martes, 28 de febrero de 2017

Sexo, drogas y rock and roll producen el mismo tipo de placer

A veces podemos escuchar una misma canción decenas de veces seguidas sin cansarnos. Cerramos los ojos y disfrutamos de la música como si casi se pudiera tocar. No importan los gustos personales, la música es capaz de generar profundas emociones y de proporcionar placer. Muchos científicos reconocen su valor universal, social y cultural, pero aún no se sabe cómo surgió o cuáles son todos los mecanismos biológicos esenciales para crearla o simplemente disfrutar de ella. También existe el enigma de cuál pudo ser la función que llevó a la música a convertirse un fenómeno característico de los humanos a lo largo de la evolución.

En el laboratorio de Percepción Musical, Cognición y Pericia de la Universidad de McGill, en Montreal, Canadá, llevan más de dos décadas trabajando en este tipo de cuestiones. Tal como han concluido en un artículo publicado este miércoles en “Scientific Reports”, el placer musical es generado por los mismos mecanismos cerebrales que generan la sensación de satisfacción relacionada con el sexo, las drogas y la comida: el sistema cerebral de los opioides.

“Esta es la primera demostración de que los propios opioides del cerebro están directamente relacionados con el placer musical”, ha dicho el psicólogo Daniel Levitin, primer autor del estudio.

Otros investigadores ya señalaron que un medicamento conocido como naltroxeno, que bloquea algunos de estos receptores de opioides, era capaz de atenuar las sensaciones positivas y negativas provocadas por varias actividades. En esta ocasión, el equipo de Levitin quería verificar que esto también ocurre al escuchar música, para comprobar si los mecanismos cerebrales implicados son los mismos o no.

En esta ocasión los científicos han comprobado que sí, que el naltroxeno puede bloquear el placer musical, por lo que han concluido que “los opioides endógeneos (sustancias producidas en el cerebro y que pueden generar placer o calmar a una persona) son críticos para experimentar emociones positivas o negativas al escuchar música”.

SISTEMAS PARA EL PLACER

Este sistema de los opioides regula numerosas funciones fisiológicas, como la respuesta al estrés, la respiración, el tránsito gastrointestinal, y la función inmune y endocrina, tal como explica una revisión de Julie Le Merrer.

El sistema se basa en un conjunto de tres tipos de receptores, los mu, delta y kappa, que son activados por algunos péptidos que se producen en el organismo en respuesta a estímulos naturales (sexo, comida), o bien cuando se unen a algunas drogas.

Sea como sea, todos ellos ejercen su efecto a través de la liberación de dopamina en el núcleo accumbens, una región cerebral a la que se le atribuye un papel importante en el placer, la risa y la recompensa, así como el miedo, la agresión, la adicción y el efecto placebo. Además, se considera que este sistema puede generar una sensación de sedación, euforia y analgesia.

OÍR MÚSICA SIN PLACER

Para averiguar el papel del sistema de los opioides en la música, los investigadores usaron un medicamento capaz de “inutilizar” temporalmente los receptores opioides del cerebro, y que por eso bloquea la generación de placer (anhedonia). Al suministrar este medicamento, llamado naltrexona, observaron que los participantes en los experimentos decían sentir menos placer al escuchar su canción favorita, pero no la cantidad de placer que sentían antes de escucharla (esto se conoce como anticipación).

“Las anédcotas y las impresiones fueron fascinantes”, ha dicho Levitin. Por ejemplo, uno de ellos dijo que una de sus canciones favoritas “no parecía ser como solía ser”, y otro que “su canción sonaba bonita, pero que no le decía nada”.

De acuerdo a lo predicho por estudios anteriores, la dopamina también está relacionada con el placer musical, tanto en la anticipación como en el placer que se siente en el momento. Pero Levitin explica que “los receptores de los opioides tienen un papel crucial en nuestras respuestas emocionales a escuchar música”, aún más que la dopamina.

En todo caso, la base biológica del placer musical sigue escondiendo muchos enigmas. Por ejemplo, Levitin ha explicado que se sospecha que si nos hartamos de una canción podría ser porque el sistema de los opioides se hubiera habituado a un estímulo, aunque esta hipótesis aún no se ha verificado.

¿PARA QUÉ “SIRVE” LA MÚSICA?

Según estos investigadores, el propósito de estas investigaciones es tratar de “entender mejor las rutas químicas asociadas con el placer musical, y así conseguir una visión más rica sobre la evolución biológica de la música”.

En definitiva, desde hace mucho tiempo, los científicos se preguntan cómo pudo surgir un fenómeno como la música. “No supone un claro beneficio para la supervivencia”, ha recordado el investigador, como sí lo tienen la comida y el sexo. Y, aunque comparte los mecanismos biológicos implicados en las drogas, los receptores de los opioides, la música “no ni tiene las mismas propiedades adictivas”.

Entonces, ¿qué se sabe sobre la “utilidad” de la música De acuerdo con una revisión científica publicada «Trends in Cognitive Sciences» por Levitin y otros investigadores, se considera que “las actividades sincronizadas, como la música, danza o la marcha, fomentan sentimientos de conexión social, confianza interpersonal y vinculación. Muchas actividades humanas y animales son rítmicas: caminar, hablar, aplaudir, bailar, mecer a un bebé o la actividad sexual. Y las actividades rítmicas realizadas por grupos de personas tienden a ser sin-crónicas, reflejando una coordinación social”.

SONIDOS DE LA NATURALEZA

También se ha propuesto que la música imita sonidos que aparecen en el medio natural. “La música comúnmente clasificada como “estimulante” imita sonidos de la naturaleza, como las llamadas de alarma de mu-chas especies, que potencial-mente señalan importantes eventos (por ejemplo, sonidos fuertes con inicio repentino y un motivo de repetición corto). Curiosamente, el afecto positivo y la anticipación de recompensa también se han asociado con este tipo de sonidos. Esto, a su vez, aumenta la excitación simpática (frecuencia cardíaca, pulso, conductancia de la piel y respiración). Por el contrario, la música relajante imita los sonidos naturales calmantes, como las vocalizaciones maternas, el ronroneo y los arrullos (sonidos graves suaves y envolventes), que disminuyen la excitación simpática”.

viernes, 24 de febrero de 2017

¿Por qué son apáticas las personas?

La vida ofrece un conjunto de premios claros, coloridos, ricos y muy satisfactorios, visibles solo al espíritu vivo, despierto y deseoso de vivir. La vida es un don para los espíritus valientes y con un sueño en su interior; un sueño de mejora diaria e ilimitada, un sueño de llegar a ser una persona mejor, de crear una familia mejor, una patria mejor y en definitiva un mundo mejor.

Nada cambia si la mente no cambia; como sabemos, cada individuo es el producto de la educación que recibe y del estado en que se encuentre su conciencia, por lo tanto, una persona solo puede llegar a ser excelente, cuando decide hacerse cargo de su propia auto educación, mientras no se dé cuenta de este hecho, seguirá nadando dormido en las aguas de la mediocridad y de la apatía.

