal.

Como usted sabe, de una manera personal se puede aprender mejor la técnica y se puede descubrir lo agradable y placentero que es aprender a tomar el mando de nuestras dos mentes y comenzar a producir los resultados que deseamos.

Nota: La liberación de los hábitos duros y difíciles de cambiar se produce en el programa de 30 días.

jueves, 5 de enero de 2012

La vida no es una carrera

¡Es tan fácil perder de vista lo que verdaderamente importa!
¿Algunas veces observaste a los niños jugando? O, ¿escuchaste el sonido de la lluvia cuando cae al suelo? ¿Alguna vez seguiste el vuelo errante de una mariposa? o, ¿fijaste la mirada en un atardecer?
Es mejor disminuir el paso en la ruta de la vida. No caminés tan de prisa. El tiempo es corto. Es como en una fiesta, la música en algún momento se va a terminar.
Cuando le preguntás a alguien: ¿Cómo estás?¿Realmente escuchás la respuesta?
Cuando el día termina, ¿te acostás en la cama, pero con los quehaceres rondando en tu cabeza?
Es mejor disminuir el paso en tu andar por la vida. No caminés tan de prisa...
El tiempo es corto, ya te digo, es como en una fiesta, la música va a terminar...
¿Alguna vez le dijiste a un niño, mejor dejemos esto para mañana? Y en tu prisa, ¿viste su tristeza?
¿Perdiste contacto, o dejaste morir una buena amistad porque nunca tenías tiempo para llamar y decir ‘hola”? Es mejor disminuir el paso. No caminés tan de prisa.
Cuando vamos afanosos para llegar a algún lugar, perdemos parte de la satisfacción al lograrlo. Cuando te preocupás y te apresurás todo el día, es como si fueses un regalo que se olvida sin abrir. Te convertiste, por lo tanto, en un regalo perdido.
Recordá esto, la vida no es una carrera! Caminá más lentamente. Escuchá la música antes que la canción se acabe.
Ahora, queridos lectores, envíen este texto a todos sus conocidos, diciéndoles que vivan sus vidas sin odio, sin amarguras, sin herir a los demás, principalmente a los que viven próximos, con los cuales somos verdaderos, sin máscaras, y que nos aman como somos. Hay una razón mayor de ser, entonces... ¡Vamos a crecer!