miércoles, 27 de agosto de 2014

¿El miedo es hereditario?

Un reciente estudio realizado en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad Emory, en Atlanta, Georgia, descubrió que además de huellas en la estructura genética de un ser vivo, las experiencias traumáticas pueden ser legadas a los descendientes de quienes las viven.

Es decir, nuestra herencia genética nos brinda "herramientas evolutivas" que se pueden volver en nuestra contra si no sabemos utilizarlas; el miedo es una de ellas, al parecer se transmite de generación en generación.

Esta revelación tuvo lugar tras varios experimentos con ratones, cuyo ADN registraba estos traumas y luego se comprobó lo transmitían a futuras generaciones.

Cuando los investigadores sometieron a los roedores a descargas eléctricas "moderadas", les infundieron miedo al olor de acetofenona.

La repulsión al aroma asociado con la terapia de shock fue transmitida a la segunda generación de ratones; esto a pesar de que las crías nunca estuvieron en contacto con sus padres tras el nacimiento y que tampoco poseían registro alguno de citado olor.

Entonces, el miedo a la terapia de shocks fue heredado biológicamente. El fenómeno se repitió en la siguiente generación, los roedores "nietos" del primer grupo traumatizado, demostraron un 200 por ciento más de rechazo a la acetofenona en comparación con los "nietos" de ratones a los que nunca se les aplicó la terapia de shock.

Además de las implicaciones médicas y en tratamientos de fobias, así como desordenes post-traumáticos, este descubrimiento es una clara referencia a la enorme cantidad y tipos de información con la que nacemos para enfrentar la vida. Es obvio que no "empezamos desde cero".

Sería importante utilizar estos conocimientos y reflexionar sobre los miedos que nuestros padres nos han heredado; tal vez esté ahí la clave para derribar las barreras que nos impiden lograr algunas de nuestras metas más importantes en la vida.

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