jueves, 14 de abril de 2016

Cómo tratas a tus invitados

Se sabe que los anfitriones son aquellas personas que organizan un evento. Este puede ser de carácter oficial o privado para lo cual invitan a determinadas personas pudiendo ser familiares, amigos, colegas, autoridades o distintas personalidades, para lo cual cursan de manera anticipada invitaciones esperando su participación en de dicho evento.

El anfitrión tiene el deber fundamental de organizar el evento con esmero y dedicación, con el fin de que en todo momento, sus invitados se sientan bien y disfruten hasta el más mínimo detalle.

DEBERES DE LOS ANFITRIONES

Los anfitriones deben esperar a sus invitados, recibirlos y darles una cálida bienvenida.

El tiempo que los anfitriones deben esperar a los invitados es de 20 minutos como máximo, pasado este tiempo, deberán pasar al salón donde se encuentran los invitados que llegaron dentro del tiempo previsto de acuerdo con la hora de la invitación.

Si se trata de un almuerzo o cena, el tiempo que deberán esperar a los invitados es de 30 minutos, transcurrido este tiempo, pueden invitar a los ya presentes a pasar a la mesa y empezar a servir, mostrando en todo momento el agrado que sienten de atender a sus invitados.

Los anfitriones deben cuidar que la comida esté en su punto, la bebida dispuesta a la temperatura adecuada y que la música esté de acuerdo con el tipo de evento cuidando que el volumen del sonido sea apropiado para la ocasión.

Los anfitriones no deben mostrar contrariedad en ningún momento ya sea por el retraso de algún invitado o bien a causa del personal de servicio.

Si un invitado llega cuando todos están en la mesa, la actitud más conveniente de los anfitriones así como del invitado, es pasar por desapercibido el percance, sin dar demasiadas explicaciones o excusas, mismas que sin lugar a duda las dará en un momento más apropiado.

Cuando uno de los invitados se retira, la anfitriona debe acompañarlo hasta la puerta de la sala, puesto que debe seguir atendiendo a los demás invitados, de lo contrario podría notarse como un desaire. Solo si la persona que se retira es la única invitada, la anfitriona lo acompañara hasta la puerta de salida de la casa. Puede darse también el caso de que el invitado que se retira sea alguna autoridad, en ese caso la anfitriona deberá excusarse con los demás invitados para acompañarlo hasta la salida de la casa.

DEBERES DE LOS INVITADOS

Siempre debe primar la puntualidad, los invitados deben llegar a la hora indicada en la invitación.

Antes de ingresar en el salón las señoras y los caballeros deben dejar los abrigos, sombreros y paraguas en el lugar dispuesto por los anfitriones.

Cuando ingresa una dama, los caballeros que se encuentran en la sala deberán ponerse de pie, aunque no conozcan a la recién llegada, debe haber un trato cortés y caballeroso.

Cuando ingresa un caballero, las señoras permanecerán sentadas y harán un saludo con un suave movimiento de la cabeza si lo conocieren, de lo contrario deberán esperar ser presentadas.

Los invitados no deben abreviar demasiado su permanencia, pero tampoco prolongarla más de lo conveniente, todo extremo siempre es malo.

Para despedirse, los invitados no deben interrumpir a la anfitriona si está en una conversación, deberá ser paciente y esperar el momento oportuno para hacerlo.

Siempre es bueno despedirse con una frase amable, agradeciendo la invitación y las atenciones recibidas, esto permitirá al invitado dejar una buena impresión.

VISITAS IMPREVISTAS O INESPERADAS

Puede darse el caso en el que sorpresivamente llegue una visita que no se esperaba, en este caso, por cortesía y educación, la anfitriona debe mostrar agrado y ser amable aunque en el fondo, la visita inesperada pueda causar cierta incomodidad ya que evidentemente no estaba previsto y/o interrumpe alguna actividad o bien porque simplemente estaba a punto de salir.

Nunca utilice frases como, “precisamente iba a salir en este momento”. La misma idea puede expresarse con sutileza y amabilidad, “¡Qué suerte!, cinco minutos más y no me encontrabas, hubiera sentido mucho no haber estado en casa”.

En estos casos, la persona que llegó de manera inesperada deberá ser muy breve en su visita, para no perjudicar a la anfitriona. Es bueno considerar que jamás debemos realizar una visita sin invitación, en todo caso debemos anunciar con antelación nuestra visita con el objeto de no sorprender o ser sorprendido.

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