domingo, 17 de abril de 2016

Adicciones: camino a la autodestrucción

EL MAL ENTRA EN HOGARES DE RICOS Y POBRES, NO DISTINGUE SEXO, RELIGIÓN, NI EDAD | ¿QUÉ HACER? LA RESPUESTA NO ES NADA SENCILLA, PERO DE ALGUNA MANERA LA ECUACIÓN, FAMILIA, EDUCACIÓN, AMOR Y EJEMPLO SON EL MEJOR CAPITAL.

Según la OMS, una adicción es una enfermedad física y psicoemocional. Se trata de una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación causada por la satisfacción que esta causa a la persona. Lamentablemente es una enfermedad muy presente en la sociedad actual y contra la cual se debe luchar a toda costa.

Expertos en el tema de adicciones coinciden en que si una persona siente una tendencia o fuerza interior que la conduce a consumir alguna sustancia tóxica, a vivir una situación enfermiza o a actuar de una forma destructiva, y no puede controlarse, se trata de una conducta adictiva y/o compulsiva. Dichas conductas generan en la persona una dependencia que, por lo general, no puede ser detenida de forma voluntaria y que terminan por dominar a la persona.

“Entre las adicciones más conocidas y estudiadas están las llamadas adicciones a sustancias como el alcohol, drogas legales o ilegales, comida, etc. Pero también existe una adicción o tendencia a procesos, como el de gastar desmedidamente dinero en compras de objetos, apostar plata, realizar ejercicios, junto con todos los sentimientos que conllevan entre ellos la rabia, culpa, celos, envidia u odio. También están las adicciones a pensamientos (restrictivos, fantasiosos, perfeccionistas) que dentro de la psicología clínica se conocen con el nombre de obsesiones; así como las adicciones de relacionamiento con otras personas bajo la traza de amor, sexo, poder y violencia”, dice la M.sc. Rocío Lorena Cox Mayorga, Máster en Psicología Forense-Medicina Legal y Ciencias Policiales.

Actualmente, los dispositivos móviles, tabletas, ordenadores se han convertido en objetos más que indispensables en la vida diaria para las personas, incluidos los niños, por lo que en el último tiempo ha surgido la duda, si existen riesgos de que tanto el internet, las redes sociales y los dispositivos crean una dependencia y por lo tanto hay un peligro de caer en una adicción. Pero muchos apuntan a que no se debe demonizar la tecnología, y más bien educar a los menores para que las utilicen de manera correcta y hacer un seguimiento adecuado a los hijos sobre su uso.

“Cuando EckhartTolle hizo referencia a la causa y proceso intrínseco de las adicciones; la dependencia al internet, apego a la reafirmación que se obtiene en las redes sociales y el uso indiscriminado de las aplicaciones del celular, aún no se encontraban contempladas dentro de éstas y qué hacen actualmente a procesos dependencia extrema”, dice Cox Mayorga.



¿POR QUÉ LA TENDENCIA?

Cabe mencionar que la adicción, además de las razones ya mencionadas, logra ser incorporada también por la influencia de factores genéticos (como factor predisponente); sociales o ambientales (como factor condicionante) y de nueva cuenta en los psicológicos (como determinantes), puesto que generan estados mentales, alteraciones o patologías y de cuyas emociones como ansiedad, depresión, frustración, la persona intenta escapar.

“Se entiende entonces que las adicciones son un escape al dolor que producen esos sentimientos, originados generalmente en las experiencias vividas durante la infancia y que permanecen gravadas a lo largo de la vida como traumas. Toda adicción surge de una negativa inconsciente a enfrentar el dolor y salir de él. Toda adicción comienza con dolor y termina con dolor, no importa a qué se sea adicto”, asegura la especialista.

La dificultad en el control de los impulsos influye grandemente a una persona para que se inicie un proceso de adicción (independientemente del objeto adictivo), por lo que en ausencia de éste, la persona difícilmente puede desenvolverse en cualquier ambiente con un comportamiento e interacción social normalizados.



IDENTIFICACIÓN DE TENDENCIAS ADICTIVAS

La experta consultada por OH!, dice que dentro de las características existentes para la identificación de tendencias adictivas, que posteriormente se convierten en dependencias, se pueden mencionar las siguientes.

• La persona pasa la mayor parte del tiempo pensando en una sustancia, actividad, o persona (de la que se sabe que no está enamorado).

• Manipula sistemáticamente situaciones relacionadas con esa sustancia, actividad, persona o emoción. (Utilizando la justificación extrema y racional para su realización).

