La clave está en aplicar las tácticas anti estrés, recomendadas por especialistas, en los momentos adecuados.
Estos son algunos de los tips para manejar el estrés:
Dejar tres espacios libres al momento de armar la agenda: Ni siquiera se debe organizar alguna actividad para el tiempo libre. Por pequeños que sean, servirán para tomar un respiro y que la persona se pregunte qué desea hacer. Esto es necesario y permitirá asumir los compromisos siguientes con más energía.
Descansar el tiempo necesario: Hay que dormir, por lo menos, ocho horas. Es vital escuchar las señales del cuerpo y darle el descanso correcto.
Cuidar la dieta: Lo más importante es evitar lo alimentos que en vez de aportar energía, intoxican el organismo. Se pueden elegir los que son ricos en magnesio y fibra (cereales, huevos, chocolate, verduras, pescado y frutas secas) y en vitamina B (leguminosas, aves y pan integral). El tabaco, café y alcohol deben ser excluidos.
Sentarse a comer con calma: Masticar varias veces cada bocado y no leer ni hables por teléfono en ese momento. Si es posible compartir ese tiempo con los seres queridos, mejor.
Compartir con los hijos: Hijos, sobrinos, hijos de amigos, no importa. La actividad lúdica y el contacto con los más pequeños siempre ayuda a desconectarse de los compromisos.
Decidir cuánta carga se puede soportar al día: Tener conciencia de las demandas excesivas es un buen primer paso para regularlas mejor. Durante el día, es posible evaluar el número de asignaciones pendientes y decidir cuáles se pueden desarrollar y cuáles no.
Pedir ayuda: Ejercitar la capacidad de delegar y de dejarse ayudar es ideal. Por más que no lo necesite ya, va a preparar para poder hacerlo cuando realmente lo requiera.
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