El dormir cuando uno debería estar aprendiendo o produciendo es signo inequívoco de mediocridad y miseria mental, los espíritus apáticos son negativos y tontos, creen que viven de la nada y no valoran el esfuerzo que hacen los progenitores para mantenerlos con vida; sin embargo, la vida tiene otros planes, quien no decide tomar la iniciativa para responsabilizarse de su autoeducación, educación y de su propia vida, acaba por convertirse en alguna forma de mendigo que tiene que beber a diario el resultado de sus malas actitudes y decisiones; por el contrario, quien decide despertar, interesarse, informarse, puede abrir las puertas de su inteligencia y buena voluntad hacia un mundo real, un mundo donde todo es posible y donde puede realizar hasta el más grande de sus deseos.

El mundo positivo es una realidad que se puede experimentar en lo profundo de la mente, ahí solo existe positividad, por eso es necesario, como primer paso para aprender esta actividad, aprender el acto de relajarse profundamente y experimentar por sí mismo esta verdad.

El uso de sustancias como el alcohol, el tabaco u otras drogas, son intentos estériles de obtener relajación y poder energético; hasta ahora no se ha visto a nadie triunfar en la vida con la práctica de vicios ocultos o encubiertos, los vicios destruyen a la persona y a su núcleo familiar y le producen el más infame de los fracasos, el fracaso de su ser espiritual.

Si usted quiere empezar a despertar de su letargo, puede comenzar pensando con el poder de la evocación repetitiva, un pensamiento básico y poderoso, piense y repita dicho pensamiento durante siete días y descubra lo que su pensamiento puede manifestar, el pensamiento es el siguiente: “Cada día estoy más despierto al poder de mis pensamientos pensados determinadamente”.

Como primer paso, lea la afirmación, una y otra vez, hasta memorizarla, hasta tener dominio total del pensamiento memorizado, recuerde la norma básica de un triunfador: “Un triunfador debe dominar por completo todo conocimiento que aprende”; si usted ha decidido convertirse en un triunfador, recuerde que su oficio, de hoy en adelante será triunfar, triunfar en todo campo en el que aplique su inteligencia y su voluntad, imagine qué sería de nuestra patria si todos fuéramos triunfadores y dése cuenta de que esta idea no es una imposibilidad, solo se requiere de esfuerzo personal, de sinceridad y de buena voluntad, pues por cada persona que conoce la positividad, la sociedad mejora en su conjunto.

Potenciar tu imagen personal


Opciones para todos los bolsillos y todas las edades, como siempre, hay para todos los gustos. Lo importante es ubicar siempre las opciones que mejor se adapten a tus necesidades y a los cambios de imagen personal que quieras hacer.

Cuando hablamos de imagen personal, hablamos de la imagen adecuada para cada una de nosotras. Refleja la manera en que queremos relacionarnos con el mundo y con los demás. Así de importante es.

Tu imagen es lo primero que ven los demás de ti: lo que proyectas. Y con los demás nos referimos a una gran variedad de audiencias que perciben tu imagen personal: tú misma, tu familia, tus amigos, pareja, posibles amigos o parejas, compañeros de trabajo, jefes, futuros jefes o colegas, vecinos, aliados, empresas con las que trabajas, clientes, compañeros de clases, etc.

ELEMENTOS QUE CONFORMAN TU IMAGEN PERSONAL

Cuando hablamos de este tema pareciera que hablamos de estética y belleza solamente y esto no es así. Mientras la belleza es una percepción mucho más subjetiva, la imagen personal se basa en unos factores concretos: la personalidad, el carisma, vestuario, actitud y la credibilidad.

• Tu imagen personal debería ser un reflejo de tu personalidad, ayudarte a mostrarte tal y como eres para que los otros puedan percibirte. Lo ideal es conseguir una imagen que potencie tus virtudes y muestre tus ganas de mejorar las cosas menos buenas.

• El carisma se va trabajando cada día, con actitud positiva y las ganas de mejorar. Se refleja en tu actitud y tiene un impacto en tu imagen personal. Tu imagen se ve potenciada con tu actitud.

• En cuanto al vestuario, por supuesto, es muy importante para la imagen personal. Escoger elementos correctos y adecuados para ayudarte a mostrar tu personalidad y mejor actitud.

*Mira por qué la ropa es un reflejo importante de tu estilo de vida.

• El cómo conjugues todo lo anterior te dará credibilidad. Esa sensación de que todo encaja. La percepción para las personas que conozcas -tanto en lo privado como lo profesional- de que eres una persona confiable y transparente.

Si uno de tus objetivos para 2017 es potenciar tu imagen personal, es clave comenzar a analizar y conjugar estos cuatro aspectos.

En lo particular, yo tomo apuntes de todo. Escribo las palabras con las que creo que me perciben, y adjetivos con los que me gustaría ser percibida. Si además puedes pedir ayuda a terceros (amigos, familiares), podrías apuntar también percepciones reales que tienen los demás sobre ti. ¡Podrías sorprenderte!

Apunta qué actitud quieres mantener y cuál es tu estilo personal. Luego, quedará adaptar tu vestuario y hábitos a lo que quieres proyectar.

HÁBITOS PARA POTENCIAR TU IMAGEN PERSONAL

En lo personal, creo que cambiando algunos hábitos podría mejorar mi imagen personal. Por ejemplo:

• Hacer ejercicios, para ayudarme a mantenerme en forma. No sólo será beneficioso para mi imagen, sino para mi salud.

• No salir de casa sin arreglarme. A veces con las prisas salgo con un aspecto bastante descuidado… Esto tiene que acabarse. Para hacer ejercicios, la compra, o lo que sea, tengo que intentar mejorar mi imagen personal.

• Adaptarme a los cambios. Yo, por ejemplo, este año me caso, me mudo y comienzo una nueva vida. Quiero comenzar a mostrarme y crear nuevas relaciones en este nuevo espacio. Para esto, tengo que arreglarme más y no descuidar mi apariencia.

• Mejorar mis rutinas de belleza: cuidar más mi cara y mi cuerpo. Ocuparme por lucir una piel cuidada y saludable.

• Arreglarme más. No sólo en más ocasiones, sino más. Incorporar el maquillaje a mi vida. Destacar más mis virtudes. Quiero lucir más interesada en mí misma y más segura.

• Ponerme guapa a diario. Soy Autónoma y, como tal, trabajo desde casa. Este año intentaré arreglarme incluso para trabajar desde casa y también buscar nuevos espacios externos para trabajar que me obliguen a salir y arreglarme más. Disminuir los días de trabajo en pijama.

• Organizar mi armario de una forma mucho más productiva. Tener todo mejor organizado para que me sea más fácil y rápido encontrar las prendas claves y arreglarme mejor en menos tiempo.

• Mejorar mi look. Quiero verme este año más elegante y sofisticada. Deshacerme de accesorios y ropa que ya no cuadran tanto con lo que quiero proyectar.

• Ser mucho más selectiva en las compras. Declinarme siempre por las piezas que realmente aporten a mi imagen personal.

• Sacar mucho más provecho a mi armario y a todo lo que tengo.

