domingo, 9 de octubre de 2016

El secreto del éxito está en las mañanas

En el mundo hay dos tipos de personas: las que aprietan el ‘snooze’ retrasando la hora de la alarma del despertador y las que se levantan a la primera. Entre estos dos grupos, estudios demostraron que los estudiantes que madrugan sacan notas significativamente más altas que los compañeros que no. Y es que es en las horas más tempranas cuando somos más productivos.

Además de los estudios, CEO’s y personas exitosas como Ana Wintour asegura que se despierta a las 5 a.m. También seguían esta pauta el gurú Steve Jobs y la sigue su predecesor, Tim Cook; Michelle Obama y la presidenta de Starbucks, son otras CEO que comienzan el día antes de las 6 am. Porque recuerda: Al que madruga las musas le sonríen.



Beneficios de despertarse temprano

Menos distracciones

El silencio es una de las mayores armas de la concentración, así que arrancar tu jornada cuando la mayoría aun duerme te hará más productiva y eficiente. Está demostrado que nuestra fuerza de voluntad es mayor durante las primeras horas del día; algo de lo que habla la experta en gestión del tiempo Laura Vanderkam en su libro “What The Most Successful People Do Before Breakfast” (Lo que la gente exitosa hace antes del desayuno). “La fuerza de voluntad es como un músculo que se fatiga con el exceso de uso”, dice esta autora. Siguiendo esta lógica, redactar un informe a primera hora será más fructífero que hacerlo a las 5 de la tarde, después de una mañana de atascos, largas reuniones y cientos de emails que van y vienen.



Alimenta tu positivismo

Madrugar pone de mal humor sólo cuando no se ha dormido lo suficiente. Sin embargo, si te levantas con tiempo, podrás tomar la comida más importante del día con calma, podrás salir a correr o hacer estiramiento, elegir tu look sin dramas y, en general, evitarás esos contratiempos que te dejan de mal humor.



El pico de la creatividad

La ciencia y la experiencia empírica acaban de probar que madrugar es la mejor arma para favorecer la productividad. Y no sólo eso: tus primeras horas del día no solo pueden ser las más efectivas, pero también las más creativas. Así lo ha desvelado un ensayo publicado en la revista Science en el que un profesor de universidad comprobó que cambiando su rutina matinal conseguía terminar todos estos artículos que se le resistían.

Pero para que la mañana sea ese momento de creatividad, hay que dedicar tiempo en la semana a pensar y reflexionar. Si tu trabajo requiere horas de reflexión, hazlo en las primeras horas del día, antes de que nada o nadie te moleste, antes de que los emails y notificaciones se acumulen.

Por otro lado, evita la planificación habitual de tareas que sólo invita a la frustración. Si no tachas tareas y se te van acumulando, el estrés se apodera de tu semana. Prioriza. Prioriza tareas y dedícate a hacer las más importantes en las primeras horas del día.

Según los científicos que estudian el comportamiento humano, en concreto las dos primeras horas del día desde el momento en que estamos completamente despiertos son las más productivas y eficientes y, sin embargo, las malgastamos en apagar y retrasar la alarma; en desayunos eternos o en perder el tiempo por la casa, leyendo Twitter, Facebook...

Al igual que hacer ejercicio físico por la mañana es el mejor secreto para activarse, ejercitar la mente desde primera hora es la mejor arma para acabar mejor el día.



Un gesto poderoso

¿Qué es lo primero que haces tras despertarte? Quiza alargar la mano y tomar tu Smartphone. Una actitud errónea, y es que la psicóloga social de Harvard Amy Cuddy afirma que lo primero que debemos hacer al despertar es… estirar.

La teoría se ha bautizado como Power Posing. Según Cuddy, el poder de este gesto pasa por enviarle la señal de grandeza a tu cerebro; una acción auto empoderadora que se traduce como una carga de confianza en uno mismo. Es algo parecido a lo que ocurre cuando sonreímos y nuestro cerebro libera endorfinas que nos generan felicidad.

“Cuando simulas ser poderoso, te sientes más poderoso”, explica la profesora de Harvard. Estar recostada con desgana o con los brazos cruzados en una entrevista puede costarte el puesto de trabajo y, del mismo modo que tu lenguaje no verbal dice mucho de ti en la primera impresión, tu cerebro también interpreta y actúa en base a tus posturas.

“¿Cuáles son las expresiones de poder y dominio? En el reino animal, se trata de expansión. Te haces grande, te abres”, explica Amy Cuddy en su charla. Y es cierto: solo hay que pensar en especies como el pez globo o el pavo real. “En el caso de los humanos ocurre exactamente igual”, continúa. “Se trata de expresiones universales de poder”.

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