domingo, 26 de abril de 2015

Mentir en otro idioma no genera estrés



Aunque hablar en una lengua extranjera causa más estrés y disminuye la emotividad, mentir en esa lengua no acrecienta el nerviosismo, según una investigación llevada a cabo por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona.

El estudio, publicado en la revista Psychonomic Bulletin & Review, explora la interacción entre el engaño y el procesamiento de una segunda lengua, distinta a la nativa.

Los investigadores Albert Costa, jefe del grupo de investigación en Producción del Lenguaje y Bilingüismo en el Centro de Cognición y Cerebro de la UPF, y Jon Andoni Duñabeitia, investigador del Centro de Cognición, Cerebro y Lenguaje del País Vasco, autores del trabajo, explican que dado que la mentira requiere de un componente emocional, partieron del supuesto de que esta emotividad podría verse atenuada si la mentira se expresaba en otro idioma.

TENSIÓN. Costa y Duñabeitia partieron de la base de que mentir y usar una lengua no nativa son dos acciones capaces de producir estrés en el hablante y, para llevar a cabo su estudio, pidieron a nativos españoles con dominio del inglés que nombraran fotografías de animales en voz alta.

Dentro de cada grupo, dependiendo de las instrucciones, pidieron que describieran al animal que los participantes estaban viendo o que mintieran deliberadamente, nombrando a otro animal diferente a la imagen que veían.

Para evaluar los resultados, los investigadores midieron la dilatación de la pupila de los participantes, que es un indicador asociado con la respuesta emocional y el aumento de la carga cognitiva.

Los investigadores hallaron que, como era de esperar, las variables estresantes aumentaban la respuesta emocional, es decir, la dilatación de la pupila era mayor cuando hablaban en un idioma extranjero y también cuando las personas decían mentiras, aunque las profirieran en su lengua nativa. El resultado fue inesperado para los investigadores.

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