ALGUNOS CONSEJOS

• Parte siempre de un objetivo. Pregúntate para qué quieres mejorar tu imagen personal. Mientras más claros estén los objetivos, mejor podrás dirigir el cambio.

• Identifica (y apunta) lo que te gusta y lo que no te gusta de tu imagen actual.

• Sé realista con lo que puedes y no cambiar.

• Saca provecho a tus peculiaridades.

• Sigue siendo fiel a ti misma.

• Haz una buena limpieza de armario. Seguro tienes más cosas de las que crees, sólo tienes que aprender a sacarles provecho.

• Quiérete más: cuídate, toma agua, apégate a los hábitos saludables.

• Elabora un plan de acción realista.

viernes, 17 de febrero de 2017

Lee malas noticias sin que te domine el pesimismo



“No veo noticias por salud mental”, es la excusa de mucha gente que prefiere vivir desinformado pero más tranquila. Hoy termina una semana en la que hubo bloqueos, enfrentamientos en Achacachi, atracos, violaciones, paros en centro de salud y familias que perdieron sus casas por el derrumbe de un cerro. ¡Como para tener ganas de no saber nada!
El sicólogo británico Graham Davey, citado por el periódico Huffington Post, dice que ver noticias sobre violencia o muerte intensifica las preocupaciones y la ansiedad, además de afectar a la forma en la que interpretamos el mundo y cómo interactuamos con él.

Qué puedes hacer
Vivir contento cuando todas las mañanas se reciben malas noticias, no es fácil pero puedes recurrir a otras técnicas para equilibrar tu estado de ánimo. El Huffington Post recomienda balancear lo malo con lo bueno: escuchar música que te guste, buscar cosas positivas para leer, evitar exponerte demasiado a imágenes violentas y rodearse de personas optimistas.

Huir no es la solución
Cerrar el periódico y apagar la tele no es la salida. La supuesta calma que da el no enterarse de nada tiene efectos negativos en la sociedad. El pensador alemán, Bertolt Brecht advertía, a mediados del siglo XX, que el peor analfabeto era el que se quedaba al margen de la información porque, al no estar al tanto de lo que pasa a su alrededor, no participa en los acontecimientos ni en la toma de decisiones y que esa ignorancia hace posible la aparición de males sociales, como la corrupción, el abuso de poder y otros

jueves, 16 de febrero de 2017

No querer crecer, un trastorno emocional



Adultos cuyo comportamiento es similar al de un adolescente, ese que evade responsabilidades y venera la juventud. ¿Te suena familiar?, si conoces a alguien así, quizá no se trate de un estilo de vida o rasgo de personalidad, sino que padezca el síndrome denominado de Peter Pan.

“Se caracteriza por la inmadurez en aspectos psicológicos y sociales. La persona suele ser narcisista. Es fácil de identificar al ver a un hombre o una mujer que supera los 30 años y tiene reacciones como las de un chiquillo caprichoso”, detalla el psicólogo Roberto Peña.

El Síndrome de Peter Pan es un término acuñado hace pocos años y un concepto nuevo en la psicología. “Quienes lo sufren no son conscientes de su trastorno. Van dejando pasar los años, hasta que un día surge un suceso en sus vidas que los obliga a replantearse su comportamiento y allí descubren que no saben enfrentarse con el mundo real como los adultos que son”, explica la psicóloga Lizette Gallegos.

Y aunque el tiempo no pasa en vano, para quienes experimentan este trastorno la representación internalizada de su yo será la misma que la de su infancia. “Si fue excesivamente consentido, socapado y no corregido seguirá así por siempre. Esto le traerá problemas al relacionarse”, advierte Peña.

El terapeuta precisa que este tipo de síndromes revela la permisividad de los padres y abren el debate sobre cuán importante es educar a los hijos con límites y responsabilidades. “El síndrome refleja a un sujeto dependiente y con una fuerte negación del envejecimiento”. La vida tiene etapas marcadas y si sientes que te quedaste en una, lo mejor es consultar con un psicólogo para seguir creciendo.

¿Qué es SPP?

El Síndrome de Peter Pan es un trauma que bloquea la madurez emocional. El o la afectada crece con normalidad, su inteligencia se desarrolla, pero su corazón queda en la infancia, como Peter Pan, que se encierra en un mundo maravilloso, lejos de los problemas de los mayores... Aparece al inicio de la adultez.

¿Cuándo nace?

En la infancia, de una carencia afectiva o de la excesiva permisividad paternal.

¿Cómo salir?

Se necesita tiempo y aprender a quererse. En los pasos es importante comprender que es una enfermedad. Conocer y reconocer los sentimientos. Encontrar el momento del bloqueo emocional. Considerar iniciar una terapia. Fuentes: Roberto Peña (psicólogo) y Lizette Gallegos (psicóloga)

miércoles, 15 de febrero de 2017

Lecturas sutiles La venganza una respuesta fallida ante la frustración

La venganza es un sentimiento que intenta mitigar el profundo dolor que se experimenta frente a una frustración.

Ante lo insoportable, angustiante de la insatisfacción el sujeto intenta resarcirse planeando su venganza, algo que ponga al que supone responsable de su tristeza, en las mismas condiciones.

Que otro sufra, que se sienta humillado, que padezca el mismo maltrato.

Freud en “Introducción al Narcisismo” plantea que el sujeto enfermara, si por causa de su frustración no puede amar. En los casos de venganza, lejos del amor, nos encontramos con la contra cara, el odio que busca encarnarse en un

destinatario.

El sujeto con su sed de venganza, lejos de amar alimenta el odio. Por este motivo, toma una aparente distancia de la triste realidad en la que habita y se dedica a que prolifere su hostilidad planeando estrategias que tengan como único destino el perjuicio del rival.

Freud en la disolución del complejo de Edipo afirma que el rival es aquel que representa para el niño un obstáculo frente a su satisfacción. En estos casos, como una suerte de repetición de aquellas experiencias vivenciadas durante la infancia, aparece un nuevo rival hacia quien dirigir su furia.

El sujeto procura mediante la venganza obtener un alivio de su malestar causado por la frustración, una salida frente a lo insoportable de las interminables preguntas del neurótico.

En lugar de los interrogantes es tomado por los laberintos tramposos poblados de amplias variedades de ideas crueles, que en la mayoría de los casos no se llevan a cabo y que son solo una respuesta infantil frente a la angustia castratoría.

El Otro pasa a ocupar la mayor parte de su interés, está pendiente, calcula, observa que le puede llegar a molestar. Ese otro odiado pasa a ser la idea central de su preocupación, de este modo, intentando perjudicarlo, se perjudica, ya que su realidad comienza a tener un objetivo, lejos de obtener satisfacción, intentando elaborar su dolor, es nuevamente víctima de otro engaño, supone que el alivio llegara luego de producirle sufrimiento al rival.

¿Y después qué?, ¿Cuál será la nueva meta?

