viernes, 24 de junio de 2011

Trastornos sicológicos afectan más a las mujeres

Este tema fue abordado en el Primer Seminario taller de Siquiatría en la Mujer promovido por la Fundación Centro de Salud Mental. Los especialistas indican que confluyen muchos factores para que ellas padezcan más las alteraciones de conducta, que van desde la depresión y miedos hasta la angustia. Advierten sobre la falta de atención del Gobierno para esta situación y sugieren pautas básicas de prevención y tratamiento

Si en materia de consejos, las palabras conmueven y los ejemplos arrastran, en el caso de una explicación nada mejor que presentar un modelo para ampliar la comprensión, reza un dicho que suelen aplicar los maestros.
“Eso vale mucho al tener que hablar de los trastornos sicológicos, que afectan a mucha gente, y que pocos admiten y mucho menos acuden al especialista, por la tendencia a evitar algún comentario sobre locura”, destaca el siquiatra Nils Noya Tapia.
Ese comentario avala esta corta historia real.
María Reina (40) cuenta que descubrió el significado de agustia y depresión hace 10 años, cuando fue a donde un sicólogo luego de que sintió que se odiaba a sí misma y deseaba morir. El profesional la aconsejó acudir a un siquiatra. El terapeuta, luego de escucharla, le hizo notar que su situación era de rechazo a la vida misma, que no se valoraba porque se sentía desgraciada al estar casada con un alcohólico que la maltrataba y con el cual tenía tres hijas, y que eso le recordaba la conducta de su papá, y de padecer constantes necesidades económicas para sufragar el pan de cada día.
Ahora María Reina se somete a una periódica terapia sicológica, toma antidepresivos, hace ejercicios físicos y busca subir su autoestima. Como toda persona confronta malos momentos por ese mal que lo tenía arraigado, pero ahora cuenta con la ventaja de saber que hay tratamiento.

Preocupación
Motivado por el aumento en Santa Cruz de los casos de trastornos sicológicos, la Fundación Centro de Salud Mental promovió la realización del Primer Seminario taller de Siquiatría en la Mujer, donde los expertos destacaron que las féminas son más propensas que los hombres a padecer enfermedades mentales
“Por cada hombre existe el riesgo de que tres mujeres sufran la afección de su salud mental”, señala el siquiatra Ronald Jiménez.

¿Por qué?
Jiménez dijo que una de las raíces de esta situación radica en el problema de género. “La mujer es marginada y explotada económica, social y culturalmente”, afirmó.
La siquiatra Patricia Tapia, responsable del Programa de Salud Mental del Servicio Departamental de Salud (Sede), mencionó en el seminario que otras causas tienen que ver con el hecho de que la mujer convive dentro de una sociedad tradicionalmente ligada con el abuso sexual, violencia doméstica o intrafamiliar y baja condición cultural, lo que se traduce en altos índices de depresión e incluso de homicidios.
Para el siquiatra René Calvimontes, los orígenes de las afecciones sicológicas de la mujer radican en tres factores: genético, biológico y conductual.
El primero deriva de los elementos corporales y estéticos que tiene una mujer frente a los patrones socioculturales a los que está constantemente presionada. Es el caso de la anorexia y la obesidad como problemas de salud mental.
El biológico proviene de los traumas heredados, los cuales impiden la aceptación tal como es.
Y el último está relacionado con la frustración de esperar, con mucha ilusión, un cambio en la conducta de su pareja que no se dará nunca.
Depresión, enfermedad que se alimenta a sí misma
“Desde la primera regla, las mujeres tenemos mayor riesgo de desarrollar depresión”, indica Vivien Burt, profesora de la Universidad de California (EEUU) y autoridad mundial en el terreno de las diferencias neurosiquiátricas entre hombres y mujeres.
“Los traumas físicos y sicológicos en la infancia aumentan el riesgo, y los cambios hormonales en la pubertad parecen predisponer a las mujeres a sufrir enfermedades mentales", señala.
Para los médicos, es importante difundir la idea de tratamiento y prevención, porque “la depresión se alimenta de sí misma”, dice Luis Rojas Marcos, profesor de siquiatría de la Universidad de Nueva York.

