jueves, 27 de agosto de 2015

El poder de la imaginación

Son muchas las personas a las que les cuesta mucho hacer lo que realmente quieren en cualquier momento de sus vidas y la causa no está precisamente en una falta de voluntad, sino en el desconocimiento del hecho de que en toda acción el actor principal es la persona inconsciente o mente

inconsciente como también la conocemos.

En el libro de Ben Sweetland “Hágase rico mientras duerme” el autor menciona un hecho sencillo, pero trascendente: “Para poner en marcha la enorme y poderosa fuerza del inconsciente se debe imaginar una escena mental que represente la tarea concluida y la emoción positiva alcanzada”.

Debemos recordar que el relato mental o verbal produce la visualización de manera automática y entender de este modo que para visualizar tenemos que ir describiendo una escena mental que represente un trabajo concluido o una obra finalizada. Como los ejemplos enseñan con más claridad, vamos al ejemplo de conducción hasta que aprendamos a visualizar de manera sistemática y a prueba de fallas.

Cuando pretendo hacer un artículo y por alguna razón no tengo ganas, energías ni motivación, lo que hago es decirme a mí mismo: “Me estoy viendo en una escena mental en mi estudio, habiendo finalizado un artículo en el cual me siento feliz de poder ayudar a tantas bellas y hermosas personas, pues todos tienen la belleza de Dios en sus imágenes corporales, en sus buenas intenciones y en los triunfos inexorables de sus vidas”.

Una vez que he logrado ver con los ojos de mi mente la escena que ha formado mi inconsciente, simplemente me pongo en acción y las ideas comienzan a fluir hasta que se produzca la realización de la escena mental que había creado y que mi subconsciente vio. Es así como actúa el inconsciente, pues cuando el inconsciente no interviene, los resultados suelen ser pobres y mediocres como si les faltara la fuerza del espíritu o la parte más esencial de los mismos; por lo tanto, antes de toda acción, genere un discurso interno o una verbalización externa describiendo la escena que represente su intención realizada. Manténgase contemplando unos instantes esa escena hasta que el inconsciente la contemple también.

Una vez que haya logrado esto, póngase en acción y verá con agrado cómo su inconsciente participa en la realización de toda tarea que usted le asigne a través de este método y notará un proceso de mejoramiento constante de su vida en todos los aspectos y en todos los sentidos.

Una amiga que quiso probar el método para bajar algunos kilos de sobrepeso, comprobó con mucho agrado que fue eliminando muchos pequeños actos inconscientes que le hacían comer en exceso y eso sin darse cuenta; al comenzar a visualizar cada acto alimenticio como finalizado, su mente inconsciente comenzó a poner en orden su acción de alimentarse, sus creencias subyacentes y fue eliminando muchas costumbres aparentemente inocuas que le producían el sobrepeso y su inconsciente comenzó a crear una disminución de masa y volumen corporal. Ahora puedo asegurar que mi amiga está mucho más contenta y satisfecha con su cuerpo y con el método.

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