Creo que la principal dificultad consiste justamente en la meta, que de no poder llegar a sublimarse alcanza niveles verdaderamente destructivos, que en la mayoría de los casos termina atentando contra el propio sujeto. Es común en los casos de crímenes por venganza que luego de cumplirse con el objetivo, muere quien lo lleva adelante, ya sea por suicidio o por enfermedad. Lo intenso, constante de la pulsión de muerte no logra saciarse, siempre se pone en marcha un nuevo desafío, que aunque en apariencia simulen ser disimiles, en el fondo son muy similares. Se trata de fuerzas que se originan y nutren de la misma fuente, lo mortífero, el tanatos, eso que se pone en marcha de forma feroz y que no llega a ser tamizado, descargado e inviste en forma atroz.

Por lo tanto lejos de superar la frustración, la venganza como un intento infantil de superar el malestar, arrastra al sujeto a su propia destrucción, ya que ese sentimiento hostil es la ruta directa que lo conduce a la enfermedad o a la muerte.

Que te importe quien te aporte

“Que te importe quien te aporte”. Es posible que esta expresión te suene algo drástica. Para ello, y en primer lugar, deberíamos definir lo que encierra el concepto de aportación personal.

Nos aportan todos aquellos que son sinceros de actos, voz y voluntad. Las relaciones humanas, lejos de ser un intercambio a base de “tú me das yo te doy”, es algo que va más allá de todo bien material.

Estamos hablando de emociones, y en especial de emociones positivas que favorezcan nuestro crecimiento personal con ese intercambio de experiencias, y pequeños momentos que alzan universos enteros.

Vivimos en una sociedad compleja cargada muchas veces de intereses personales e individualismos. El día a día está regido a menudo por la competitividad, e incluso por las ansias de posesión. Hay quien ansía controlar a sus pareja por miedo a perderla, padres que sobreprotegen a sus hijos, amigos que dominan a amigos por miedo a la soledad, por temor a perder un apoyo incondicional y cotidiano.

En muchas de nuestras relaciones interpersonales pesa un sibilino egoísmo del que somos conscientes y que sin embargo, soportamos. ¿Qué podemos hacer ante estas situaciones? ¿Cuál es la forma más efectiva de actuar? Que te importe quien te aporte…

Aprender a construir relaciones positivas

Tenemos muy claro que no se trata solo de alejarnos de todos aquellos “que no nos aportan nada”. La vida real no es como en las redes sociales, donde existe la opción de “eliminar o borrar amigos”. Se trata de dar más importancia o menos…

Es muy posible que algún familiar tuyo, lejos de enriquecer tu vida, te la llene de malestares. O que tengas un compañero de trabajo algo negativo, derrotista y crítico. No podemos borrarlos de nuestro día a día.

Se trata, simplemente, de no darles la importancia que merecen. Evitar que te afecten sus actos o sus palabras, siempre y cuando, no crucen el límite de tu integridad emocional o psíquica, en ese caso, la distancia sería más adecuada.

Ahora bien, ante este tipo de personalidades donde su toxicidad no sale de la zona crítica, lo mejor es no darles poder: ni en tu vida ni en tus pensamientos. Marca límites. Porque de hacerlo, de permitir que te afecten, acumularás un estrés físico y emocional muy peligroso.

La clave de esta permisividad, de esta forma de conseguir que te importe quien te aporte, es construir relaciones positivas. Te explicamos cuáles son los pilares básicos:

1. Construye apegos saludables

En nuestro espacio te hablamos muy a menudo de la importancia de “evitar apegos“. Bien, la esencia está en saber diferenciar los apegos que nos ocasionan sufrimiento de esos apegos saludables, donde se construyen los vínculos de crecimiento.

Debemos favorecer apegos basados en la confianza y no en la ansiedad, es decir, en el miedo a ser abandonados o traicionados. Es vital que exista una armonía basada en la madurez y el respeto mutuo.

2. Saber satisfacer las

necesidades básicas

Negar que todos tenemos necesidades es ponernos una venda en los ojos. Para que alguien nos importe de verdad, debe existir un adecuado intercambio de ganancias personales:

Un respeto mutuo y la seguridad de que no vamos a ser sancionados, juzgados o rechazados al expresar nuestros pensamientos. Esta sensación es la que suele aparecer en especial a nivel de familia, cuando sabemos que no se van a respetar nuestras opiniones o acciones.

Muestras de afecto cotidiano: es esa sensación de complicidad que disfrutamos con nuestras amistades, el cariño altruista de nuestras parejas… Es ofrecer afecto de forma libre, el arropar y dejarnos envolver por un sentimiento íntegro de cercanía.

3. Poder afrontar determinados problemas

En ocasiones, cuando tienes un problema, alguien cercano a ti en lugar de aportarte estrategias, o simplemente ponerse en tu lugar para comprenderte, te recriminan determinadas cosas. Son esas personas que lejos de ayudarte, te hunden más aún. Intenta marcar distancia en estos casos, y elige bien quien se acerca a ti en esos momentos.

Las relaciones positivas tienen como esencia el disponer de una armonía interna donde los problemas lejos de ser obstáculos, son oportunidades personales donde ofrecer ayuda, aprender y fortalecer aún más el vínculo. Si alguien de tu contexto más cercano no acepta el hecho de que hayas cometido ciertos errores, no será una relación saludable ni emocionalmente segura.

Te enfrentas siempre a su “dura vara de medir”, donde no caben equívocos, donde no se te concede la oportunidad de ser mejor.

Evita este tipo de relaciones, que no te importe marcar distancia o más aún, desactivar la posible influencia que puedan tener en ti.

Las personas nos equivocamos, erramos, asumimos faltas y avanzamos para crecer personalmente.

Todos aquellos que te quieran tal y como eres, con tus aciertos, faltas, manías y grandezas, son personas que aportan luz a tu vida. No las pier das, agárrate con fuerza a la cola de sus cometas…


Cómo conseguir siempre lo que quieres



Conozco a una mujer que siempre logra que otros hagan lo que ella quiere. Consigue que ejecutivos atareados le den sus tardes, sus ideas y su dinero. En varias ocasiones, me ha persuadido de que haga cosas por ella, y ha convencido a muchos más.

Me encontré con ella el otro día y le pregunté cuál era su secreto. “No es difícil”, me dijo. “Sólo digo por favor y gracias”.

En realidad, no es tan sencillo. La mayoría de las personas saben decir por favor y gracias, o creen que saben hacerlo. Casi todo el mundo aprendió a decir estas frases antes de ir a la escuela primaria. Pero casi nadie aprendió cómo hacerlo correctamente.

Tomemos en consideración el perfectamente cortés correo electrónico que recibí recientemente de un hombre que conozco muy poco. Comenzaba: “Este año me estoy asociando con XXX para lanzar el segundo congreso anual YYY. Yo sé que usted está muy ocupada, pero nos encantaría que el sábado dirigiera una sesión sobre las mujeres en los negocios”.

Prosiguió a describir detalladamente el tema del año y ofreció un enlace a un video del evento del año anterior. “Déjeme saber si esto es factible”, concluyó.

No era factible. ¿Por qué iba a sacrificar un sábado en base a un video de un congreso similar al del año anterior?