• La persona inicialmente es consciente de que esa sustancia o actividad particular, está causando problemas en las distintas esferas de relacionamiento, pero aún así se continúa buscándola.

• La dependencia extrema a esa sustancia, persona o actividad, produce que la persona sienta que sin ella se volverá “loco”, y esto, es en parte real porque la drogodependencia llega a desarrollar en algunos casos síntomas psicóticos que prevalecen en ausencia de causa adictiva.

“Por otra parte, toda adicción tiene factores comunes que las promueven. Sin embargo, sea cual sea, ésta solo surgirá en personas con tendencias adictivas”, asegura la especialista.

Desde una amplia visión social, los incentivos culturales son positivos para el desarrollo de las diferentes adicciones, estableciéndose claramente que así comienza, como un proceso, y que por tanto en cualquier etapa puede ser intervenida para dificultar la consolidación de una adicción.

“Esta intervención debe realizarse, como es esperada, desde el punto de vista profesional, brindando la contención y orientación que necesita la persona, posibilitando así la elaboración de aquellas situaciones que motivaron su inicio”, explica Cox Mayorga a tiempo de asegurar que psico-socialmente se puede hacer inferencia en el rápido crecimiento de los hogares unipersonales, la cohabitación (conyugal), como forma de entrada o permanencia en unión, el incremento de los divorcios y uniones consensuales (como origen de la inestabilidad familiar); “Unión-separación-reincidencia”, que promueven la formación de hogares monoparentales (principalmente encabezadas por la madre) “familias ensambladas” con el predominio de los hijos anteriores a la unión actual procreados por la mujer, la progresiva separación de las familias extensas, o la formación extensa en la familia de origen.



ADICCIONES MÁS COMUNES

Una de las adicciones más comunes, sobre todo en Bolivia, es al alcohol. De hecho todos comienzan a beber alcohol por curiosidad, por sentirse aceptado, y además porque es una droga socialmente aceptada. Aunque supuestamente una buena mayoría no pasa de ser bebedores sociales, se debe saber que el consumo frecuente de alcohol hace que el organismo se vuelva más tolerante al mismo y cada vez necesite mayores cantidades para poder sentir los mismos efectos.

La adicción al cigarro es otra bastante común, aunque con los años la cantidad de fumadores ha decaído enormemente dada la gran campaña que se logró hacer alrededor del mundo. La adicción en este caso es a la nicotina.

La adicción a las drogas es considerada una enfermedad del cerebro porque modifican su estructura y la forma en cómo funciona. Estos cambios pueden durar largo tiempo y llevar a comportamientos peligrosos que se ven en las personas que abusan de las drogas. Esta adicción puede ir desde drogas legales como el consumo de fármacos que se venden bajo receta o ilegalmente hasta otras sustancias ilegales como marihuana, cocaína, etc.

Expertos aseguran que una gran mayoría comienza con drogas más “suaves” como la marihuana pero con el tiempo necesitan algo más fuerte y cambian a drogas sintéticas como los ácidos.

La adicción al juego suele ser también una de las más frecuentes y ahora también a los videojuegos.

Con la llegada de la tecnología ahora está la dependencia al internet. Se trata de personas que no pueden estar desconectadas nunca o casi nunca.



RIESGOS Y CONSECUENCIAS

De manera significativamente complementaria, los riesgos que son potencialmente amenazantes para la vida de las personas irrumpen socialmente dentro las llamadas “actividades cotidianas” que consecuentemente acrecientan las circunstancias delictivas; en calidad de persona inducida o promotora, siendo estas evidenciadas en el micro tráfico y delitos cibernéticos entre otros, como ejemplo de los restantes que vulneran los derechos que asisten a las demás personas, dice la psicóloga.

Y es que, sin duda, una adicción necesita un constante financiamiento económico, por lo que cuando no existe el dinero, debe ser procurado por vías extremas, inicialmente incurriendo en el robo, que consecuentemente y dependiendo de la intensidad del estadio adictivo, producirá una escalada delictiva en cuanto a la comisión de delitos.

“El vacío de sentido, y la lógica de la dependencia adictiva, generan una distancia mayor entre lo que se tiene y lo que se cree tener. Los adolescentes y jóvenes, se encuentran más faltantes y desalentados, frente a lo cual una adicción brinda desafíos constantes”, asevera.



"La adicción surge de una negativa inconsciente a enfrentar el dolor y salir de él. Toda adicción comienza con dolor y termina con dolor, no importa a qué se sea adicto"

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