CAFH: un camino espiritual

LA PALABRA CAFH | SIMBOLIZA EL ESFUERZO DEL ALMA PARA ALCANZAR LA UNIÓN CON DIOS. AL MISMO TIEMPO REPRESENTA LA PRESENCIA DE LO DIVINO EN CADA ALMA.

Cafh es un camino de desenvolvimiento espiritual que inició con el italiano Santiago Bovisio, quien participó de joven en una sociedad espiritual europea, recibiendo capacitación, educación y conocimientos extraordinarios en muchos aspectos de la vida espiritual.

El tres de marzo de 1937 fundó Cafh en Buenos Aires, Argentina y hace 49 años fue fundada en Bolivia. “Llegó a ser un maestro espiritual de dotes, introspección y comprensión notable. A lo largo de su vida dio dirección a la idea de Cafh como camino espiritual”, cuenta Ana María Pinell, miembro de Cafh Bolivia desde hace 30 años.



EL DESENVOLVIMIENTO ESPIRITUAL

“Por desenvolvimiento espiritual entendemos expandir la conciencia a través del conocimiento de nosotros mismos, del desarrollo de relaciones armónicas y de la participación con todos los seres humanos. Es por ello que los miembros de Cafh transformamos la vida diaria en una oportunidad para hacernos más conscientes y responsables, para amar más y mejor. Es decir, hacemos de la vida diaria el medio para nuestro desenvolvimiento espiritual”, dice Pinell.

La renuncia es el substrato de la enseñanza de Cafh, que define la renuncia como presencia, participación y reversibilidad.

• Presencia: En relación con la noción de ser: conciencia de lo divino en nosotros y de nosotros en el mundo y la vida. En relación con el hacer: estimulamos el desenvolvimiento de la sociedad comenzando por producir en nosotros mismos los cambios que quisiéramos ver en los demás y en la sociedad.

• Participación: Con el contexto universal por la expansión de nuestra conciencia. Con el contexto humano por el desarrollo de una actitud abierta, permeable al mensaje de la vida.

• Reversibilidad: En la armonía de los opuestos: saber estar plenamente aquí y ahora, sin perder la conciencia del eterno presente. Lograr reversibilidad es asentar nuestra conciencia sobre la realidad, reconociendo la validez de todas sus expresiones. En la problemática personal: ubicar nuestros problemas personales en el contexto de los problemas ajenos y los generales. Esto nos lleva a comprender la ilusión de buscar una felicidad particular, separada del medio en el que vivimos.

“La aceptación de la limitación de nuestro entendimiento y la voluntad de desarrollar la comprensión de nosotros mismos, de la vida y del mundo, son las bases firmes de nuestro camino de desenvolvimiento”, asegura.

LA DOCTRINA DE CAFH

Cafh se basa en una doctrina que tiene los siguientes Postulados y principios:

• Postulados

El principio fundamental del universo, Dios trasciende nuestra comprensión actual. Por tener conciencia, percepción inteligente de nosotros mismos, de nuestro campo de acción y voluntad, capacidad de proponernos objetivos y de realizarlos, los seres humanos tenemos innumerables posibilidades.

“Los miembros de Cafh sostenemos que desenvolvernos espiritualmente es nuestra tarea fundamental y que a través de nuestro desenvolvimiento espiritual, podemos llegar a conocernos a nosotros mismos, comprender nuestra relación con la vida, el mundo y lo divino. Además, participamos con la sociedad logrando paz y felicidad para nosotros, generando paz y adelanto para la humanidad”, agrega.

Los miembros de Cafh no se adhieren a dogmas irreductibles ni se someten a personalidades carismáticas o de otra índole, porque priorizan la responsabilidad y la capacidad individual de aprender.

“Cuidamos no confundir la jerarquía de funciones con la superioridad de unas personas sobre otras. Por esto, los miembros de Cafh no nos catalogamos como maestros y discípulos. La búsqueda de lo divino es individual; quienes emprendemos esa búsqueda somos compañeros de camino”, indica Pinell.

• Principios:

Los seres humanos tienen derecho a la libertad de pensar, sentir y decidir sobre su vida sin interferencia de otros. Este derecho a la libertad es básico para el desenvolvimiento humano que da innumerables posibilidades, entre ellas, la de asumir compromisos con uno mismos, con los demás y con Dios.

“Una vez que asumimos compromisos, el ejercicio de la libertad consiste en nuestra capacidad de cumplirlos con fidelidad”, asegura.

Método y reuniones

“El único objetivo de Cafh es el desenvolvimiento de sus miembros; para cumplir este objetivo los miembros de Cafh nos reunimos regularmente en pequeños grupos para estudiar, meditar y compartir ideas con la intención de vivir más conscientemente y así mejorar la calidad de vida, la propia y la de las comunidades donde vivimos”, asegura Pinell.

La enseñanza de Cafh tiene como objetivo ayudar a expandir la conciencia con una interpretación actualizada de la vida y del mundo. La expansión de la conciencia desarrolla el sentido de responsabilidad.

“Tenemos un método de vida. Este método incluye ejercicios de meditación, cursos de estudio y técnicas de diálogo. Estos medios nos ayudan a incrementar el conocimiento de nosotros mismos y a expandir nuestra capacidad para amar, participar y responder constructivamente a las situaciones de nuestras vidas”, explica.

“Los miembros de Cafh valoramos nuestro método de vida porque es de aplicación individual y adaptable para hombres y mujeres cualesquiera sean sus ocupaciones, religiones o creencias. También valoramos grandemente las oportunidades que las reuniones nos brindan de compartir nuestras experiencias y explorar las preguntas fundamentales de la vida”, indica.

Los requerimientos para ser miembro de Cafh son simples: querer desenvolverse espiritualmente y estar dispuesto a dedicar algún tiempo al trabajo interior.

“Antes de formar parte de Cafh, las personas interesadas se reúnen con un miembro para conocer más acerca de Cafh, para conversar sobre lo que esperan del trabajo espiritual y para determinar qué grupo en su área de residencia sería el más adecuado para sus reuniones semanales”, cuenta Pinell.

Los miembros de Cafh viven en familia, haciendo de este modo de vivir su medio de expansión de la conciencia y aprendiendo a amar y a relacionarse armónicamente. Estos miembros de Cafh tienen sus reuniones semanales con otros miembros que también anhelan trabajar en el desenvolvimiento interior.

“Para aquellos que tienen vocación de una vida de más oración, silencio y recogimiento, hay Comunidades femeninas y masculinas, en las que grupos de mujeres y de hombres por separado, viven su vocación. Comparten bienes y trabajos, momentos de oración, estudio y meditación y especialmente se esfuerzan por sostener una relación armónica y valores que trascienden los intereses personales. Vivir en la Comunidad lo que anhelan para el mundo”, concluye Pinell.

Actualmente los grupos de Cafh se encuentran en varios países alrededor del mundo, en Bolivia está presente en las ciudades de Cochabamba, La Paz, Santa Cruz, Sucre, Trinidad, Tarija y Yacuiba. Para más información puede ingresar a la página oficial de Cafh: www.cafh.org