La longitud del mensaje me inquietó y me dieron ganas de presionar la tecla de borrar. El hecho de que me recordara que estoy ocupada simplemente me ofreció un pretexto para decir que no podía hacerlo.

Ahora, consideremos el correo electrónico de otro conocido. Su línea de asunto decía: “Si sólo usted pudiera…” y el mensaje prosiguió con “… participar en nuestro panel sobre xxx. Tenemos muchas personas inteligentes y valiosas que van a hablar, y necesitamos su ingenio para animarlo. Por favor, diga que sí”.

Lo que esto hace es ir al grano, y el grano es la adulación. La única forma verdaderamente eficaz de decir por favor es usar halagos.

No hay peligro de exagerar. No hay ningún nivel en el cual el halago deje de funcionar, según un estudio de Jennifer Chatman de la Universidad de California, Berkeley.

Además de ser halagador, el perfecto "por favor" tiene que lograr que te sientas no sólo deseado, sino también requerido. Leí el mensaje y dije que sí inmediatamente. Yo entendí el grado de manipulación que había utilizado, pero no pude evitarlo.

Acertar al decir "gracias" es igual de fácil, pero también es igual de infrecuente. Consideremos el siguiente fracasado intento que cayó en mi buzón de entrada recientemente: “Gracias por hablar en nuestra función la semana pasada y donarnos su tiempo. La reacción fue excelente y esperamos que lo haya disfrutado”.

Este mensaje era cortés y profesional. No obstante, no logró su objetivo en lo más mínimo. Para empezar, se tardaron demasiado tiempo en enviarlo; un correo electrónico de agradecimiento debe ser enviado en cuestión de horas, no semanas.

De la misma manera, agradecer a alguien por su tiempo es singularmente desagradecido. Donar tiempo no requiere ninguna habilidad. Decir que la reacción fue excelente era demasiado ambiguo para ser convincente. Y en vez de preguntar si yo lo había disfrutado, habría sido mejor atestiguar lo mucho que ellos disfrutaron de mi presencia.

Al rechazar este mensaje, sentí el espíritu de mi madre. Ella era un verdadero demonio de las cartas de agradecimiento.

Cada año, el 27 de diciembre nos obligaba a sentáramos a escribir cartas a todos los que nos habían hecho un regalo de Navidad. Teníamos que especificar cuál era el regalo, proclamar cuánto nos había gustado, y (esto era lo más difícil) teníamos que decir por qué.

Cuando habíamos terminado de expresar nuestro agradecimiento, teníamos que seguir escribiendo hasta la mitad de la segunda página antes de despedirnos con la firma. Tres de los cuatro principios de mi madre se aplican a un correo electrónico de agradecimiento. Debes dar las gracias por algo específico. Decir por qué te gustó y expresar tu agradecimiento con prontitud. Lo único que ha cambiado desde entonces es que ya no tengo que seguir parloteando por página y media. De hecho, mientras más corto sea el mensaje, mejor.

Y eso fue exactamente lo que hizo mi persuasiva amiga. “Extraoooordinario”, decía la línea de asunto del correo electrónico de agradecimiento que me aguardaba en el buzón de entrada cuando me desperté al día siguiente. “Gracias por dar vida a la tarde y por tu ardiente ingenio y sentido común. Eres nuestra propia Tina Fey”.

En realidad, yo había actuado sin distinción. Yo lo sabia y ella también. Ambas entendíamos su juego, pero no importa. La próxima vez que ella me pida hacer algo, diré que sí.

martes, 14 de febrero de 2017

Planta cara a la inseguridad: no la temas



Paula Martín de Bustamante es licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid; Máster General Sanitario por la Universidad Pontificia de Comillas y experta en Neuropsicología por la UNED.

En el libro de Marta Robles, donde la autora expone una reflexión en primera persona sobre su inseguridad, Paula completó cada uno de los capítulos con la visión especializada del tema tratado.



EL IMPACTO DE LA INSEGURIDAD

Estas son las primeras palabras de Paula en el libro: “La inseguridad es una de las emociones más fuertes, más penetrantes y más invalidantes que existen. Está con nosotros desde el momento que nacemos, es una de las primeras en aparecer y nos acompaña hasta el final de la vida. La inseguridad es miedo. Miedo a que nos digan que no, a que nos digan que sí, a hacerlo mal, a quedar en ridículo, a no ser suficientemente buenos, a no ser merecedores de cariño, a no valer la pena como personas, a no ser dignos de amor y a un sinfín de circunstancias que abarcan todas las esferas de la vida personal, social y laboral”.

Y en la entrevista con EFEsalud, la psicóloga amplía un poco más este concepto: “Todas las personas presentan momentos de inseguridad en situaciones de su vida, el problema surge cuando la inseguridad se apodera del día a día”.

Paula, ¿cuáles son las causas de la inseguridad y qué consecuencias tiene?

Son múltiples, y pueden ir desde patrones de crianza, al temperamento de la persona o el fruto de experiencias personales. Se debe hablar de multicausalidad.

La inseguridad no tiene por qué ser siempre un obstáculo, puede hacernos más perfeccionistas en nuestra profesión o proporcionarnos relaciones muy consolidadas al haber sido cautos en ellas. Sin embargo, la otra cara de la inseguridad puede generar parálisis a la hora de actuar. Y generar también complicaciones a nivel relacional, ya que tiene un componente referencial (hacia uno mismo) que puede hacer que nos tomemos las cosas de manera muy personal.

¿Se cura la inseguridad?

La inseguridad no es una patología, no cumple los criterios de los manuales diagnósticos para ser una patología. Tampoco supone un trastorno, por tanto, hablar en términos de cura no tiene sentido. La inseguridad puede estar relacionada con algunos trastornos de la personalidad, como los dependientes, narcisistas… pero no está caracterizada como un síntoma de estos cuadros. No debemos caer en el error de patologizar lo normal en términos de salud. No todo es un trastorno y, por tanto, no todo “se cura”.

La inseguridad tampoco es una actitud, ya que sobre éstas tenemos un mayor control y dependen de nosotros; constituye un rasgo de personalidad, y fruto de ese rasgo, y en función de una situación concreta, se manifiesta una conducta.

¿Se puede aprender a gestionar, dominar y controlar la inseguridad?

Sí, sin duda, si no fuera así sería tremendamente incapacitante y limitaría el desarrollo personal y profesional.

¿Cómo se logra? ¿Hay técnicas?

Hay técnicas para reducir el estrés y la ansiedad en momentos determinados. La ansiedad no es un trastorno en sí, sino un conjunto de síntomas, como hiperventilación, temblores, sudoraciones o pensamientos negativos, que se pueden combatir con sistemas de respiración adecuados y pensamientos en sentido positivo.

¿Se puede aprovechar la inseguridad como motor de fortaleza?

Sí, siempre que esa inseguridad sea de algo concreto y no domine toda la esfera de la vida. Puede funcionar como un reto de superación y entonces sirve de aliciente.

¿Qué tipos de inseguridades hay?