Rol múltiple
Ronald Jiménez pone de relieve, como elemento que incide en la afección mental femenina, el rol múltiple que cumple la mujer , por el deber que tienen de asumir la responsabilidad de ser esposas, madres y cuidadoras de los demás.
Es más, la mayoría se enfrenta al imperativo de generar ingresos para la familia. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que las mujeres llegan a un tercio de la principal fuente de ingresos de los hogares.
Estos factores sicosociales forman parte de las amenazas del equilibrio mental femenino y van ligados a los cambios biológicos que se producen en la pubertad, embarazo, pueperio y climaterio que ameritan políticas de género específicas.
Estrés sicológico
El mayor número de casos se produce entre chicas que terminan sus estudios y se sienten desprotegidas. Las relaciones sexuales pueden causar más estrés. “Oyen decir que pueden tomar la iniciativa, pero se inhiben porque la sociedad rechaza que se ofrezcan y eso les afecta sicológicamente”, dicen los siquiatras.

Síntomas
• Caída del ánimo.
• Pérdida de energía e interés.
• Sensación de enfermedad física o debilitamiento.
• Baja concentración.
• Apetito y sueño alterados.
• Disminución de las funciones físicas y mentales.
• Sentir como que no vale nada o sentirse culpable.
• Aumento o disminución del apetito o del peso.
• Tener pensamientos sobre la muerte o el suicidio.
• Tener problemas para concentrarse, pensar, recordar, o tomar decisiones.
• No poder dormir, o dormir demasiado.

Ausencia de asistencia pública
Es escaso el apoyo del Gobierno en este campo, señala Patricia Tapia. Menciona que los esfuerzos para resolver los problemas de trastornos sicológicos provienen de instituciones extranjeras u organizaciones locales particulares. El Estado asigna únicamente el 0.02% de su presupuesto al tema de la salud mental.

Se puede vencer
El tema puntual es que los trastornos sicológicos tienen tratamiento. El caso de María Reina es una demostración contundente. El principal problema de los enfermos es que no buscan tratamiento a sus afecciones mentales. Hay que acudir al médico, en este caso al siquiatra.

Diversos tipos

Depresivo
Es el más frecuente. Suele hacer mucho daño a la persona que lo sufre y a sus familiares.
Se caracteriza por el estado de ánimo deprimido.
Pérdida del disfrute y del interés.
Forma de pensar negativa acerca de la propia persona, de los demás, del pasado y del futuro.
Pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida.
Se dejan de realizar actividades placenteras y/o obligatorias.

Bipolar
Aquí los estados de ánimo son cambiantes entre dos polos opuestos, alternándose períodos maníacos (excesiva euforia) y depresivos.
Es un trastorno biomédico.
Requiere tratamiento sicofarmacológico.

Hipocondría
Se trata de un miedo irracional y convicción de padecer una grave enfermedad que no ha podido ser diagnosticada por los médicos.
Suelen autobservarse y quejarse con frecuencia.
Se muestran muy preocupados por su salud.

Del sueño
Cuando los problemas de sueño se producen con frecuencia y de manera persistente, pueden repercutir de manera negativa en nuestra vida, tanto en el descanso como en el funcionamiento cotidiano.
Con el tratamiento sicológico de estos problemas, se pretende mejorar tanto la calidad como la cantidad de sueño.
Puede aparecer junto a otro problema más grave como la depresión o algún trastorno de ansiedad.

Adicciones
Es el consumo periódico de una sustancia.
Se caracteriza por un deseo dominante para continuar tomando el producto y obtenerlo por cualquier medio.
Tendencia a aumentar la dosis.

