lunes, 28 de julio de 2014

La importancia de una sana autoestima

La autoestima es un tema comentado por muchos, del que se dice de todo, pero muchas veces no es totalmente comprendido. Para ello, es importante clarificar su importancia.

Podemos decir que el término autoestima es un constructo que el individuo va a desarrollar desde temprana edad. “Hay quienes señalan que incluso en el vientre materno el bebé recibe una carga de mensajes debido a que los pensamientos y emociones son manifestaciones de energía en el organismo y se evidencian como reacciones eléctricas y químicas, que afectan el diminuto sistema nervioso del bebé, que no tiene la posibilidad de elegir lo que asimila en ese momento”, asegura Pilar Gamboa, especialista en Programación Neurolingüística (PNL) y Neuropsicología.

Desde el vientre materno, la influencia del entorno será fundamental en la formación y desarrollo de una sana autoestima.

“Los padres y otras figuras de autoridad tienen un papel importante en la autoestima del niño, ya que como él los vea, así se percibirá el niño. Esto se debe a que el “self” es un fenómeno también social, tiene que ver con una cuestión de merecimiento no sólo de competencia. Estos dos conceptos son fundamentales en la autoestima”, asegura Gamboa.

Se puede decir que la autoestima es la capacidad del individuo de estar consciente de sus posibilidades, potencialidades, valorarse, aceptarse, amarse incondicionalmente, que en buena medida ha sido aprendida a través de las experiencias que ha tenido con el entorno y cómo las ha asimilado.

“La autoestima orienta la acción hacia el bienestar general y la posibilidad de alcanzar objetivos; cuando el individuo tiene conciencia de sus potencialidades, se aprecia y valora, puede trazarse metas y alcanzarlas con mayor facilidad”, explica.



LA DIFERENCIA ENTRE UNA SANA Y BAJA AUTOESTIMA

“Una buena autoestima expresa el sentimiento de ser `suficientemente bueno´”. La persona siente que se valora, se respeta a sí misma por lo que es, no se considera superior a los otros. Por el contrario, la baja autoestima implica auto rechazo, insatisfacción, auto desprecio y paradójicamente cree ser superior a los demás. Tienden a ser personas muy críticas consigo mismos pero también con los que los rodean. La persona carece de respeto a sí misma y esto lo demuestra de muchas maneras”, indica la experta.

Se puede decir que la autoestima tiene un componente afectivo y cognitivo por el juicio que uno hace de sí mismo, obedece una serie de programaciones que determinarán cómo el individuo funcionará y procesará sus experiencias.

“En la etapa de la adolescencia surge la necesidad de encontrarse a sí mismo y es el período para afianzar su personalidad. Esta etapa es de mucha importancia ya que el adolescente necesita conseguir la aprobación de su grupo cercano y del entorno en general”, asegura Gamboa.

La adolescencia es la etapa de las grandes ilusiones pero también de las mayores desilusiones. Es importante el apoyo y sostenimiento que se le da al adolescente hasta que logre alcanzar la madurez.

“Una sana autoestima es de alguna manera una especie de protección para los contratiempos, para las experiencias difíciles que como seres humanos vamos a vivir. En el caso de las personas cuya estimación es baja, es como si esta protección se hubiese desvanecido, por lo tanto se muestran mucho más vulnerables, y esto al mismo tiempo implica una menor capacidad para enfrentar y resolver problemas”, indica la experta.

Cuando estas habilidades de enfrentar las diversas situaciones se hacen menos efectivas, se acumulan problemas sin resolver y esto lógicamente afecta también la sensación de merecimiento, lo que llevará a la persona a una situación de crisis, que en casos extremos, incluso puede llevar a extremos de encontrar falta de sentido a la vida y si vale la pena continuar en ella.

“Existe una conexión muy estrecha entre baja autoestima y depresión, donde se presentan distorsiones cognitivas importantes. Las personas deprimidas tienen frecuentemente actitudes irracionales de pensamiento o presentan ideas de sí mismos o situaciones que no corresponden a la realidad”, indica.

TIPS

PARA UNA SANA AUTOESTIMA

• Algunos aspectos a considerar para fortalecer la autoestima son: el hacer consciente los valores, capacidades, acciones y propósitos. Aceptarse a sí mismo, esto es experimentar plenamente los pensamientos, sentimientos y emociones.

• El asumir su autorresponsabilidad, respetando sus necesidades, valores. Es importante hacerse plenamente responsable de los propios actos y del logro de metas, objetivos.

• Es importante trazarse objetivos, identificar las acciones que le llevarán a la consecución de las metas trazadas. Además de practicar la congruencia, que hace referencia a la integridad personal, una persona congruente es aquella que piensa, habla y actúa sin traicionarse a sí misma ni a los otros.

• Tener una sana autoestima tiene que ver con la calidad de vida, salud emocional, y afectiva, con el logro de objetivos y metas trazadas.

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