Hay tantos tipos de inseguridades como personas, o casi. Aunque existen algunas más presentes que otras, como las inseguridades físicas. Son sin duda las más comunes y de las más discapacitantes. La presión por presentar una imagen perfecta somete a las personas, en especial a las mujeres, a niveles de ansiedad en ocasiones muy elevados.

Las inseguridades socioeconómicas provocan un gran malestar en las personas, ya que sienten rechazo de sus orígenes, los consideran ‘poco dignos’ e intentan aparentar pertenecer a una clase social más alta. El estatus social al que se pertenece es fruto de factores ajenos a uno mismo. Es algo que ha venido dado por sí solo, sin que podamos ejercer ningún control sobre ello y que tenemos que aceptar.

Existen también personas que creen poseer una inteligencia mediocre, poca capacidad de razonamiento o una cultura pobre. Encontramos que la inseguridad intelectual está estrechamente ligada a la inseguridad socioeconómica, y que aquellas personas de origen humilde suelen sentirse menos inteligentes que otras de origen acomodado.

Triple sistema de respuesta a la ansiedad

En el libro, Paula recoge el triple sistema de respuesta que Peter Lang estableció en 1968 para explicar cómo se manifiesta la ansiedad en las personas.

Nivel cognitivo: ideas y pensamientos que surgen en momentos de estrés; sentimientos de miedo, preocupación o amenaza. Si la ansiedad se convierte en patológica, aparecen pensamientos o imágenes muy concretas que se viven como anticipaciones catastróficas.

Nivel fisiológico: reacciones corporales asociadas a un incremento de la actividad del sistema nervioso autónomo y del sistema nervioso somático, así como de la actividad neuroendocrina del sistema nervioso central; aumenta la tasa cardíaca, la actividad electrodérmica, la frecuencia respiratoria y el tono muscular.

Nivel de la conducta, nivel motor: debido a los aumentos en las respuestas fisiológicas y como resultado de las ideas catastróficas que aparecen a nivel cognitivo, se producen cambios con la presencia de tics, temblores, tartamudeo o gesticulaciones exageradas.



REFORZAR LA CONFIANZA

Para reforzar la confianza, la psicóloga presenta en el libro cuatro actuaciones:

• Indagar sobre los verdaderos motivos de nuestra inseguridad.

• Identificar las circunstancias generadoras de miedo.

• Pensar en positivo.

• Mantener expectativas realistas.

“Hay que salirse de la dicotomía éxito/aprobación y fracaso/rechazo, y valorar el hecho de que el éxito no nos garantiza la aprobación social ni el fracaso nos condena al olvido. Entre el éxito y el fracaso existen una infinidad de puntos intermedios de los cuales se puede aprender mucho y que pueden resultar muy gratificantes y enriquecedores”, señala Paula en el libro.

Para animar a quienes sienten ansiedad, conviene conocer los aspectos positivos que la experta enumera apoyándose en estudios científicos: más inteligencia no verbal, más empatía y mejora de la oratoria, al tiempo que valora como función adaptativa cierta dosis de ansiedad, que no debe preocuparnos, y que además desempeña el papel de anticipador de un posible daño futuro, a modo de alarma interna.



CINCO FRASES SOBRE LA INSEGURIDAD

El libro de Marta Robles “Haz lo que temas” recoge frases de escritores, actores, economistas o profesionales de la salud sobre la inseguridad. Aquí reproducimos cinco.

Fernando Marías (escritor): “La inseguridad no existe. Es un espejismo. Solo existe miedo a la inseguridad”.

Antonio Soler (escritor): “Yo diría que más que la prudencia lo que me acompañaba era la inseguridad. Y no piensen que lo digo como una flaqueza. La inseguridad fue y sigue siendo mi mejor aliada. La inseguridad es una garantía. Una forma de estar alerta…”.

Mabel Lozano (directora de documentales): “De la convivencia con mis inseguridades han crecido mis fortalezas”.

Geraldine Filippi (directora de Business France): “Es mejor arrepentirse de haber hecho algo que no haberlo intentado”.

Sofía Ruiz del Cueto (médica estética): “Lo mejor de todo es que somos dueños de nuestras inseguridades y podemos disiparlas. Eso no es lo difícil. Lo complicado es saber diferenciar la inseguridad de lo que realmente es imposible”.

lunes, 13 de febrero de 2017

5 minutos para ganar energía



¿Terminas agotada y lo primero que haces al llegar a casa es mirar tu móvil y ver qué está sucediendo en tus redes sociales? Esto no trae ni un tipo de beneficio, ni a tu salud física ni mental ni emocional. Lo mejor que puedes hacer es éste ejercicio, que te puede reportar unos cuantos beneficios, tanto en el plano físico como emocional. Se trata de dedicar 5 minutos a hacer un ejercicio de agradecimiento para valorar todo lo bueno que te ha ocurrido en el día. Sí, hacer esto te puede ayudar a mejorar tu tolerancia al estrés y tu capacidad de hacer frente a situaciones adversas. Y lo que es mejor, te ayudará a tener más energía durante el día y a dormir mejor. Así lo explica Roser de Tienda, quiropráctica, escritora y coach, que hace referencia a las conclusiones de un estudio llevado a cabo por la Universidad de California y Miami por dos psicólogos, Emmons y McCollough, que analizaron las consecuencias que tiene la gratitud en nuestro bienestar físico y emocional. La gratitud incluso tiene su propio día mundial, el de ‘dar las gracias’, que se celebró la semana pasada (el 4 de febrero). “Nuestra mente lo controla todo. Cuando estamos en un estado de agradecimiento y felicidad nuestro cuerpo se vuelve más resistente a la enfermedad”, cuenta Roser. Y añade: “Nuestras células se mueven al ritmo de nuestros pensamientos internos”.

Haz una lista de agradecimiento

La experta propone hacer un sencillo ejercicio al final del día: escribir en un papel una cosa o varias que hayas hecho bien o por las que estás agradecida y meter ese papel en un jarrón. Otra opción es, escribir una pequeña lista en un cuaderno o papel que puedas tener siempre a mano. “En los días en los que estás de bajón emocional puedes volver a leer estos papeles y recordar algo que a veces nos cuesta mucho: que somos buenas personas haciendo cosas buenas por los demás o por nosotros mismos”, explica Roser de Tienda.

Las cosas pequeñas son las que cuentan

Pero para hacer este ejercicio es necesario ser muy concretas. Es decir, no hay que divagar en cosas generales ni en el pasado. Hay que centrarse en el presente y tener en cuenta las cosas más pequeñas que te han ocurrido durante el día. “Cuanto más concretos seamos, mejor. Las generalidades son algo vago y menos tangible. No calan con la misma profundidad en nuestro organismo ni tienen el mismo efecto de bienestar que cuando pensamos en un hecho concreto por el que dar las gracias y que, probablemente, nos saque una sonrisa”, explica Roser, que hace referencia a esas cosas tan pequeñas pero que nos llenan el alma. Un ejemplo es ese chiste que le contaste a alguien que pasaba un mal momento y que le hizo sonreír.

En los días malos...