Baja autoestima o La autoestima está muy relacionada con la satisfacción que una persona tiene con respecto a sí misma y a su vida.
Este trastorno suele manifestarse por:
Autocrítica constante de la persona a sí misma.
Autoevaluaciones negativas.
Culpa.
Sentimientos de inferioridad.
Predicciones de fracaso.
Alta frustración ante errores.
Inseguridad ante situaciones cotidianas y en las relaciones interpersonales.
Poca o ninguna autoafirmación ante los demas

Entre otras causas

Frustraciones laborales
Muchas chicas con buen expediente logran peor trabajo que sus compañeros. A eso se une la idea de que la ambición en la mujer es un defecto. Esa contradicción rebaja su autoestima, dicen los especialistas.

La maternidad
A medida que el reloj biológico avanza, se enfrentan a la decisión de tener hijo. Si no vive en pareja, piensa en las dificultades de criarlo sola. Si sufre problemas de infertilidad, debe solucionarlos. Cuando nace el niño, tiene que decidir si vuelve a trabajar. Muchas desarrollan sentimientos de culpabilidad.

La menopausia
A partir de los 40 años, las fluctuaciones hormonales y los cambios vitales (hijos que se van, padres que envejecen, enfermedades) hacen que la mujer (‘cuidadora’ por excelencia) tenga más posibilidades de desarrollar depresión.

Opiniones

Es la primera vez que asisto a un taller de esta clase y considero que es una buena iniciativa del Centro de Salud Mental, sobre todo hoy en día que hay tanta violencia intrafamiliar. Judith Nogales, enfermera

Este seminario orienta a ayudar a otros, sobre todo a las mujeres, Mary Vargas, sicóloga.

Me parece buena la gestión del Centro de Salud Mental de apoyar iniciativas para la salud mental femenina. Silda García, sicóloga.

Afecta el rol de género Dr. Nils Noya Tapia

La mayor incidencia de la depresión (Distimia 3,7 en mujeres frente a 2,6 en hombres; depresión mayor 4,6 mujeres frente a 2,2 en hombres) no debe buscarse en la biología, en su fisiología, en su cuerpo, sino en las condiciones de vida y en las características de su subjetividad”.
Los roles de género afectan a los modos de enfermar de las mujeres, sobre todo cuando las desigualdades que se producen son importantes.
Que las mujeres tengan mayor depresión que los hombres estaría influido por las circunstancias sociales como el nivel socioeconómico, el nivel de estudios, el número de hijos, tipo y condiciones de trabajo.
Esta desventaja se encuentra en la estructura social donde la feminidad favorece tal como ha sido conceptualizada en nuestra cultura ciertos rasgos como la dependencia, la sumisión y el ocupar determinados roles maternales y de cuidadora de la familia- que significan un factor de riesgo para la depresión, en la medida que le exigen la postergación de sus necesidades para comprometerse por los otros que dependen de los cuidados que pueda proveer.
Los roles han ido cambiando, en las sociedades industriales ya no están tan prescriptos, sino que los elige cada pareja.
No obstante la mujer tiende a la doble pertenencia, lo público y lo privado, y esto le implica a muchas mujeres una doble o triple carga, a la del hogar, se suma la del trabajo y el cuidado de los adultos mayores y/o de otros miembros de la familia.
Esto lleva a una paradoja, la mujer abarca más espacios pero no por eso está más feliz, por el contrario, en muchos casos se sigue postergando en sus necesidades más personales y esto favorece la depresión por el estres crónico que conlleva.
La autoestima de la mujer tiene un refuerzo importantísimo en los vínculos, constituyendo un factor fundamental de sostén afectivo.
Es frecuente que mujeres con un cuadro depresivo traigan como motivo de consulta la soledad, el maltrato familiar, la queja de vínculos desafectivizados o conflictivos y la falta de un confidente entre los factores de sufrimiento psíquico y desencadenantes del trastorno depresivo.


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