jueves, 18 de septiembre de 2014

Soluciones para evitar sonrojarse


Sonrojarse en público es un síntoma de ansiedad social. El rostro y a veces el cuello se sonrojan con un grado variable de intensidad según las emociones que uno siente.

Gradualmente, el miedo al enrojecimiento facial se vuelve una obsesión y toma proporciones que pueden perjudicar de sobremanera a la persona. Este fenómeno afecta mayormente a las mujeres y se inicia durante la adolescencia cuando prestan mucha atención a la mirada de su entorno. En la mayoría de los casos, se atenúa con el pasar de los años. Sin embargo, existe un leve porcentaje de personas en las cuales el enrojecimiento facial persiste y se acompaña de una aceleración del ritmo cardíaco, transpiración importante y sequedad de la boca. En este caso, sonrojarse no consiste solamente en una molestia, sino que se trata de una enfermedad, llamada ereutofobia Ésta es causada por reacciones del sistema nervioso autónomo, el cual está constituido por los nervios simpáticos que regulan diversas actividades del organismo como el tránsito intestinal, contracciones del corazón, transpiración y dilatación de los vasos sanguíneos. Estos últimos se encuentran en la superficie de la piel. Al vivir una emoción, las personas con ereutofobia se sonrojan debido al aflujo de sangre. Afortunadamente, existen diversas soluciones para luchar contra este fenómeno y vivir de manera más cómoda.

6 tips CONTRA LA EREUTOFOBIA

OBSESIÓN

No debes obsesionarte con el hecho que te sonrojas a menudo, ya que esto agrava la ansiedad social. Investigaciones científicas demostraron que cuando piensas que vas a sonrojarte, este fenómeno aparece con mayor frecuencia. Intenta concentrarte sobre otras ideas y pensamientos.

PENSAMIENTOS

Para sentirte más tranquilo físicamente y en tu comportamiento cuando te sonrojas, intenta pensar que saltas en un lago helado y que el agua fría se vierte sobre tu piel. Esto te ayudará a disminuir los enrojecimientos faciales. También puedes imaginar a las personas que te rodean en escenas graciosas. Otra opción consiste en comparar tu situación con la de otra gente menos afortunada. De esta manera, te darás cuenta que existen problemas más graves y te sonrojarás menos.

CULPABILIDAD

No debes sentirte culpable de sonrojarte, ya que es una reacción totalmente involuntaria. Es importante destacar que tus actos conscientes no influyen tu respuesta corporal automática, aunque algunas situaciones favorecen el enrojecimiento facial. Al liberarte de esta sensación de culpabilidad, te sonrojarás con menos frecuencia.

RELAJARSE

Cuando te sonrojas, puedes contribuir a disminuir los enrojecimientos faciales relajando tus músculos, particularmente los de tus hombros y cuello. Intenta eliminar la tensión que sientes de forma repentina. También trata de inspirar y expirar profundamente. Otro consejo es sonreír, ya que ayuda a sentirse más feliz, lo que colabora a eliminar la ansiedad social. No dudes en practicar ejercicios de relajación o yoga.

MEDITACIÓN

Permite disminuir los episodios de enrojecimiento facial. Ayuda a sentirse mejor en el cuerpo y provee una sensación de relajación. No dudes en contactarte con un experto en meditación para que te enseñe esta disciplina. Contribuirá a mejorar el control y manejo de tus emociones.

TERAPIA

En las terapias comportamentales, se realizan diferentes ejercicios para aprender a controlar la ansiedad. Asimismo, contribuyen a analizar y entender las situaciones que provocan el enrojecimiento facial. Es siempre benéfico hablar de tus miedos a un profesional para evitar que este problema se convierta en una fobia.


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