Todas tenemos días malos en los que no somos capaces de encontrar algo positivo por lo que ser agradecida. En estos casos la experta recomienda algo un poco radical, pero sin duda efectivo. Pregúntate: “Si hoy fuese el último día de tu vida, ¿lo vivirías así de negativo? ¿Qué harías o qué no harías hoy? Los problemas se relativizan si los sitúas al lado de algo más grave”, asegura Roser de Tienda, que asegura que con la práctica constante de este ejercicio consigues alcanzar un estado de ánimo positivo que te permitirá identificar los mejores instantes de tu vida incluso en un día gris. Eso a largo plazo, porque los beneficios inmediatos son una mayor conexión con los demás, una valoración optimista de uno mismo y una gran ayuda para focalizar nuestros objetivos personales y laborales.

Por la mañana

Aunque el mejor momento para practicar este ejercicio de agradecimiento es por la noche, los expertos también recomiendan hacer una versión más corta del mismo al levantarnos por la mañana. Basta con dedicarle tan solo 1 o 2 minutos, antes de levantarte de la cama. “Se trata de despertarnos conscientemente, sentir nuestro cuerpo y mentalmente agradecer que tenemos otro día para vivir y para cumplir nuestros sueños, dar las gracias por el confort de las pequeñas cosas, por nuestro trabajo, por nuestras familias… ¡hasta por nuestra cafetera!”, dice la experta. /



8 COSAS QUE TE DAN MÁS ENERGÍA EN LA MAÑANA

Los amantes del café no concebimos esos primeros momentos del día sin una taza. Es más, puede que tomarlo sea uno de los momentos del día más placenteros. Eso es así. Y aunque no queremos restar méritos a las bondades del café, hay otras muchas cosas que puedes hacer para tener más energía gracias a las conclusiones obtenidas en diversos estudios realizados al respecto.

3 Respiraciones al levantarte. Tres respiraciones lentas y profundas por la nariz antes de levantarnos para así enviar oxígeno al cerebro y al cuerpo para que se vaya activando, es esencial para comenzar el día recargada. Y es que cuando dormimos nuestra respiración es involuntaria, la controla el cerebro, y se mantiene funcionando durante toda la noche sin problema con una intensidad menor a la normal. Asimismo, se oxigenan las células, órganos y sangre y se permite que el sistema nervioso funcione mejor. Para hacerlo toma tres respiraciones lentas y profundas en cinco tiempos cada una. Mantén después ese aire en otros cinco tiempos para darle tiempo al oxígeno a que se reparta por todo el cuerpo. Termina exhalando en un tiempo.

Así activarás poco a poco tu organismo y aumentarás tu energía para entrar en movimiento.

Adiós “snooze”. Lo de “cinco minutitos más” y apagar el despertador para que luego vuelva a sonar cinco minutos después, no es buena idea. Y puede afectar de manera directa a tu estado de ánimo y a tu energía. Y es que si haces eso, confundes a tu cerebro.

Que entre luz natural. Según han probado diversos estudios la luz natural es capaz de estimular poco a poco la secreción de cortisol, la hormona responsable de nuestro despertar. Y eso se traduce en un despertar espontáneo y gradual. En cambio, cuando el despertar es brusco, el cortisol sigue estando bajo y esto puede acarrear estrés y ansiedad.

Bebe agua. La deshidratación puede dificultar la puesta en marcha de nuestro organismo por las mañanas, sobre todo teniendo en cuenta que durante la noche nuestro cuerpo lleva unas cuantas horas ayunando y sin agua. Por eso expertos recomiendan beber un vaso de agua con limón apenas nos levantamos.

Desayuna bien. Aunque el desayuno perfecto va a depender del día que vayas a tener por delante, es importante hacer un desayuno energético a partir de un zumo verde que contenga espinaca, lechuga romana, manzana o pera, apio, limón y medio plátano (opcional), y acompáñalo con avena, con semillas de chía, acai y pasas, o una tostada acompañada de aceite de coco, tomate y aguacate.

No mires el móvil. Si eres de las que lo primero que hace es chequear el correo electrónico, conectarte a Facebook o mirar Instagram, lo haces mal. Cámbialo por poner música o leer una frase motivadora. Como evitar la tentación no es fácil –si tienes el móvil a mano lo vas a mirar–es mejor dejar el teléfono fuera de la habitación por la noche. Así no será lo primero que mires nada más levantarte y conseguirás que las ondas electromagnéticas que transmite cualquier aparato electrónico no afecten a tu campo magnético y, por tanto, no afecten a tu descanso ni te reste energía.

Abraza, abraza y abraza. A tu pareja, a tus hijos, a tus compañeros de piso... Y es comenzar el día con alegría y conexión puede resultar más gratificante de lo que crees. De hecho, son varios los expertos que confirman los beneficios de poner en práctica la terapia de abrazar árboles: Cuanto más grande sea el árbol, mejor. Abraza un árbol unos minutos. Eso te llenará de energía vibrante de la naturaleza.

¡Muévete! Ya sea con un paseo, con música y baile, unos ejercicios de estiramiento…. El punto es que la energía fluya. Además, al poner en movimiento nuestro cuerpo aumenta el nivel de oxigenación en la sangre y se reducen los niveles de estrés.


domingo, 12 de febrero de 2017

Intencionalidad predomina en conductas violentas

Hablar de conductas violentas en la actualidad es un tema sumamente llamativo, sin embargo, resulta incómodo tocar este asunto porque tiene implicancia en cuanto a la imagen social se refiere.

Pero toca abordar el tema, debido a situaciones complicadas que presenta la sociedad, como asesinos de hijos, de madres que son víctimas de sus parejas, abandonos y personas que presentan conductas inadecuadas.

Para el psicólogo Carlos Velásquez Olguín una conducta violenta es una acción que ejecuta alguien en contra de algo o alguien y que pretende generar un daño en el otro; este puede darse en diferentes niveles. “Podemos hablar de un daño físico, un daño emocional o un daño psíquico”, agregó.

DIRECCIONALIDAD Y CARACTERÍSTICAS

La conducta violenta siempre tiene una direccionalidad, es decir va del agresor a la víctima y, por otra parte, este tendría la intención de dañar de manera física o psicológica a la persona.

Pero la identificación desde el exterior, es decir de la persona con conducta irregular, suele ser fácil, porque se puede observar a través de las actitudes que la persona demuestra, por ejemplo, golpea objetos o a personas o dice cosas que van a dañar la estructura psíquica de la víctima.

En cambio, cuando la persona de conducta violenta intenta evaluar sus conductas no suele ser tan claro, muchas veces no entiende que es responsable de esas acciones negativas, por lo tanto le es imposible visualizarla; en otros casos, entienden como una expresión de afecto.

Desde el punto de vista genérico, en el marco de la interacción social, se habla del “poder” para hablar de violencia o agresión; tiene que haber poder en alguna de las partes, que le permite el ejercicio de ciertas conductas para modificar al otro a favor del que presenta conductas violentas.

NORMAS

Velásquez informó de la inexistencia de normas que sancionan ciertos tipos de conductas, diferencia los tipos de violencia, como la violencia en los niños que presenta diferentes características que la de pareja.

