lunes, 17 de agosto de 2015

Psicoeducación para superar las adicciones

Las adicciones son deseos y actos compulsivos de consumir cualquier sustancia que modifica la conducta de quien la consume, sea alcohol, cocaína, marihuana, heroína u otras drogas; también está relacionada a actividades compulsivas, como el sexo, las compras o las mentiras.
Las adicciones producen un malestar significativo a nivel biológico, social y psicológico, porque la persona, normalmente, pierde la capacidad de controlar el impulso, poniendo en riesgo no sólo su salud física y mental, sino también la de las personas que lo rodean, especialmente de los miembros de su familia.
Es necesario tener en cuenta que las adicciones no se crean de la noche a la mañana. Necesitan periodos de evolución, que generalmente se inician desde el consumo esporádico (una vez al mes) al consumo habitual (una vez a la semana), derivando en el consumo periódico o diario. Esto se debe a que el organismo ha creado tolerancia hacia esa droga, por lo que cada vez requiere una mayor cantidad de sustancia para lograr los mismos efectos. Así, una persona que bebe cada fin de semana puede estar en riesgo potencial de convertirse en alcohólica.
Las adicciones a ciertas actividades como el sexo o las compras, podrían también estar asociadas a trastornos de personalidad, como el obsesivo compulsivo: aunque sea consciente de los daños, no es capaz de detenerse.
Hoy existen más tratamientos para combatir las adicciones y muchos de estos no necesitan medicación, pero muchos otros sí.
Para hablar de tratamientos es importante también tener en cuenta dos conceptos: la desintoxicación y la deshabituación.
La desintoxicación, que tiene por objetivo evitar o minimizar el síndrome de abstinencia, después del cese del consumo del alcohol o de la droga.
El síndrome de abstinencia se caracteriza por un conjunto de síntomas neurovegetativos: vómitos, temblores, taquicardia, acompañados muchas veces de alucinaciones o ideas falsas que se manifiestan por el hecho de dejar de consumir una sustancia a la cual el cuerpo se ha acostumbrado.
La psicoeducación ayuda a que la familia conozca las reacciones y síntomas propios de la enfermedad para poder enfrentar mejor la situación.
La deshabituación es el proceso psicológico y médico por el cual el paciente recupera su capacidad de retomar sus actividades familiares, sociales, laborales, sin el consumo del alcohol o de las drogas en su vida.
En esta fase es muy importante que la familia aplique todos los conocimientos adquiridos a través de la psicoeducación para actuar como apoyo y contención para el miembro de la familia que está en proceso de rehabilitación.
En cuanto a tratamientos psicológicos, una terapia con bastante éxito en los casos de adicciones, son las terapias centradas en soluciones, de la corriente sistémica.
Éstas refuerzan los pequeños logros del paciente y trabajan con metas más fáciles de alcanzar. En este sentido, no se buscaría alcanzar el cese absoluto (de la noche a la mañana) del consumo de alcohol por ejemplo, sino que se fijarían metas pequeñas, un menor consumo de vasos de bebida.
Se ha visto que mientras más se intenta controlar una adicción y mantenerse "limpio”, hay un mayor deseo de consumir la droga que se trata de dejar.
Durante esta terapia se felicita que el paciente haya logrado, por ejemplo, no beber hasta quedar inconsciente, y se le pregunta cómo ha logrado detenerse (usando recursos personales), para seguir haciendo hincapié en esa excepción y en el logro.
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Hay muchos tratamientos para combatir las adicciones y muchos de estos no necesitan medicación

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