Por otra parte, la presidenta de la Sociedad de Psiquiatría, doctora Rosario Martínez Sarabia, dijo que las conductas violentas son parte de una enfermedad mental, que tendría como referencia una base psicológica, social, biológica e incluso una combinación de estas tres causas.

Esas conductas se deberían a un problema de lesión o complicación del cerebro, pero también estarían involucrados diferentes factores, como el consumo de bebidas alcohólicas, drogas, dejar de ingerir medicaciones, entre otros.

Según la psiquiatra, es totalmente tratable y curable, en caso de que exista una lesión en el cerebro.

TRATAMIENTO

Por otro lado, Velásquez señala que los tratamientos podrían darse de tipo psíquico y terapéutico, en la que se trabajaría la autoregulación emocional.

Velásquez sostiene que la autorregulación emocional es aprender a controlar el hecho, una emoción destructiva. Por ejemplo, la ira puede ser regulada a partir de la racionalidad, es decir que alguien aprenda a auto regularse, y cuando se enoje pueda controlar estas conductas que emite.

Muchas veces resulta complicado cambiar pensamientos, ya que han sido arraigados en su historia, y se tendría una manera diferente el entendimiento de las cosas, puesto que en algunos casos la conducta viene a concebirla como normal.

CONTROL

Por otro lado, la doctora Martínez indicó que ese tipo de conductas pueden ser controlados y que se requiere de una medicación adecuada, dependiendo de las características que presente el paciente; el tratamiento podría tener un tiempo considerable hasta que se revierta la situación.

Precisó que es muy importante el círculo de personas que rodean al paciente, puesto que pueden influir de gran manera en su recuperación. Recomendó que el apoyo de la familia, amigos o personas cercanas, pudieran ser un factor determinante en la mejora de la evolución de la persona.

Según el testimonio de un paciente, que presentó una crisis violenta, su problema se pudo controlar a tiempo; según le explicaron los especialistas que trataron su caso podría haberse agravado su situación si no recurría a la ayuda pertinente.

Ambos especialistas coincidieron en que la violencia o los casos de agresión, en los últimos tiempos no han aumentado, sino que recién se está generando un mayor interés, dijeron que la violencia siempre ha existido sólo que era menos reflejada por los medios de comunicación y menos percibida por la sociedad.

Para finalizar, los especialistas señalaron que cuidar la salud mental es tan importante como cuidar la salud física, debido a que ambas tendrían un grado de relación.

martes, 7 de febrero de 2017

Salud mental

A manera de introducción, para hablar sobre la salud mental, explicaré por qué es un tema que nos interesa desarrollar y abordar, de manera que podamos construir un sistema de soporte y apoyo para todas las personas que están pasando por situaciones conflictivas o difíciles en su vida, para ello queremos recordarles a todos que el cuidado de la salud mental está estrechamente vinculado con el respeto y cuidado que cada uno tiene consigo mismo, esta relación que cada uno tiene con su interior es muy importante para lograr un estado de salud plena y una vida equilibrada.

Este equilibrio se genera viviendo una vida consciente y plena, haciendo un análisis se ha visto que ahora más que nunca nos cuesta mucho mantener un estado de plenitud y equilibrio en la vida que llevamos, el deterioro de la salud mental está relacionado con nuestro modo de vida actual, ya que se ha dado mayor prioridad a las actividades que están enfocadas en generar ingresos y ganar dinero, para poder subsistir en este sistema que poco a poco nos va asfixiando ya que cada vez se ha ido deshumanizando y se han ido multiplicando las necesidades creadas; aquello genera que las personas se estresen y ocupen su tiempo dando mayor prioridad a las cosas materiales y tangibles, desconectándose de otras áreas que también son realmente vitales para el cuidado de la salud, a nivel físico, emocional y espiritual.

La salud mental comienza a deteriorarse cuando el equilibrio de nuestros centros que regulan las funciones del organismo se ve alterado por alguna actividad exagerada o alguna experiencia que no sabemos manejar o solucionar, esta alteración puede ser producida por alguna experiencia difícil o dolorosa, desde la pérdida de un ser querido, el desempleo, la ruptura de una relación, una crisis existencial o algo tan simple como el estrés, en la medida en la que una persona puede manejar bien este tipo de situaciones, depende su grado de conciencia sobre lo que está sintiendo internamente.

Al enfocarnos demasiado en la vida externa o material, vamos perdiendo cierto contacto con nuestra vida interna, emocional y espiritual, el camino de regreso para hallar nuevamente el equilibrio es un camino interior y muy personal.

Muchas de las enfermedades mentales se deben a esta desconexión entre el subconsciente y lo que uno experimenta en la vida cotidiana o material, llamamos desconexión cuando la persona deja de sentirse ella misma, ha perdido la alegría o chispa que la caracteriza y se encuentra atrapada en estados emocionales que no la dejan ver más allá de su esquema mental. A este tipo de reacciones se las puede catalogar como estados alterados de conciencia; un buen ejemplo es la depresión, en un estado depresivo la persona se encuentra como sumergida en su subconsciente, podríamos decir que esta desenfocada, su percepción de la realidad se encuentra alterada y muy pocas personas pueden notar lo que en realidad la persona está viviendo interiormente, dolor, desesperación, frustración, ira, culpa, pena, insatisfacción, furia, etc.

Aquellas percepciones alteradas las podemos entender como emociones negativas que se van multiplicando a medida que las vamos alimentando, las podemos comparar con el cáncer que se va alimentando de células sanas y multiplicando, hasta deteriorar el organismo.

La prevención en salud mental está dirigida a desarrollar un sistema de apoyo y una autorregulación interna que ayude al individuo a identificar aquello que le roba su paz interior y lo desconecta de su estado de plenitud, bienestar y alegría; intenta rescatar un enfoque hacia lo que es verdadero para que la persona deje de alimentar inconscientemente esos estados que no lo llevan a experimentar nada objetivo, productivo ni útil en su vida.

Así como la depresión podemos encontrar muchos estados emocionales que alteran la percepción de la realidad y que requieren de una toma de conciencia personal para poder cambiarlos y dirigir la atención hacia estados emocionales más productivos, positivos y útiles para nuestras vidas.

El abordaje Sistémico Comunitario es una estrategia que proporciona el soporte y el espacio para generar ese entendimiento o análisis de una situación, para que esa parte consciente de cada uno logre ordenar aquellas ideas que en esos estados alterados de percepción se formaron en la mente, la conciencia permite que los vayamos clasificando y salgamos de esos estados inconscientes, ordenando las emociones, los pensamientos y la manera en la que enfocamos la vida.

El Movimiento de Salud Mental Comunitaria está cobrando fuerza en Bolivia y pronto contaremos con el espacio para poder aplicar las estrategias en prevención de salud mental, y llegar a las personas de la ciudad de Oruro, se realizarán muy pronto actividades con la finalidad de poder dar este tipo de soporte a nuestra población e invitaremos a las personas interesadas a participar de nuestros encuentros y talleres, esta estrategia permite tratar temáticas cotidianas de la vida rutinaria y todas las personas pueden participar.